Los científicos del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) iniciaron con éxito el experimento de física más poderoso del mundo bajo los Alpes.
Los ingenieros hicieron circular los primeros rayos de partículas subatómicas alrededor de un túnel subterráneo de 27 kilómetros que contiene el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).
Hasta el momento se han lanzado dos rayos, que fueron impulsando los protones alrededor del acelerador. El primero -lanzando en el sentido de las agujas del reloj- completó el recorrido de túnel subterráneo a las 8:30GMT.
El segundo rayo, emitido en dirección contraria, completó el recorrido a las 13:00 GMT.
«Hoy es un día histórico, después de 20 años de trabajo y esfuerzo de miles de científicos de todo mundo», le dijo a la prensa el director general del CERN, Robert Aymar. «Por primera vez se ha conseguido que el acelerador aceptara las partículas y que éstas circularan», agregó.
Éste no es el primer colisionador de átomos que se construye en el mundo, pero sí el más veloz y potente. Su construcción costó cerca de US$10.000 millones.
Big Bang
En las próximas semanas, el LHC acelerará dos haces de protones -pequeñísimas partículas subatómicas- en sentidos opuestos, a velocidades extremadamente rápidas, (hasta más de 99,9% de la velocidad de la luz).
Esto significa que los protones que correrán a lo largo del túnel podrán llegar a dar hasta 11.000 vueltas por segundo. Y el choque de estas partículas recreará las condiciones en que se encontraba el universo fracciones de segundo después del Big Bang, hace más de 13.000 millones de años.
«Podremos ver dentro de la masa de una forma más profunda que antes», explicó antes de que se iniciara el experimento la doctora Tara Shears, física de la Universidad de Liverpool. «Seremos capaces de ver de qué estaba hecho el Universo una mil millonésima parte de segundo después del Big Bang. Eso es sorprendente y fantástico».
Teorías
Los investigadores esperan que las partículas que observen puedan confirmar una serie de teorías, principalmente la explicación de lo que es la masa.
También esperan encontrar evidencias de nuevas partículas súper pesadas que podrían explicar la materia oscura y la energía oscura.
Y es que, tal como explican los físicos del CERN, para entender de qué están hechas las cosas y las fuerzas que las mantienen juntas es necesario descomponer los constituyentes subatómicos de la materia.
Pero algunos críticos del CERN están preocupados de que el poder concentrado en el LHC genere pequeños agujeros negros que podrían destruir el Universo.
Los científicos rechazan esos temores, arguyendo que han realizado extensas pruebas de seguridad. Dicen que si algunos agujeros negros fueran creados estos desaparecerían en un instante.
Ningún peligro
El profesor Tejinder Virdee, que trabaja en uno de los experimentos de detección en el CERN, dice que la evidencia científica y natural demuestra que no hay ningún peligro.
«La naturaleza produce de manera rutinaria colisiones y rayos en la atmósfera superior que tienen niveles muchísimo más altos de lo que estamos haciendo nosotros. Así que el experimento ya lo ha realizado la naturaleza sobre la tierra unas cien mil veces y todavía seguimos aquí», dijo el profesor Virdee a la BBC.
Los científicos reconocen no poder predecir qué aplicaciones prácticas pueden resultar del LHC.
Sin embargo, ya se está desarrollando un tipo de internet más avanzado llamado Grid para manejar toda la información que sale de las máquinas detectoras.
El proyecto ha tomado 20 años de preparación, ha costado US$10.000 millones y en él han participado unos 10.000 científicos de 70 países.
Fuente: BBC Mundo