Mira lo que pasa cuando China estornuda

En agosto China fue un punto central de atención mundial. La devaluación del renmimbi y las sacudidas de su inflado mercado bursátil tuvieron una repercusión global, especialmente en las economías emergentes, entre ellos en países como Chile que tienen a la potencia asiática como su mayor contraparte comercial. Las repercusiones se sintieron muy fuertes en los mercados de materias primas, cambiarios y bursátiles.

Por Director

10/09/2015

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Economí­a / Mundo / Portada

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estornudo

Ello en un contexto global de desaceleración económica con una poco común contracción en el comercio exterior. En nuestro país las repercusiones fueron muy fuertes, ya que en el día del “lunes negro”, cuando volvieron a caer sus índices bursátiles, la cotización del cobre en los mercados internacionales descendió hasta US$2,20 la libra, la paridad cambiaria superó la barrera de los $700 por dólar y se acentuó la reducción de los indicadores accionarios. Ello le plantea al país desafíos de corto y largo plazo. El ministro de Hacienda constató, en particular, el efecto producido en el precio del cobre. Pero, a diferencia de oportunidades anteriores manifestó que el país cuenta con formas de enfrentarlo y por ello, a pesar del aumento en el déficit, señaló: “el fisco no tiene que ajustarse”.

 

Cuando China “estornuda” …

 

 

La economía China es la segunda del mundo por la magnitud de su producto, siendo “responsable –como señaló editorialmente El País- de la mitad del crecimiento mundial de la última década” (26/08/15). Su aporte a la economía global fue muy grande, particularmente en su fase de muy elevado crecimiento, que alcanzó durante varios años cifras de dos dígitos. Su crecimiento promedio alcanzó a 10% entre 1991 y 2014. Ahora bien, cuando enfrenta dificultades o se producen cambios en su evolución tratando de corregir desequilibrios internos sus efectos igualmente se han dejado sentir. “Los acontecimientos recientes –escribió Martín Wolf en Financial Times- deben considerarse en el contexto de una preocupación más profunda. La pregunta es –subrayó- si las autoridades chinas pueden y van a conseguir un cambio de una economía impulsada por la inversión a una dirigida por el consumo, mientras mantiene la demanda agregada” (26/08/15). Para ello, un crecimiento menor de la inversión debe compensarlo por incrementos en el gasto público, el consumo o las exportaciones, esto último en un momento en que existe un curso negativo en el intercambio comercial.

Los acontecimientos que se han producido en China durante este año, como la decisión de devaluar su moneda o las contracciones de un mercado bursátil que necesariamente debía producirse después de un proceso rápido de expansión, siguiendo fenómenos conocidos del curso de las “burbujas” financieras, tienen repercusiones de corto y largo plazo, particularmente en los países denominados como emergentes, entre los cuales se encuentra Chile. El “lunes negro”, del 24 de agosto, el mercado accionario de Shangái, el más importante de la potencia asiática, había caído desde su punto superior, en junio, en un elevado 43%. Pero su nivel todavía permanecía en aproximadamente un 50% más elevado con relación al que registraba al comenzar el año 2014. Este descenso se produjo a pesar de las diversas decisiones tomadas por las autoridades chinas para revertirlo monetarias y directamente en el mercado bursátil.

“Estas medidas –comentó Paul Krugman, analizando las adoptadas en julio para impedir un mayor derrumbe de los títulos[1]– pueden tomarse durante un par de días para contener un pánico (…) pero China las aplica de manera sostenida a un mercado que todavía está muy por encima de su nivel de hace no mucho tiempo. Esto resulta particularmente inquietante porque China –llamó la atención- tiene un enorme sector bancario ‘en la sombra’ que, básicamente, no está regulado y podría sufrir una oleada de retiradas masivas de depósitos. Pero también parece que el gobierno chino (…) –añadió- ahora cree que debe defender los precios de las acciones para conservar la reputación” (02/08/15).

Beijing se propone diversos objetivos que intenta avanzar simultáneamente. Pero ello es sumamente complejo y le genera contradicciones, “por ejemplo –como escribió Stephen Roach, académico de la Universidad de Yale y profundo estudioso de la realidad china-, al hacer hincapié en el decisivo paso a los mercados, pero intervenir enérgicamente cuando los precios se desploman. Así mismo, está adoptando un régimen de cambio de divisas más basado en el mercado, mientras promueve la depreciación del renmimbi”[2].

Pero el curso descendente del mercado bursátil fue más fuerte, los intentos de frenarlo lo consiguieron transitoriamente. El “lunes negro” fue su mayor disminución en ocho años e hizo desaparecer bruscamente las ganancias producidas en el mercado durante 2015, al caer un 8,48% en Shangái. Al día siguiente volvió a disminuir en otro 7% y un 1% adicional el miércoles. Otro tanto acontecía en la bolsa de Shenzhen. En los días siguientes se recuperó después que se intensificaron las medidas para detener su caída. Entre ellas, el gobierno reanudó la adquisición de acciones pertenecientes a grandes empresas, el Banco Central efectuó masivas inyecciones de dinero en la economía, además de vender activos de sus reservas, incluyendo bonos del Tesoro estadounidense, con lo cual a la vez redujo la caída en el mes experimentada por el renmimbi.

El primer impacto fuerte en los mercados emergentes proveniente desde China se produjo en las cotizaciones de las materias primas, entre ellas el cobre que en los días del lunes negro se aproximó a los US$2,20 la libra, muy por debajo de las estimaciones oficiales de promedio anual tanto del ministerio de Hacienda como de Cochilco, cifradas respectivamente en US$2,75 y US$2,77 la libra, cayendo en esos días a mínimos en 16 años. Desde ya, Codelco lo redujo a US$250 la libra, consignando que por cada centavo de dólar que disminuye el precio del cobre los excedentes de la empresa se reducen en US$36 millones. “China compra hoy –comentó The Wall Street Journal- cerca de un octavo del petróleo del mundo, un cuarto de oro, casi un tercio del algodón y hasta la mitad de los principales metales básicos. Su poder de compra –enfatizó- ha convertido al país en parte integral del comercio global de commodities, con influencia sobre los precios e incluso las horas que trabajan los operadores” (27/08/15). En el caso del cobre la participación de China en el consumo mundial es, según el World Bureau of Metal Statistics, de 48%.

Las exportaciones chilenas son fuertemente dependientes del mercado chino. Según Cepal en el primer semestre de 2015 el porcentaje exportado al país asiático fue de un 25,4% del total, siendo el país latinoamericano de mayor exposición a dicho mercado, siguiéndole Perú y Brasil, con un 21,1% y 19,6% respectivamente. De acuerdo a cifras del Servicio Nacional de Aduanas en los siete primeros meses del año diez empresas explicaron el 71% de las exportaciones chilenas a China. De ellas nueve son mineras, encabezadas por Codelco, con el 23% de los envíos totales, colocándose a continuación Minera Escondida con el 14%. La única no minera fue Forestal Arauco, del grupo Angelini. De las mineras todas son exportadoras de cobre, con la excepción de Minera del Pacífico de la CAP, que exportó hierro.

Luego vinieron las repercusiones cambiarias. Los inversionistas se refugiaron en los indicadores más seguros, en primer lugar en el dólar norteamericano. La revaluación de la divisa estadounidense devaluó aún más las monedas de muchos países, entre ellos latinoamericanos. El peso colombiano en esos días completó durante el año con relación al dólar una caída superior al 30%, el real brasileño otro 30%, el peso mexicano un 20%, mientras el peso chileno superaba a partir del día 24 de agosto la barrera de los $700 por dólar, experimentando una caída cercana al 16% durante 2015, para luego descender bruscamente el día 27, ratificando una vez más la existencia de una fuerte volatilidad. La Encuesta de Operadores Financieros que efectúa el Banco Central estimó que el tipo de cambio subirá hacia fines de año a $710, con una inflación proyectada en 3,5% a doce meses.

