Actualmente se encuentra en fase de desarrollo
¿Un banco ético para América Latina?: la iniciativa que invierte en proyectos «respetuosos con las personas y el medio ambiente»
En un contexto marcado por la desconfianza ciudadana con las instituciones públicas y privadas, un grupo de fundaciones y organizaciones no gubernamentales se encuentra trabajando en la creación del primer banco ético de América Latina, con el fin de promover el uso consciente del dinero.
Joan Melé, catalán miembro del comité de Triodos Bank en España (primer banco ético del mundo), vino a Chile a explicar el concepto de banca ética que sustenta a «2ble Impacto», prototipo que actualmente se elabora en el país. En conversación con El Ciudadano, explica que un banco de este tipo «es capaz de todos los servicios», pero «invierte solo en empresas o proyectos que son respetuosos con las personas y con el medio ambiente».
Melé, quien además es conferencista y promotor de la banca ética, sostiene que un proyecto de este tipo debe asumir como ejes los criterios de inversión y una transparencia radical. «Los bancos y las personas olvidamos que un banco gestiona dinero que no es suyo, es de los clientes. Los clientes tienen el derecho y la responsabilidad de saber qué está haciendo el banco con su dinero. Por eso, un banco ético define muy bien los criterios de en qué invertirá y en qué no», comenta.
Y agrega que «un banco tiene que contar hasta el último céntimo qué está haciendo con el dinero, para que los clientes puedan ver si están de acuerdo o no o si ha habido algún error».
«Queremos que el dinero genere riqueza social en todos los ámbitos»
La idea de una banca ética responde críticamente al funcionamiento de la economía especulativa. Así lo explica Joan Melé, quien afirma que el proyecto de banca ética apunta a una economía «humana y real», porque a su juicio, «el cáncer de la economía mundial es que más del 99% del dinero que cada día se mueve en el mundo, es especulación. Detrás no se produce nada y se podrían financiar grandes proyectos que generarían miles de puestos de trabajo».
Joan Melé
Como contrapunto, declara que el objetivo de la iniciativa «es que el dinero genere riqueza social en todos los ámbitos (…) es hacer banca, pero una moderna, profesional y humana, ayudando a que el dinero circule creando riqueza para todos, no para unos cuantos (…) Lo que queremos es que el dinero genere riqueza social en todos los ámbitos».
En este sentido, uno de los focos de atención identificados por Melé reside en la educación. «Cómo educamos a los niños para que de adultos no acaben corruptos, porque los niños de pequeños son inocentes. Cómo estamos educando, cuál es el modelo competitivo, de obsesión y codicia que finalmente acaba en corrupción», se pregunta el especialista.
De ahí que otro de los pilares de su trabajo sea la promoción de la educación financiera consciente, sobre todo a partir de la revisión de la experiencia chilena. «Chile tiene un exceso de endeudamiento. Las familias se endeudan y piden créditos para comprar cosas que no necesitan y créditos para tapar otros créditos. La gente también tiene que ser autocrítica (…) No todo es el consumo», advierte.
¿Banco para una nueva economía?
Sebastián Cantuarias, director ejecutivo de la Fundación Proyecto Propio, es uno de los impulsores de «2ble Impacto». El ingeniero comercial explica a El Ciudadano que para crear el banco ético en nuestro país resulta necesario levantar un capital de US$ 32 millones, de acuerdo a las exigencias de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF). La cifra representa más de 21 mil millones de pesos chilenos.
Sebastián Cantuarias
Una de las metas de los impulsores de «2ble Impacto» es que el banco abra su primera sucursal en los próximos 5 años. De hecho, las organizaciones acaban de finalizar un estudio de prefactibilidad, que arrojó las siguientes conclusiones: además del capital inicial de $21 mil millones, entregará utilidades al sexto año de funcionamiento con una rentabilidad anual de 13%; el ámbito de las inversiones se enfocarán en proyectos de energía renovable, agricultura orgánica, innovación tecnológica, cultura, reforestación e infraestructura pública; su dotación de colaboradores será entre 80 y 100 personas; y su directorio será paritario.
«Lo que tenemos pensado es un proceso donde partimos con la plataforma que tenemos hoy, que es «2ble Impacto». Esta plataforma va a pasar a una segunda etapa, que seguramente va a ser un fondo de inversión o una cooperativa de ahorro y crédito, no lo tenemos claro, y cuando esto vaya agarrando vuelo y generando forma, esto se va a transformar en el banco», apunta Cantuarias.
El ingeniero comercial pone el acento en que el proyecto pretende abarcar a toda Latinoamérica. «En esto que parte como un movimiento ciudadano de personas y que va avanzando a transformarse en esta empresa, que es un banco tal cual como los conocemos, pero es un banco con propósito, que usa tu plata para financiar esta nueva economía que está emergiendo y que queremos que cambie el mundo», señala.
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