Educar para la felicidad: El desafío de la docencia del siglo XXI

Según el maestro colombiano Juan Sebastián Hoyos

El Experto en educación considera que actualmente es esencial educar para la vida, y no sólo para el examen


El maestro Juan Sebastián Hoyos está convencido que el propósito de la educación no es exclusivamente el desarrollo intelectual sino el desarrollo de las distintas dimensiones del ser: cuerpo, emociones, carácter, intelecto, relaciones, espíritu.

Hoyos, desde el vicerrectorado del reconocido colegio Gimnasio Moderno de Educación, de Bogotá, Colombia, fundado en 1914, promueve la educación positiva, una modalidad de enseñanza-aprendizaje que se enfoca en aquellos aspectos que, según las Ciencias del Bienestar, influyen en la felicidad y el florecimiento de las personas.

Se centra en la salud física, emociones positivas, relaciones positivas, fortalezas del carácter, valores humanos, búsqueda de sentido y propósito, contribución a otros, resiliencia, autoconocimiento y cultivo de paz interna, entre otras.

Explicó Hoyos que la Psicología Positiva comenzó a promoverse en el 2015. Se dio porque está muy alineada con la razón de ser del colegio: educar para la felicidad y para el liderazgo, y desarrollar el carácter (virtudes y valores) de los estudiantes. También contribuir a una mejor sociedad.

Todos estos aspectos son esenciales para la Educación Positiva, basada en la Psicología Positiva aplicada en las instituciones educativas, dijo en entrevista con el diario colombiano El Espectador.

El maestro Juan Sebastián Hoyos está convencido que el propósito de la educación no es exclusivamente el desarrollo intelectual sino el desarrollo de las distintas dimensiones del ser: cuerpo, emociones, carácter, intelecto, relaciones, espíritu. Foto: El Espectador.

Para respaldar este concepto, Hoyos comentó que Miguel de Zubiría, una de las personas que más ha investigado sobre suicidio y depresión en Colombia, asegura que la mejor forma de prevenir el suicido y la depresión es a través del cultivo de la felicidad y de aplicar las herramientas de la Psicología Positiva, tratando de desarrollar y fortalecer las virtudes y los valores, así como el carácter de los estudiantes.

“La depresión y el estrés -explicó el experto- son las enfermedades del siglo XXI, según la OMS. Los colegios debemos trabajar en el desarrollo integral de nuestros estudiantes y no sólo en lo intelectual”.

Dijo que 9 de cada 10 padres quieren la felicidad para sus hijos, por encima de otra cosa. “Y, sobre todo, necesitamos un cambio de conciencia en nuestras nuevas generaciones”, apuntó.

Para ello, dijo,  debemos trabajar en las virtudes, los valores, las emociones, el autoconocimiento y la contribución a otros. “Es esencial educar para la vida, y no sólo para el examen”, enfatizó.

Creer que la calidad en la educación se refleja solo en las buenas notas, en matemáticas y lenguaje, es desconocer las distintas dimensiones del ser humano y tener una visión muy limitada del desarrollo. Foto: Alguien.es

Para Hoyos creer que la calidad en la educación se refleja solo en las buenas notas, en matemáticas y lenguaje es desconocer las distintas dimensiones del ser humano y tener una visión muy limitada del desarrollo.

Precisó que las cinco principales ventajas de la psicología positiva son las siguientes:

1. Previene la depresión.

2. Promueve el autoconocimiento y la reflexión.

3. Fomenta la creatividad.

4. Potencia el aprendizaje.

5. Hace un énfasis en la construcción de un sentido de vida, algo que es esencial, como decía Viktor Frankl.

La educación en la casa

Lo más importante antes de llevar al aula esta modalidad de educación, es promover la formación y transformación de los profesores, para que su ejemplo y el ambiente que construyen, eduque.

Al explicar cómo se aplica la psicología positiva en el entorno familiar, Hoyos señaló que se comienza con el ejemplo y con el ambiente que tratamos de construir en la casa.

En segundo lugar, trabajando en esas dimensiones: en el bienestar físico, en el cultivo de emociones positivas con un énfasis en la gratitud, en el carácter con virtudes y valores, en el sentido y propósito a través del cultivo de la vida espiritual con la meditación y el contacto con la naturaleza.

“Es enseñar a saborear y apreciar la vida, disfrutar la contribución a otros con donaciones, actos de bondad y tratar de servir a los demás desde nuestras fortalezas, pasiones y conocimientos”, aseveró.

Dijo que “a mí me llena de sentido ayudar a difundir la Psicología Positiva y la Filosofía Oriental, en especial el Yoga-Vedanta, porque ahí he encontrado dos senderos que ayudan a mejorar la vida”.

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