Estancamiento del proyecto de desmunicipalización podría quebrar diálogo entre gobierno y secundarios

El proyecto de Nueva Educación Pública (o desmunicipalización) está en peligro. Eso creen desde la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CoNES), organización que esta mañana hizo entrega de una carta dirigida a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, con el fin de que el gobierno dé un nuevo impulso a la discusión del proyecto en el Congreso. Los estudiantes advierten que, de no haber avances en la materia, podrían quebrar la mesa de diálogo que mantienen con el Ministerio desde agosto.

La instancia se interrumpió provisoriamente a mediados de octubre, según detalló José Corona, vocero la CoNES, en conversación con El Ciudadano. Luego del período relacionado con la rendición de la Prueba de Selección Universitaria se retomaría el diálogo en la mesa, «pero esto se ha visto frustrado producto de que no se está legislando proyecto de ley, porque comprendemos que sin proyecto no puede haber un nuevo sistema de financiamiento», afirmó el dirigente.

Respecto de los avances y acuerdos alcanzados en la instancia, Corona reconoce que el financiamiento basal, una de las principales banderas de los estudiantes, se mantiene en disputa. «Lo hemos planteado, esperamos que podamos tener una pronta respuesta. Al menos concordamos que es importante financiar la educación de una manera distinta», relató.

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El dirigente secundario agregó que para la CoNES «es fundamental que se pueda dar continuidad a la mesa, pero para eso el gobierno debe ejercer presión hacia los senadores de la Nueva Mayoría que han estado entrampando proyecto de ley». ¿A quiénes apunta Corona? A los senadores Ignacio Walker (DC) y Fulvio Rossi (ex PS), porque a juicio del representante estudiantil «han querido desarticular el proyecto de ley».

«El senador Rossi ha estado de acuerdo con los planteamientos de Harald Beyer (ex ministro de Educación de Piñera) y del Centro de Estudios Públicos (CEP), frente a desarticular el esqueleto general de la reforma. Nos parece preocupante, porque la reforma creará un nuevo sistema de educación descentralizado y estatal, a diferencia de lo que quieren Beyer y Rossi, que es un sistema mixto», explicó.

FUGA DEL SISTEMA PÚBLICO

La acción desarrollada por la CoNES se orientó además a la realización de un llamado de atención a las autoridades por la caída sostenida de la matricula de establecimientos municipalizados. Datos del Ministerio de Educación (Mineduc) indican que actualmente, la educación pública corresponde a un tercio del sistema y con tendencia a la baja. De 2014 a 2015 la matrícula municipal descendió 1,1% y este año la caída fue de 1,3%, quedando conformada por 1.273.530 estudiantes, 17 mil menos que el año pasado.

¿Qué ha tenido que pasar para que el sistema público se encuentre en este estado? Víctor Orellana, investigador de Nodo XXI, sostiene que «en la reforma dictatorial, había la voluntad de acabar con la noción de educación pública, para que no sea una responsabilidad colectiva, sino que individual. Los gobiernos democráticos profundizaron eso en una radicalidad mucho mayor que la propia dictadura. Yo diría que está amenazada la existencia misma de la educación publica, en el entendido de que en un diseño de mercado, queda como una suerte de focalización a los más pobres. Entonces, es una educación que manifiestamente, de manera explícita, está pensada para una parte más baja de la sociedad y no para toda la sociedad».

José Corona valora que el proyecto de desmunicipalización plantee una nueva institucionalidad dedicada exclusivamente a la administración de la educación, sin embargo piensa que la capacidad de la reforma para contener la fuga pasa por establecer un nuevo sistema de financiamiento. En palabras del dirigente, «es importante que del proyecto de ley se pueda tener un nuevo sistema de financiamiento para la educación pública, ya que es uno de los principales factores de por qué se ha perdido matricula durante los últimos años».

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Junto a la fuga del sistema municipal, se ha dado el fenómeno inverso, porque el sector privado creció un 4,3% para este año y el particular subvencionado lo hizo en un 0,3%. Según explica Víctor Orellana, «la política pública ha sido más bien destruir la educación pública, de tal manera de volverla indeseable. Yo me pregunto, ¿cuántos ministros de Educación, cuántos parlamentarios tienen a sus hijos en la educación publica o han construido una educación pública para que puedan ir sus hijos?».

«Lo que esta pasando como país es que cada papá se salva solo, por decirlo de alguna manera. Tenemos una enorme crisis con el problema del Sename. Estos significa que la responsabilidad social sobre los niños no la estamos llevando adelante bien y la educación es la respuesta a la responsabilidad social por los niños, en el sentido de que todos somos padres y madres de los hijos de la sociedad. Entonces, sin un sistema de educación pública fuerte, que sea un agente socializador de verdad, cada uno seguirá salvándose como pueda», agrega el sociólogo.

El diagnóstico que realizan Corona y Orellana coincide en cuanto a los efectos que un fenómeno de esta naturaleza puede generar en la sociedad, considerando que la educación pública está recibiendo a los estudiantes más vulnerables y que no pueden pagar para acceder al sistema particular o que «no tienen alternativa en ingresar al mercado», según comenta el investigador de Nodo XXI.

«Vamos hacia una sociedad de castas, hipersegregada», sostiene Víctor Orellana, mientras que José Corona cree que «seguirá dándose la segregación y la desigualdad dentro de la sociedad chilena, si es que no se hace un cambio radical en este ámbito, porque la educación pública no solo es gratuita, sino que también juega un rol democratizador del conocimiento para toda la población».