Otra repercusión inmediata se produjo en los indicadores accionarios. El día 24 de agosto, el ranking de patrimonio bursátil de los títulos del Indicador Selectivo de Precios de Acciones (IPSA), que registra la evolución de las cuarenta acciones más transadas durante el año 2014, descendía un 8,1% con relación de sus cotizaciones al cerrar diciembre pasado, anotando una pérdida conjunta de US$11.952,2 millones. Cerca del 30% de la caída total la registraron solo seis empresas: Latam, Enersis, Copec, Endesa, Cencosud y SQM B. Siendo las dos empresas eléctricas controladas por la italiana Enel, las pérdidas mayores la experimentaron cinco controladores. Latam lo es por el grupo Cueto y la familia brasileña Amaro, Copec por el grupo Angelini, SQM por Julio Ponce Lerou y Cencosud por el grupo Paulmann. Desde luego que en las pérdidas también influyen situaciones concretas de cada una de las empresas. Por ejemplo, en el caso de Latam incide poderosamente la situación de Brasil, donde obtiene el mayor porcentaje de sus ingresos, cuya economía se encuentra en recesión y su moneda como ya se señaló experimentó una violenta devaluación. A su turno SQM B, fue afectada por sus escándalos financieros y el litigio que enfrenta con la Corporación de Fomento.

 

Ranking Patrimonio Bursátil al 24 de agosto

(Fuente: Bolsa de Comercio de Santiago. En millones de dólares)

  Monto Var. absoluta c/r diciembre 2014 Controlada por:
Falabella 14.408 -267,8 Solari, Del Río, Cúneo
Enersis 12.869 -1.578,6 Enel (Italia)
Copec 11.691 -1.490,2 Grupo Angelini
Endesa 9.766 -1.424,3 Enel (Italia)
Banco de Chile 9.653 -202,7 Grupo Luksic-Citigroup (EEUU)
Banco Santander 8.644 +180,9 Santander (España)
CMPC 6.072 +450,9 Grupo Matte
Cencosud 5.306 -1.171,2 Grupo Paulmann
Banco BCI 4.600 -219,3 Grupo Yarur
AntarChile 4.439 -486,9 Grupo Angelini
Colbún 4.348 +153,1 Grupo Matte
CCU 3.828 +687,0 Grupo Luksic
Aesgener 3.827 -185,1 AES Corp (EEUU)
Quiñenco 3.235 +34,2 Grupo Luksic
Aguas Andinas 3.000 -22,9 Suez Energy (Francia)
Corpbanca 2.976 -696,6 Grupo Saieh
Total 136.254 -11.952,2  

Estas caídas en los mercados bursátiles conduce a que los activos de varios multimillonarios en nuestro país han descendido, como acontece a nivel global. Es uno de los indicadores que hemos utilizado desde mediados de los años noventa para construir el Mapa de Extrema Riqueza del país. Desde luego, no es el único indicador que empleamos considerando que ello no refleja la situación de otras empresas, como las extranjeras que no cotizan en los mercados accionarios nacionales, entre ellas las importantes empresas mineras. También una de las áreas de actividad del grupo Luksic, el más grande del país, no se refleja, ya que su brazo cuprífero, Antofagasta Minerals (AMSA), lo hace en el mercado londinense. El “lunes negro” AMSA vio caer la cotización de su acción al menor nivel desde julio de 2009, a pesar de no tener prácticamente deuda neta y haber cerrado poco antes el traspaso de su filial Aguas de Antofagasta. Por lo demás, en el primer semestre sus utilidades se redujeron en un 31,4% con relación a los mismos meses de 2014. La venta de su filial sanitaria le produjo ingresos por US$947 millones y una importante ganancia.

