Masturbación Femenina. El placer guardado bajo 7 llaves


Por Cristian

22/12/2005

Publicado en

Educación

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Algunas prefieren frotarse pechos, recorrer su cuerpo con delicadas caricias, otras simplemente permanecen rígidas y esperan la llegada del momento cúlmine, las hay que gimen y gritan, también aquellas que permanecen en silencio absoluto; pocas son las que usan juguetes y lubricantes, al parecer prefieren usar sus dedos, no conversan mucho del tema entre las amigas como lo hacen los varones en su pubertad, sienten vergüenza y piensan que, si cuentan sus intimidades, las trataran de “calientes” y hasta de quizá qué otras tonteras más, dicen preferir que todo esto sea un secreto. Sin embargo, hoy dos mujeres suben su pollera y prenden un cigarro tranquilamente para hablar sobre el cuento que hoy desmitificamos con clara letra.

VERSIÓN ACTUALIZADA, INVESTIGACION MÁS DESARROLLADA

Laura: “Es fácil y requiere menos tiempo”

Masturbacion femenina A Laura le encanta tocarse. Despacio, rápido, da lo mismo. Ella acostumbra hacerlo por las mañanas pues dice que no resiste los deseos de bajar su calzón y luego comenzar a jugar con sus vellos hasta encontrar su vagina.

“Siempre es tibia y extraña, nunca una masturbación es igual a otra”, conversa sonriente.
Tentaciones por las noches inundan a muchas chicas, tímidas en primeros juegos del autoplacer carnal, sencillamente avezadas y conocedoras de múltiples técnicas con el paso del tiempo de juguetear con Pepa, Conchita y quién sabe cuántos otros nombres dan las féminas a su sexo.

Laura tiene 27 años y comenzó a masturbarse pasada su primera relación sexual. Ella pertenece al 80% de las mujeres que recién post primer coito sienten el deseo de autoestimularse. El 20% restante llegará a su muerte sin haber sostenido un acto sexual en solitario.

Nuestra amiga y bella señorita dice que llegar al orgasmo mediante la masturbación es fácil y que incluso requiere menos tiempo del que puede tomar el llegar al éxtasis mediante una relación sexual entre dos personas. “Obvio, yo conozco mi cuerpo, sé lo que más me gusta, me doy mis tiempos, nadie me apura ni tampoco debo esperar a nadie, ni menos dar explicaciones si finalmente no llego a un orgasmo”.
Y vaya que tiene razón. No faltará el sobreexcitado compañero o compañera sexual que se “irá” en un par de segundos y dejará a la sílfide en desazón o aquellas(os) frustradas(os) que no consiguen llevar a su compañera(o) a un rico y placentero orgasmo por no conocer bien el cuerpo de su pareja…un templo que debería ser estudiado y recorrido en cada punto en busca del deleite.

Mati: “Promedio, dos veces por mes”

Otra de las féminas que se atrevió a conversar con nosotros (pues hubo muchas que prefirieron evitar el tema) tiene tan sólo 20 años y es un caso particular –nótese, no anómalo- entre las chicas de este plural mundo.

La Mati comenzó a explorar su cuerpo teniendo 14, mientras vacacionaba con sus primos. “Ellos hacían las típicas competencias de masturbarse, en la pieza que compartíamos. Yo simplemente observaba y hacía lo mío en silencio…no había tenido relaciones sexuales cuando comencé con esto… y no lo hago muy seguido: quizá podemos hablar de un promedio de dos veces por mes o simplemente cuando siento deseos”.

Gran desinformación existe respecto al tema de la masturbación femenina en la educación chilena. Miedosas y pudorosas referencias de un profesor(a) en vergonzosas clases de educación sexual. Temas de masturbación femenina = 0,0 % de la unidad. Contenido = Identificación del aparato reproductor y descripción de funciones, Proceso de Ovulación y de Gestación, Enfermedades + Enfermedades, Prevención de contagio de enfermedades sexuales y dele que dele. (Nadie jamás les dijo que el masturbarse es una de las tantas formas de evitar contagios infecciosos).

Las chicas no sabrán de autoplacer sexual hasta dar ellas mismas con algún resultado, motivado por el propio deseo e incluso la casualidad. Al espinillento chico, más que seguro el padre o amigos le conversarán del tema y hasta lo molestarán pidiéndole que muestre la palma de la mano para ver si ya tiene el “pelito de oro”. Sin embargo a la mujer, ni profesoras ni madres les enseñarán el cómo poder autoentregarse placer sexual.

Tokese 1

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