Teletón: Mejor no hablar de ciertas cosas

  Ante las repercusiones desatadas en las redes sociales y los masivos comentarios en nuestros artículos sobre la Teletón, junto a la vinculación que tendríamos con la nota publicada por el periódico El Mundo de España, aclaramos lo siguiente: NO somos autores de la nota apuntada como raíz del conflicto “Teletón: 32 años de estafa”, […]

Por Leonel Retamal

06/12/2011

Publicado en

Editorial / Medios

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Foto: Teletón (http://www.flickr.com/photos/teletonchile/)

 

Ante las repercusiones desatadas en las redes sociales y los masivos comentarios en nuestros artículos sobre la Teletón, junto a la vinculación que tendríamos con la nota publicada por el periódico El Mundo de España, aclaramos lo siguiente:

NO somos autores de la nota apuntada como raíz del conflicto “Teletón: 32 años de estafa”, (publicado el 26 de noviembre de 2010) puesto que, como señala explícitamente al comienzo y al final del artículo, “es un contenido externo, incorporado a esta web por” un periodista de nuestro medio, quien no es el autor, como algunos comentarios lo han expresado falsamente.

Aquella nota reseñada, está publicada en una sección dedicada a las colaboraciones externas llamada “Ciudadanos al Poder”, que se destaca por incluir notas, artículos o ensayos de diverso carácter y tendencia política, con el fin de avivar la discusión, tan masticada, pero escasamente digerida.

Es cierto que nuestro medio da cabida a voces disidentes de la Teletón, clarificando en todo momento las diferencias que hay en fondo y forma. No existe un cuestionamiento a su encomiable labor, sino a la forma de financiamiento y el marketing desatado que se produce en los días previos y durante las 27 horas de transmisión; es una crítica a la ideología que está detrás del show, tal como lo planteó en su momento Gladys Marín en un video que se puede ver en Youtube.

Así lo señalamos en nuestro editorial Nº 92,

“Absolutamente nadie, ni usted ni aquél ni nosotros, podríamos ser contrarios a una obra benéfica y solidaria que apunta a la rehabilitación e inserción de personas con problemas de movilidad. Pero el derecho a la duda de su forma y el cuestionarla por lo menos, lo creemos necesario, pues cuando en dos días se utiliza el sufrimiento de niños y jóvenes para lavar la imagen pública de empresas y consorcios que atentan gravemente contra los derechos de sus trabajadores y el medio ambiente los 365 días del año, algo comienza a oler mal.

¿El fin justifica los medios? Después de 33 años de teletones no es extraño pensar que lo que aquí se ha hecho es tomar un tema de alta sensibilidad social para lograr un objetivo que dista en parte al declarado. Sin duda, la Fundación desempeña una importante labor al atender a muchos niños que no tienen posibilidad de acceder a los costosos tratamientos médicos que requieren. Tratamiento gratuito si están en Fonasa y se ubican en los grupos A o B”.

Las notas generadas en nuestro medio, son firmadas por el autor/a y están supeditadas a la rigurosidad técnica y profesional debida y exigible a todo profesional del periodismo. No sólo planteamos una agenda distinta, sino también entendemos que hay ciertas bases técnicas y de oficio sobre las cuales aspiramos a trabajar.

Hemos publicado diversos reportajes, de autoría de nuestros periodistas, debidamente firmados e investigados. En nuestra edición Nº 92 de la primera quincena de diciembre de 2010, dedicamos nuestro editorial, y varios artículos interiores a tratar el tema con una mirada crítica, pero rigurosa, así como otros en nuestro sitio web.

Cabe destacar entre ellos “Teletón: La breve fantasía de un país solidario”, “Empresas en la Teletón: Entre la beneficencia, el negocio y el lavado de imagen”, “Luis Vera, del Colectivo Palos de Ciego: “La discapacidad es una relación social” e incluso, una carta de la Fundación Nacional de Discapacitados, que agradece nuestra publicación. Además, en nuestra reciente publicación Nº 115, apuntamos a las precarias condiciones en que trabajan los cajeros del Banco de Chile, versus las ganancias de la entidad.

Finalmente, deseamos derivar la discusión en torno a la necesidad de acabar con el status quo de los temas de opinión pública, puesto que cualquier intento de plantear visiones críticas es menospreciados o acallado. Esto sucede ahora con el tema de la Teletón, pero en nuestro medio nos topamos a diario con la complejidad de plantear nuestra propia agenda y enfoques distintos en un medio periodístico donde, a pesar de la evidente superación de las ideas ‘objetivizantes’ en el periodismo, se esfuerza por hacernos creer que representa una visión imparcial de la realidad social, cuando responde –per se– a lineamientos ideológicos no transparentados, como sí lo hacemos en nuestra publicación.

Equipo El Ciudadano

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