La caída en los precios de los minerales tiene necesariamente consecuencias en el país. A la inserción controladora del grupo Luksic en el yacimiento Zaldívar[3] se sumaron en agosto el anuncio de la norteamericana Freeport-McMoRan, la empresa cuprífera a nivel global de mayor capitalización bursátil, de reducir su producción en varios yacimientos , entre ellos El Abra, en un 50%, en donde Codelco es socio minoritario, y de las canadienses Gold Corp y Teck de unir sus paralizados proyectos El Morro y Relincho, respectivamente, ubicados en la Región de Atacama a solo cuarenta kilómetros entre sí, en uno solo denominado Corredor, que esperan potenciar, reduciendo en 58% las necesidades de capital, de US$8.500 millones a US$3.500 millones.

“Los mercados emergentes –llamó la atención en noviembre de 2013 Pier Carlo Padoan, en ese momento economista jefe de la OCDE- fueron un motor importante para el crecimiento global durante los malos tiempos. Ahora es todo lo contrario, y las economías desarrolladas tampoco están en buen pie” (26/08/15). Al registrarse el “lunes negro” se encontraban claramente en una situación de decrecimiento. Las comparaciones tienden a efectuarse con la crisis del sudeste asiático en 1997-1998, que tuvo también un fuerte impacto en la economía chilena. Producto de esa crisis el crecimiento global se redujo de 4,1% a 2,5%. Las condiciones generales no son las mismas, no cabe ninguna comparación mecánica.

China también está en otro momento, tiene elevadas reservas internacionales ascendentes a fines de julio a US$3,65 billones, disminuyendo en US$192.000 millones en los siete primeros meses del año y una deuda pública en condiciones de manejarla adecuadamente. Por otro lado se encuentra en un profundo proceso de cambio estructural de su economía, aumentando el peso de la demanda interna, mejorando aspectos básicos en las condiciones de vida de grandes masas, al mejorar servicios públicos, la atención de la salud y el comercio al por menor, entre otros. En 2014, la participación de los servicios en el PIB aumentó al 48,2%, porcentaje que se sigue incrementando. Los servicios tienen una gran densidad de mano de obra por unidad de producción. “Por esa razón, en gran medida, las tendencias del empleo en China –subrayó Stephen Roach- han resistido mucho mejor de lo que era de esperar en una desaceleración económica”.

Queda planteado en el país que debe hacerse en estas circunstancias. La primera consideración de los efectos concretos registrados en la economía nacional lo hizo el ministro Rodrigo Valdés constatando la nueva caída en la cotización del cobre. “Estamos entrando a un período –señaló- en que vamos a tener que no contar con tantos ingresos del cobre, o muy pocos ingresos de cobre. Eso quiere decir que vamos a tener un déficit más grande (…)”. Sus estimaciones de promedio anual efectuadas recién en julio ya quedaron cortas, cuando al finalizar agosto era de US$2,60. “Pero –dijo a continuación, en un pronunciamiento positivo diferente al efectuado hasta ese momento-, (…) Chile está preparado, tiene ahorros previos, tenemos accesos a los mercados fácilmente y, por lo tanto, podemos tener una situación en que el Fisco no tiene que ajustarse” (28/08/15). El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, planteó la necesidad de terminar con la “cobredependencia”. “Esta situación no hace más que confirmar –dijo- la urgencia de diversificar y sofisticar nuestra matriz productiva y transitar hacia la elaboración de productos de mayor valor agregado. Para el gobierno –destacó- (…) es uno de los ejes principales de la Agenda de Productividad” (27/08/15). Ello requiere, desde luego contar con una política de desarrollo para el principal recurso productivo del país.

HUGO FAZIO

[1] Véase, Carta Económica 19/07/15.

[2] Stephen Roach, El problema de la complejidad de China, Project Syndicate 25/08/15.

[3] Véase, Carta Económica 16/08/15.

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