La eterna transición a la democracia

Estamos en un punto de quiebre nuevamente, en un escenario donde la incertidumbre de si es posible acabar con los legados de la dictadura y la construcción de un país y modelo económico en beneficio de unos pocos se acaba, o se perpetúan para los mismos de siempre

Por Director

19/12/2022

Publicado en

Chile / Editorial / Política / Portada

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Estamos en un punto de quiebre nuevamente, en un escenario donde la incertidumbre de si es posible acabar con los legados de la dictadura y la construcción de un país y modelo económico en beneficio de unos pocos se acaba, o se perpetúan para los mismos de siempre.

La institucionalidad ha decidido iniciar el proceso Constituyente 2.0 ésta vez con un mecanismo que tiene retroceso democrático respecto al anterior.

No faltará quien quiera negarlo, pero es así. Serán menos los electos directamente por el soberano para presentar al pueblo en la propuesta de Nueva Constitución.

No obstante, aparece una vez más esa solicitud implícita de tener un voto de confianza en el proceso, pues, nadie conoce aún el texto que elaborarán los expertos y nada podría ser peor que el status quo en el que nos dejó la operación del rechazo.

Se ha avanzado en la medida de lo posible, y se nos pide confiar en la institucionalidad,  cuando ésta nos ha fallado, desde 1973 a la fecha, en una eterna transición a la democracia donde el “en la medida de los posible” se ha hecho carne.

Cabe preguntarnos, ¿Tenemos hoy un gobierno en su esencia diferente al que pactó la anterior transición?  ¿Se trata se una nueva generación de recambio tomando criterio de realidad nuevamente de que los poderes de facto no fueron dimensionados?

No pretendemos dar la repuesta, éste es un gobierno demasiado nuevo para sacar conclusiones apresuradas. Pero hay algo claro, y es que si no queremos vivir en el loop de la eterna transición a la democracia otra década más, la organización social chilena debe despertar de la “pandemia neoliberal” y ponerse de pie tras el golpe del rechazo en pos de ser protagonista desde las calles y redes, desde el territorio en este proceso constituyente 2.0, y que el contenido del texto de respuesta a las históricas demandas del pueblo de Chile.

El Ciudadano

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