Nuevo currículum TP: un camino para ampliar las oportunidades de los estudiantes

El Ministerio de Educación publicó los nuevos planes y programas de las especialidades de la educación técnico profesional, que los establecimientos deberán usar contextualizándolos a sus propias realidades. Conversamos con Patricio Traslaviña, Director del Programa de Educación Técnico Profesional de Fundación Chile.

Por Ciudadano

05/08/2015

Publicado en

Educación

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Han pasado más de dos años desde la publicación del decreto N° 452 de 2013, que estableció las Bases Curriculares de la educación media técnico profesional (EMTP), tras un proceso de consulta y sesiones de trabajo con representantes de diversos sectores. La actualización resultó en la disminución de 46 a 34 especialidades, la pérdida de vigencia de 9, la apertura de 2 y la creación de 17 menciones, entre otros cambios.

A principios de 2014, el Consejo Nacional de Educación rechazó la primera propuesta de planes de estudio para la EMTP, lo que implicó la reformulación de los programas previamente visados. Tras 14 años de vigencia de los últimos instrumentos, la reciente aprobación permitirá que las especialidades cuenten con las herramientas oficiales para implementar los objetivos y contenidos de los sectores de aprendizaje y la organización temporal de cada nivel, que los liceos deberán adaptar a su propio contexto.

Si bien la implementación de los planes y programas está estipulada para 2016, la publicación de estos instrumentos abre la posibilidad inmediata a los liceos TP de revisar necesidades y prepararse para la entrada en vigencia. Conversamos con Patricio Traslaviña, Director del Programa de Educación Técnico Profesional de Fundación Chile, quien afirma que este proceso representa para los liceos una oportunidad única para detectar brechas formativas, técnicas y pedagógicas, con un foco en las oportunidades de desarrollo de los estudiantes.

¿Cómo recibes esta noticia desde las expectativas que percibes en el mundo técnico profesional?

Es un anuncio importante porque es una oportunidad para que los liceos actualicen su oferta, revisen la demanda que tienen respecto de técnicos y organicen sus procesos técnico-pedagógicos en función de estos nuevos planes y programas. El instrumento permite una serie importante de definiciones o de análisis iniciales que permiten verificar temas de competencias docentes, infraestructura y equipamiento, por lo que son muchas las acciones que pueden derivarse del análisis de los planes y programas.

Lo importante es que el liceo elabore buenas opciones a partir de cierta flexibilidad que este currículum permite, de orientarlas a hacia las necesidades detectadas de los estudiantes y del proyecto educativo y que sean posibles de satisfacer a través del currículum implementado. O sea, lo que el ministerio propone es un instrumento que puedes trabajar, revisar, analizar y reorientar. No son dogmas sino propuestas que cada liceo puede ajustar, flexibilizar y agregarle elementos.

Si bien es una oportunidad de mirar las fortalezas y brechas del establecimiento, también se hace necesario realizar ajustes de contenido y trabajos de actualización. ¿Cuáles son los consejos para llevar a cabo esta transición?

El ministerio hace una propuesta nacional, por lo que no recoge todas las necesidades cercanas a tu entorno. Entonces, lo que viene no es aplicar el programa sino toda una etapa de perfeccionamiento, de entender los programas, de mirar cuáles son las necesidades de competencias docentes a desarrollar y por consiguiente de poner horas a disposición de los profesores para que se hagan estos análisis y se saquen conclusiones relevantes para la implementación.

No es fácil y es un gran desafío para los equipos directivos, que requieren estudiar, analizar y contar con herramientas para que este estudio entregue orientaciones para hacer definiciones. Los programas abren la puerta para que empieces a hacer este trabajo, que es complejo. Uno puede mirar esto con espíritu crítico, pero también puedo orientarme a lo que realmente necesita mi liceo, a lo que los jóvenes han ido detectando, lo que he descubierto cuando voy a conectarme con el ámbito productivo o a lo que un practicante me dice sobre lo que le está pasando en su trabajo. Es una cantidad importante de información que tienes que ir cruzando.

Yo creo que un punto bien importante a instalar es que esto no se trata de algo que se resuelva en tres meses para la implementación del próximo año. Es un camino más largo donde uno va haciendo modificaciones de manera gradual, en el que se toma la experiencia acumulada de la implementación curricular anterior, de manera que hoy avancemos sobre ese conocimiento para empezar un camino de permanente revisión del currículum, que en la educación técnico profesional es muy dinámico. Algunos liceos se darán cuenta de que van a tener que hacer sus propias propuestas porque la realidad comunal, regional y sus propias características le dan cuenta de desafíos mayores a los que resuelven estos programas.

¿Cómo recibes la disminución de las horas asignadas a la formación técnico profesional y el aumento de las horas de libre disposición?

Yo creo que es una opción y una oportunidad. Es erróneo pensar sólo en aumentar las horas de la formación general, cuando los diagnósticos también dan cuenta de bajas competencias para desarrollar un buen currículum en esa área. Tampoco es un problema sólo de aumentar las horas, sino de formar a los docentes para hacer bien esas horas. Uno podría decir que el aumento lineal de horas implica el mejoramiento de las competencias de los estudiantes para dar una buena prueba de selección universitaria. Pero no es tan mágico ni tan automático y por otra parte los liceos técnico profesionales pueden hacer un trabajo mucho más integrado entre estos elementos curriculares, que son la formación general, la formación diferenciada y las horas de libre disposición.

En general, los diagnósticos dan cuenta de una desarticulación, o sea, de que no estoy trabajando en función de un egreso o de un perfil integral de alumno que requiere la matemática, la ciencia y el lenguaje, además de todos los módulos de una determinada especialidad para poder hacer su inserción. Entonces, la libre disposición es una opción, una oportunidad que uno tiene de mirar y remirar desde la integración curricular, de que todos trabajen para que ese estudiante tenga un buen proceso de aprendizaje y un buen proceso de reflexión pedagógica sobre los elementos que le pueden permitir dar una mejor prueba o tener una mejor inserción.

En lo concreto, con la nueva organización horaria tengo la posibilidad de subir o bajar horas de un módulo y explorar horas de libre disposición que, aunque no son muchas, me dan la posibilidad de aumentar o disminuir la formación en algunos módulos o bien de agregar un módulo en la mención o en la especialidad. Yo lo veo como una gran oportunidad de mirar bien lo que tu liceo quiere hacer y, a partir de ese muy buen análisis, tomar decisiones que te permitan orientar la oferta a la demanda y a lo que tu proyecto se planteó.

Los nuevos programas de las especialidades de la educación técnico profesional se encuentran disponibles en el sitio de Mineduc Currículum en Línea. También puedes descargarlos desde la tabla de abajo o acceder a nuestras Orientaciones para la implementación de las Bases Curriculares TP.

Vía: http://www.educarchile.cl/

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