Los beneficios de la igualdad de género en educación son mucho más amplios de lo que se cree

La brecha de género en la educación nos afecta a todos. Muchos estudios han mostrado que la igualdad en este ámbito tiene beneficios sociales y económicos de largo alcance y que otorga más poder a los individuos de ambos géneros.

Niñas en la escuela en Sierra Leona Imagen Global Partnership for Education

Niñas en la escuela en Sierra Leona. Imagen: Global Partnership for Education

La igualdad de género en la educación es una meta crucial para construir una sociedad mejor. Pero incluso en pleno siglo XXI hay muchas niñas del mundo con pocas posibilidades de poner un pie en una sala de clases para aprender a leer y escribir.

Solo un 40% de los países ofrecen igualdad de acceso a la educación para niños y niñas, y de acuerdo a un informe de la UNESCO, dos tercios de la población analfabeta adulta del mundo (774 millones) están constituidos por mujeres. Gran parte de esta desigualdad está en el África subsahariana, donde en más de 12 países, menos de la mitad de las mujeres saben leer.

Parece casi ridículo intentar argumentar los beneficios de que la mitad del mundo tenga acceso a la educación, pero se vuelve más necesario cuando nos damos cuenta de que esta situación es inseparable de una serie de problemas sociales realmente importantes.

La brecha de género en la educación nos afecta a todos. Muchos estudios han mostrado que la igualdad en este ámbito tiene beneficios sociales y económicos de largo alcance y que otorga más poder a los individuos de ambos géneros.

Uno de esos estudios encontró que la educación de las mujeres ayuda a reducir el riesgo de muerte infantil. La investigación mostró que cada año adicional en la educación de una madre reduce la probabilidad de muerte en un 5 a 10 por ciento, dependiendo del país.

Imagen Unesco

Imagen Unesco

Otra investigación indicó que un bebé nacido de una madre que sabe leer, tiene un 50 por ciento más de posibilidades de sobrevivir después de los 5 años. Además las mujeres educadas son menos propensas a casarse jóvenes y más propensas a tener familias más pequeñas y saludables. También es más probable que estas mujeres envíen a sus hijos e hijas al colegio.

La prevención de VIH también es un asunto que se puede prevenir con mayor fuerza cuando se tiene acceso universal a la educación básica. El informe de brecha de ONUSIDA de 2014 destacó cómo los logros educacionales de las mujeres están ligados a un mayor éxito en las estrategias de prevención del VIH.

«Un estudio realizado en 32 países encontró que las mujeres con educación post primaria tenían 5 veces más probabilidades de tener conocimientos sobre el VIH que las mujeres no alfabetizadas, mientras se encontró que las mujeres no alfabetizadas tenían 4 veces más posibilidades de creer que no es posible prevenir el VIH», relata el mencionado informe.

Junto a todos estos beneficios para la salud pública, se estima que las economías de algunos países pierden más de mil millones de dólares al año por el descuido de no garantizar que las mujeres tengan acceso a los mismos niveles educacionales que los hombres.

Todos estos efectos son adicionales a las evidentes ventajas personales que representa la educación, además de los beneficios que traen para toda la sociedad los logros de las mujeres en ciencia, tecnología, artes y cultura.

El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones