La colusión de Walmart, Paulmann y el grupo Saieh

2016 se inició con una nueva denuncia de colusión efectuada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) en un producto de amplio consumo masivo, la carne de pollo fresco

Por Director

03/04/2016

Publicado en

Chile / Economí­a

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colusion

2016 se inició con una nueva denuncia de colusión efectuada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) en un producto de amplio consumo masivo, la carne de pollo fresco. Si en el del papel tissue actor fundamental fue el grupo Matte, en el del asfalto y transporte marítimo de automóviles lo hacían los grupos Luksic y Urenda, en el de los pollos y farmacias los oligopolios dominantes en el sector, ahora son protagonistas Walmart, la mayor cadena supermercadista mundial, y los grupos económicos Saieh y Paulmann, todos ellos utilizando una amplia gama de mecanismos ilícitos empleados por grandes intereses económicos para aumentar sus ganancias, con consecuencias negativas para el país y los consumidores. La acción contra la colusión debe adquirir formas de sanciones muy superiores, que claramente la disuada o transforme en algo muy gravoso, pero también se debe enfrentar los altos grados de concentración existentes en la economía nacional. El dominio oligopólico se está transformando repetidamente en una acción monopólica. En ello participan no solo grandes grupos económicos internos sino también poderosos capitales transnacionales. La denuncia de la FNE explicita la existencia de antecedentes demostrativos que la colusión de los pollos frescos no es un caso aislado sino forma parte “de un cierto grado de transversalidad de la misma respecto a otros productos”. Se necesita que la Fiscalía avance y aclare estas presunciones que son por lo demás las dominantes en la opinión pública.

 

Cuando estallaron las colusiones del papel confort y de los pollos muchas interrogantes quedaron planteadas sobre la conducta seguida por las grandes cadenas de supermercados. Una de las noticias destacadas de los primeros días de 2016 lo constituyó la denuncia efectuada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) de la colusión existente entre las tres mayores cadenas supermercadistas del país: la norteamericana Walmart, que es la más grande a nivel global; Cencosud, del grupo Paulmann; y SMU controlada por el grupo Saieh, que adquirió Supermercados del Sur durante su proceso de expansión vivido a partir de 2008, también comprometida en los procesos de colusión.

El acuerdo se expresaba en defender un precio mínimo de venta de la carne de pollo fresco, por lo menos en el lapso 2008 a 2011. No podían comercializarlo por debajo de la cotización existente en la lista de precios mayorista más IVA, que es el costo del supermercado cuando lo adquiere al mayorista. De esta manera, estableció la FNE, “adhirieron conscientemente a un esquema común que sustituyó los riesgos de la competencia por una cooperación práctica entre ellos”. Así evitaban posibles “guerras de precios”, desde luego afectando a los consumidores. Los pollos constituyen el quinto rubro de más impacto en el mercado, luego del pan, la carne de vacuno, las bebidas gaseosas y las cecinas. Una vez más se demostró la tendencia de los oligopolios a ponerse de acuerdo.

La colusión entre los supermercados no cuenta, como en ocasiones anteriores, con la ratificación proporcionada por delaciones compensadas, es fruto de los antecedentes reunidos por la FNE a partir de la investigación de la colusión entre las empresas avícolas. “Este caso –constató el académico de la Universidad de Chile Eduardo Engel- plantea un desafío mayor, porque no hay delación compensada, por lo que la Fiscalía Nacional Económica tendrá que establecer, con la actual legislación, que hubo colusión. En el caso de los supermercados fue posible conocerlo porque la FNE pudo obtener los correos electrónicos” (11/01/16).

Las cadenas de supermercados tienen una fuerte concentración, que creció desde la década pasada. Su nivel en el año 2011, último mencionado en que se comprobó por la FNE la existencia de colusión, las tres denunciadas tenían una participación de mercado cifrado en un 92,5%. En 2000, las tres mayores empresas del sector tenían el 41%. El documento de la FNE constató que en las ventas de la carne de pollo fresco su porcentaje era de 91,2%, agregando que este producto en los años 2010-2011 representaba aproximadamente un 10% de los ingresos obtenidos en la comercialización de alimentos.

Cadenas de Supermercados: participación de mercado 2011

(Fuente: FNE. En porcentajes del total)

Supermercado % Controlada por :
Walmart Chile 36,4 Walmart EEUU
Cencosud 28,4 Grupo Paulmann
SMU 27,7 Grupo Saieh
Tottus 6,0 Grupo Matte

 

La investigación se inició a partir de señales que se percibieron en el esclarecimiento de la colusión de los pollos[1], en que participaron Agrosuper, Ariztía, Don Pollo, con la coordinación desde la organización gremial que habían constituido. Los indicios observados condujo a la FNE a la incautación de documentos de las cadenas supermercadistas Walmart, Cencosud, SMU y Tottus. Allí se empezó a reunir la documentación demostrativa de la colusión. Los proveedores, partícipes en la colusión de los pollos, debían controlar el cumplimiento de los acuerdos tomados. “Al concluir una de las investigaciones más extensas y complejas que ha realizado la FNE –declaró Mario Ybar, fiscal nacional económico (s), ya que Felipe Irarrázabal su titular se inhabilitó por haber efectuado asesorías a Cencosud-, llegamos a la convicción de que los supermercados mantuvieron un acuerdo que afectó el precio de ventas (…). Esperamos -añadió- que este requerimiento concluya no solo con la aplicación de las sanciones que correspondan, sino que también provean pautas de conducta a todos los actores de esta industria” (07/01/15). Se propuso una multa a cada una de las tres cadenas de la colusión de 30.000 UTA, aproximadamente US$23 millones, sumando por tanto cerca de US$70 millones. La idea inicial fue pedir el 10% de las ventas del rubro detectado por cada uno de los años denunciados. Sin embargo, esa forma de cálculo llevaba a superar la suma máxima permitida por la ley.

Una vez más se comprueba lo insuficiente de las penas máximas establecidas en la legislación vigente, que por lo demás como se demostró en la colusión de las farmacias, no establece penas directas para las personas naturales ejecutoras en la colusión. “No podemos transformar la sinvergüenzura –enfatizó el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes- en una práctica común. Llamo al Congreso (que está discutiendo modificaciones a la ley para ponerla a la altura de la gravedad de los hechos que se van repitiendo) a aprobar la pena de cárcel para quienes se coluden” (07/01/16).

“De acuerdo a la evidencia allegada a la investigación –se expresa en el requerimiento al TDLC-, el tipo de interacciones señaladas entre supermercados y proveedores no se limita a la categoría de pollo fresco, existiendo antecedentes que dan cuenta de un cierto grado de transversalidad de la misma respecto de otros productos que componen la canasta”. Según Estrategia trascendidos indican que se analiza la existencia de otras colusiones en detergentes y abarrotes. Ello hace prever que las investigaciones pueden conducir a expresiones de colusión aún superiores. Casos como el del papel tissue, los pollos, las farmacias y la nueva denuncia muestran que estas acciones afectan frecuentemente a productos de consumo masivo, por tanto su impacto negativo en la población es muy fuerte.

Fue en los inicios de 2009 cuando Wal-Mart Stores Inc adquirió el 75% de la propiedad de distribución y Servicios (D&S), que era controlada por los hermanos Ibáñez Scott, a quienes posteriormente les compraron el porcentaje que mantuvieron en su poder. En ese momento, según la denuncia de la FNE, la colusión ya se encontraba en marcha.   Ello explica la desesperada reacción inmediata de Nicolás Ibáñez Scott, rechazando “enérgicamente el intento de la Fiscalía Nacional Económica de perseguir, desprestigiar y enlodar a las empresas de supermercados aludidos (…). Es inaceptable –añadió-, el intento del gobierno, a través de esta maniobra inconducente y (…) mediática, de tratar una vez más de desprestigiar a los empresarios” (07/01/16). Son los hechos de colusión o los fraudes tributarios entre otros mecanismos que conducen al desprestigio de los empresarios participantes en estos delitos.

Nuevamente de la colusión formó parte una empresa transnacional. Nada menos que la mayor cadena supermercadista mundial, Wal-Mart. En la del papel tissue en Chile, ya que a nivel regional CMPC tuvo a veces otros socios también transnacionales, participó la más poderosa empresa a nivel global en la comercialización del papel tissue, la sueca Svenska Cellulosa Aktiebolaget (SCA). En el transporte marítimo, se hizo en conjunto con grandes navieras del sector. Ello nos muestra que es una forma de actuar de consorcios extranjeros que afectan al país y a su población, siendo un proceder que se expresa a nivel global.

Horst Paulmann participó en la formación en Temuco de su primer supermercado durante la década de los sesenta. Posteriormente adquirió la cadena Santa Isabel. Y antes había puesto en funcionamiento supermercados Jumbo, expandiéndose también a varios otros países de la región (Argentina, Brasil, Colombia, Perú). En 2011 tenía 32 Jumbo y 157 supermercados Santa Isabel. En cuanto al grupo Saieh su ingreso al sector se produjo el año 2007 al comprar Unimarc a Francisco Javier Errázuriz, actividad que también trató de ser adquirida por Cencosud, desde donde empezó a desarrollar la cadena SMU a través de una desenfrenada campaña de adquisiciones a actores medianos y pequeños. En 2011 ya se había apropiado de cincuenta supermercados y 323 salas de comercialización. Estas tres cadenas, considerando también a Walmart, son los partícipes de la colusión denunciada por la Fiscalía, que todo parece indicar tiene una dimensión mucho más vasta a la constatada hasta ahora.

 

 

[1] Véase. Indignación. Lom-Cenda 2012, págs. 127-131.

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