Van Rysselberghe y sus relaciones con la industria pesquera hunde a la UDI en nuevos abismos

Al descubierto quedó la Senadora y recién electa Presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, por una investigación realizada por Ciper que da cuenta de los fraudulentos caminos que ha tomado la parlamentaria para llegar a la posición política en la que está.

Según la investigación, Van Rysselberghe ha sido financiada por la Asociación de Industriales Pesqueros del Bío Bío (Asipes) desde el año 2000, cuando llegó a ser alcaldesa de Concepción. Su más que estrecha relación con Luis Felipe Moncada, presidente de la asociación en ese entonces, quedó clara en numerosos correos que muestran cómo Moncada pauteó a la cuestionada senadora cuando se discutía la Ley de Pesca.

Durante el tiempo en que se gestionaba la ley, Moncada y Van Rysselberghe mantenían frecuentemente conversaciones por correo en los que el timonel pesquero daba órdenes a la parlamentaria:

• “Coca (como el empresario se refiere a la senadora): el proyecto de pesca con línea de mano de jurel para los artesanales, fuera de la cuota global anual, será aprobado en la sala de la Cámara de Diputados y luego irá al Senado. Este tiene los inconvenientes que se indican abajo”.
• “Vienen solo cuatro indicaciones en el correo de la Subpesca. Las necesito todas, entiendo son más de 20, para darte opinión de c/u. Sugiero presentar todas las indicaciones que te envié y luego las negocias. Te remitiré esta noche un ordenamiento de cada una, esto es, qué representan y por qué se presentan en cada caso”.
• “A la Concertación hay que explicarle que es una mejora al proyecto, para que sea compatible con la filosofía de pesca sustentable y para recuperar las pesquerías”.
• “Si crees más posible se apruebe si es presentada por C. Goic(la senadora DC), estaría bien”.

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo Moncada no sólo influía sino que ordenaba a la actual senadora para que la Ley de Pesca se adecuara a los intereses de las grandes pesqueras en desmedro de los pescadores artesanales.

Joel Chávez, ex asesor de Van Rysselberghe, trabajó junto a ella desde el año 2002 cuando era alcaldesa, siguió el 2010 cuando Piñera la nombró Intendenta del Bío Bío y también participó en la campaña senatorial del 2013.

Chávez denunció que “(Ella) recibía correos con las indicaciones que tenía que presentar al proyecto. Yo a veces tenía que firmarlas electrónicamente e ir a presentarlas en las comisiones o secretarías respectivas. Ella recibía correos y llamados con instrucciones para presentar indicaciones a proyectos, para suspender comisiones y atrasar proyectos (…). Las indicaciones se las enviaban ya redactadas de la empresa Asipes, del remitente Luis Felipe Moncada. Estos correos iban con copia a Juan Pablo (Morales, otro asesor de la senadora), yo era solo el ejecutor. Recibía un documento, lo firmaba electrónicamente y lo iba a presentar”.

Pero los favores no son gratis. La parlamentaria no sólo guió todo el proyecto a gusto de la industria pesquera, sino que también toda su campaña política desde comenzó ha sido financiada por la asociación y Moncada, que dejó su cargo de presidente recién en septiembre pasado, a través de boletas ideológicamente falsas, algunas declaradas legalmente en el Servel haciéndolas pasar por asesorías.

Boletas de 5 millones, 9 millones, 25 millones y así sucesivamente. Más de 100 millones de pesos en campañas políticas para que Van Rysselberghe obtuviera cargos públicos y lograra traspasar los intereses de privados a las políticas públicas.

El diputado Aguiló, Presidente de la Izquierda Ciudadana, declaró que el caso “es la expresión máxima de la indecencia y la corrupción, y esta senadora, al presidir un partido como la UDI, arrastra a todo el partido a la misma indecencia y corrupción”.

La senadora y recién electa Presidenta de la UDI, siguió a pie de letra todas las indicaciones que Moncada le mandaba por correo, incluso llegando a enviarle el proyecto de ley para que le pudiera hacer comentarios e indicaciones que ella presentó todas las veces que se lo solicitó. Finalmente la Ley de Pesca fue redactada según lo que Asipes le pidió, con total indiferencia a los intereses del país.