Tarjetas de Crédito: ¿Aprende a usarlas o aprende a quererlas?

A través de spots publicitarios y apoyos de noticieros, se dio a conocer hace algún tiempo la página web www

A través de spots publicitarios y apoyos de noticieros, se dio a conocer hace algún tiempo la página web www.aprendeausarlas.cl, sitio cuyo objetivo parece ser una especie de ayuda a base de consejos para el uso responsable de Tarjeta de Crédito. Sin embargo, el debate de trasfondo de la problemática que origina el endeudamiento generalizado de la población quedó en deuda. Y tomo como analogía extrema, el alcoholismo.

El alcoholismo, es una enfermedad para algunos. Para otros, trae ciertos beneficios. Sin embargo, su consumo en exceso conlleva diversos problemas sociales, que finalmente se intentan solucionar delegando la responsabilidad a las personas que lo consumen. Pero me parece que la publicidad, de quienes lucran con la venta de alcohol, no apuntan precisamente a la responsabilidad de las personas, sino que todo lo contrario, son dirigidos a la irresponsabilidad de esta. Y es más, tienen un toque de enjuiciamiento social al no consumo, por ejemplo: «Si no tomas no la pasas bien», «si no tomas no conquistas chicas hermosas». Incluso hay un comercial muy sutil, en tonos de blanco y negro, donde se muestra a un personaje sepultándose a sí mismo, para luego ir a carretear, y el mensaje final es: «Entierra tus límites».

Pues bien, «aprendeausarlas» es un llamado al uso responsable de tarjetas de crédito, pero en su contenido general  se entregan consejos sobre cómo cuidarlas para no perderlas. Incluso se puede descargar un protector de pantalla para el computador donde los consejos de endeudamiento responsable son «volátiles», mientras la marca «Presto» permanece fija y visible para la persona.

El endeudamiento ¿es una enfermedad?. Se delega en las personas la responsabilidad del uso de Tarjetas de Crédito, pero sin embargo publicitariamente se invita al enjuiciamiento social por el no uso de ellas. Un claro ejemplo de esto, fue aquel comercial de Tarjetas Visa para navidad, donde aparece una juguetería y muchas personas comprando alegremente, pero cuando una clienta hace uso del pago en efectivo, en la caja de la juguetería, la alegría se acaba. Y el resto de las personas miran con tristeza o mal aspecto a la clienta y cuando ella opta por el uso de la tarjeta de crédito, la alegría vuelve.

Análogamente, el sitio aprendeausarlas es de «Presto», tarjeta de crédito de supermercados Lider quienes, me parece, en un aprovechamiento publicitario promocionan al endeudamiento responsable, pero endeudamiento al fin y al cabo, no a la disminución del consumo y que es lógico: el endeudamiento de las personas es el negocio de estos productos.

La misión descrita en la página dice:

«Queremos ayudar a los chilenos a usar sus tarjetas de crédito con responsabilidad. El programa ‘Aprende a Usar Tus Tarjetas con PRESTO’ surge del compromiso que tenemos con la sociedad.»

Ya en la misión, enganchado con esto de «el compromiso que tenemos con la sociedad», surge la publicidad de PRESTO. Y dentro de los «Consejos de Especialistas», ante la pregunta «¿Cómo hago buen uso de mi Tarjeta de Crédito?», se indica como parte de la respuesta:

«Tu Tarjeta de Crédito lleva impresa la fecha de vencimiento de la misma (expresada en mes y año); debes tener la precaución de renovarla antes de la fecha para evitar problemas con su uso».

¿Eso responde la pregunta?, claro que sí. Porque es parte de seguir usando la tarjeta, que es parte de la pregunta. La reflexión nace entonces en el trasfondo: ¿Cómo disminuyo el uso de la tarjeta?, y que en parte, también de la respuesta a la primera pregunta, indica:

«Evita el uso de muchas Tarjetas de Crédito. Esto te producirá desorden y gastos innecesarios.»

Y aquí viene un sutil inconveniente para Presto, porque Presto no puede indicar qué tipos de tarjetas debe evitar hacer uso la persona o caería en un incentivo del monopolio. Es decir, si partimos por la premisa de que la «ayuda» te la está dando «Presto», se podría pensar que instala de esta manera la reflexión de que te puedes deshacer de todas tus tarjetas y sólo conservar la de Presto.

Es importante indicar que se entrega diversa información generalizada sobre los conceptos involucrados en estos productos de crédito, como son los tipos de crédito, impuestos y tasas de interés, pero esta información es sesgada. No sé si es por una suerte de «subestimación» de la capacidad cognitiva de las personas o sencillamente es para evitar la fuga de clientes. Por ejemplo, indican que las tasas de interés no pueden ser mayores a las que indica la Superintendencia de Bancos, pero no indican cuál es este valor ni qué significa monetariamente esto. Recordemos que cuando uno solicita un crédito o Tarjeta, el valor el crédito informado, directamente es, aquél que ocupas, pero el valor total del crédito que terminas pagando lo sabes después que firmaste el crédito. Yo tuve que repactar con el Banco Santander el pago de una tarjeta justo en el peor momento, en plena crisis bancaria, donde las tasas subieron casi al doble y no te quedaba otra que aceptarla, si no te ibas a juicio. Al momento de «calcular» la cuota, de acuerdo a la tasa, el ejecutivo me entregó un valor, pero al momento de firmar, ese valor era un poco mayor (y en la cuota mensual solamente). ¿Podría haber alegado que se me había indicado un valor diferente?. Tal vez, pero para demostrarlo se requieren pruebas y éstas eran sólamente de conversación entre yo y el ejecutivo. Cosas como estas www.aprendeausarlas.cl no las informa, pero muchas personas se ven enfrentadas a ellas, me percaté ese día en que fui a pactar, por la cantidad de gente que estaba repactando.

Así que concluyo que el mensaje de «aprende a usarlas» es más bien «aprende a quererlas para que sigas consumiendo y no pierdas la posibilidad de seguir haciéndolo. Cuídalas para tenerlas siempre disponibles, pero recuerda que cualquier cosa que pase, es tú responsabilidad. Si me crees la publicidad engañosa, es cosa tuya. Si después la gente te mira feo porque no usas tarjetas y compras al contado, allá tú si haces caso». Como ocurre con el alcohol: legalmente te pueden vender alcohol, aunque te haga mal.

Como consejo personal, no te quedes con eso de que una casa comercial, por compromiso con la sociedad decide ayudarte, porque su negocio es hacerte un responsable, pero deudor y siempre consumista, y la forma de dejarlo, como el alcohol, es compartir tu enfermedad con quienes te rodean, buscando apoyo para dejarlo, pero hay que tener paciencia y confianza en uno mismo, debatir tu problema. No estás sólo. Balancea la felicidad momentánea que te da un crédito de consumo, con la tranquilidad de no tener que darle un importante porcentaje de tu sueldo mes a mes, año a año a una institución a quien no le importas si no puedes pagar.

Creo que la sociedad aprende a encontrar su propio rumbo debatiendo sobre sus problemas, en vez de escuchar consejos cuyos intereses reales son otros.

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