Educación y religión

Indignante: colegio pidió comprobante de credo a alumnos para eximirlos de Religión

En ningún caso se justifica la exigencia de un documento para acreditar creencias religiosas que sean distintas a las del colegio al cual se asiste para renunciar a las clases de religión.

Por Ángela Barraza

16/03/2016

Publicado en

Chile / Educación

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“Ante la negativa de su alumno de recibir, como corresponde, la asignatura de Religión, necesitamos que envíe a la brevedad, una autorización del representante de la iglesia que profesa, ya que debemos evaluarlo (como indica el Ministerio de Educación) en la asignatura antes mencionada, ya que, ante esta elección del joven, como Colegio sólo podemos calificarlo con el concepto mínimo.

Atentamente La Dirección”

Este fue el mensaje que una apoderada del English College de Talagante hizo pública en redes sociales porque el colegio le estaba exigiendo a su hijo ser evaluado en clases de Religión, a pesar de que el niño se encuentra eximido de la asignatura.

Esta circular se le entregó a varios apoderados en una reunión ya que decidieron que sus hijos no cursaran la asignatura.

Lo curioso es que el colegio les exige un documento que sea extendido por un representante de su iglesia, sin tomar en consideración que los niños pueden provenir de familias que no profesen credo ni religión alguna.

Según informa Bio-Bio, la directora y fundadora del colegio, Maria Eugenia Welles, defendió el contenido de la circular e indicó que todo se originó tras una encuesta de la provincial de Educación aplicada a los alumnos, donde se les habría preguntado si querían asistir a clases de Religión. Ante la amplia negativa señalada por la directora, el colegio decidió pedir el comprobante a sus padres para asegurarse de que tenían un credo distinto al Católico y evaluarlos según sus creencias.

“La ley da libertad absoluta a los niños. Como ahora les dan libertad para todo, también les dan libertad para las clases de religión”, enfatizó molesta la directora.

Sin embargo, parece que la directora del colegio no está muy informada sobre la ley, la cual -desde 1983- deja muy en claro que únicamente los padres pueden eximir al estudiante de la asignatura. Esta condición debe ser presentada por escrito al momento de la matrícula y respetado obligatoriamente por el establecimiento educacional.

Las clases de religión, son completamente optativas y ni siquiera en establecimientos de carácter confesional te pueden obligar a que tu hijo asista a dichas clases. Por lo anterior, no tienen ninguna preponderancia en el promedio de notas y tampoco son influyentes a la hora de determinar si un alumno pasa o no de curso. Es decir, ningún niñ@ puede quedar en condición de repitencia por el curso de religión.

La apoderada que realizó esta denuncia, ha preferido mantenerse en el anonimato para no perder la matrícula de su hij@ y para no tener represalias de ningún tipo y quien se hizo cargo de denunciar esta mala práctica del colegio fue Úrsula Eggers, quien recibió este caso. Úrsula tuvo que padecer una situación similar con su hijo de 7 años en un colegio municipal de Providencia. El niño fue obligado a asistir a clases de Religión, a pesar de haber renunciado a la materia en el momento de la matrícula, situación que quedó por escrito.

En dicha oportunidad, la Superintendencia sancionó al colegio con una multa de 54 UTM, equivalente a $2.400.000 pesos. Además, la madre realizó una demanda en contra de la Municipalidad de Providencia a razón del daño moral y psicológico del que fue víctima su hijo, porque lo tuvieron que cambiar de colegio. Eggers abrió una página en Facebook luego de su experiencia y señaló que recibe, de manera frecuente, casos de similares características a las que ella tuvo que enfrentar en su momento.

Por su parte, la Sociedad Atea de Chile anunció que no descarta la posibilidad de entablar acciones legales en contra del English College de Talagante ya que estaríamos en presencia de un caso de discriminación por credo, según expresó Luis Cárdenas, miembro de la entidad.

Claramente, el colegio, al pedir certificado de credo pone en una situación complicada a los niños cuya proveniencia es del seno de familias ateas o agnósticas. Lamentable «cacería de brujas» en pleno siglo XXI. Es de esperar que el Ministerio de Educación se haga cargo de esta situación tome las acciones correspondientes.

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