Conociendo el Banco Central

Vamos a clarificar la figura del Banco Central en Chile y ver extrañas particularidades

Hoy la política monetaria está bajo absoluto control de esta institución, por tanto, el Estado no tiene dominio sobre esta rama de la economía que se preocupa por la estabilidad económica nacional. Es un organismo privado que está en manos de grandes grupos empresariales y bancarios.

Por Bárbara Bustos

12/02/2015

Publicado en

Chile / Economí­a

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El Banco Central vela por las finanzas nacionales. Para entender las razones que impiden la participación del Estado y ciudadanía en las políticas monetarias se debe poner bajo foco a esta institución, y analizar quiénes estuvieron tras su creación y cómo está constituido. Actualmente, la ley estipula que es un organismo  autónomo, de rango constitucional, de carácter técnico, con personalidad jurídica, patrimonio propio y duración indefinida.

Partiendo por su creación, durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma en el año 1925, podemos ver que quienes impulsaron y entregaron asesoría en el diseño de la ley que creó el Banco Central, fue Estados Unidos por medio de su Comisión de Consejeros Financieros. País que siempre ha mantenido particular interés por intervenir en las economías latinoamericanas, su presencia aquí no es extraña. ¿Cómo nos afecta que haya intervenido? Desde entonces este país ha mantenido un modelo económico neoliberal que es del todo recalcitrante, y sus recomendaciones surgieron bajo esa lógica.

Por otra parte, la autonomía absoluta que hoy ostenta la institución fue consolidada en 1975 al inicio de la Dictadura cívico-militar; esto se logra al suprimir toda la propiedad estatal del Banco y finalmente privatizarlo. La medida logró que el Estado quede impedido para realizar cualquier acción regulatoria hacia él, y esto lleva a que tampoco tenga control sobre la política monetaria nacional. Y podemos ver que cuando el mundo privado tiene autonomía, también posee una libertad que siempre termina pesando sobre el pueblo.

Desde el inicio quedó establecido que su objetivo es velar por la estabilidad de la moneda, o sea, evitar que su valor se deteriore como resultado de la inflación de precios. Además, tiene que procurar el normal funcionamiento de los pagos internos y externos. Lo que debemos cuestionar es si esos objetivos buscan salvaguardar esta dimensión de la economía en pro de los intereses de los chilenos, y pareciera ser que el Banco Central no lo hace precisamente con esta motivación. Por ejemplo, según el Informe de Política Monetaria de la institución de diciembre, este año la moneda nacional mantendrá su desvalorización de acuerdo a patrones históricos, y advierte que debido al escenario externo se podría provocar una depreciación adicional del peso. O sea, se podría hablar que no se está cuidando de modo eficiente la estabilidad de la moneda.

Por una parte, no dejan que exista intervención del Estado, aunque la realidad nacional nos deja claro que este no tiene un rol proteccionista ante los chilenos, supuestamente de poder influir debería controlar el Banco pensando en nosotros. Y por otra, desde su inicio quedó en evidencia con que intención se crea el organismo, ya que el 70% de quienes estaban a cargo fueron elegidos por grandes grupos bancarios y empresariales y solo el 30% por el gobierno.

Es así como se ha hecho posible que la política monetaria esté bajo absoluto dominio del Banco Central, por tanto, el Estado no tiene control sobre esta rama de la economía que se preocupa por la estabilidad económica nacional. Recordemos que la institución goza de autonomía liberadora para continuar sumando beneficios a las clases empresariales y bancarias chilenas. Aquí queda en evidencia los intereses creados que hay desde un inicio, al ver que Estados Unidos intervino en su creación, quienes están a cargo y entender su carácter autónomo y privado. Por lo último, parte de la economía de Chile está en manos de privados.

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