Reforma educacional; límites estructurales de los sujetos y discriminación en el discurso de los padres

Si nos detenemos a pensar en que es lo que realmente determina la opción de un colegio u otro, nos encontramos principalmente con elementos de carácter estructurales a los sujetos como por ejemplo; que en la actualidad en Chile existen tres tipos de colegios los cuales son Municipales (o públicos), particulares subvencionados y los colegios […]

Por CVN

09/07/2014

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Si nos detenemos a pensar en que es lo que realmente determina la opción de un colegio u otro, nos encontramos principalmente con elementos de carácter estructurales a los sujetos como por ejemplo; que en la actualidad en Chile existen tres tipos de colegios los cuales son Municipales (o públicos), particulares subvencionados y los colegios particulares pagados.

Esta clasificación de los colegios ya genera en si segregación y diferenciación social, lo cual se visualiza muy bien en el estigma hacia los colegios de carácter municipal versus los otros, en temas de calidad educativa como de ambiente social, es decir, ¿con quién se relacionan sus hijos en el colegio? la cual es la constantes interrogante en los padres junto a otros tales como ¿son o no de mi clase social?, (léase como estrato social), ¿se mueven en los mismos lugares que uno?, entre otros.

Pero por otro lado, esta segregación o diferenciación entre los tipos de colegios también se encuentra internamente en el grupo de colegios de carácter particular subvencionado, ya que es factible encontrarse con colegios, ya que es muy fácil encontrar colegios de costos muy variados donde algunos se mueven en precios muy accesibles que bordean los $ 10 mil pesos, pero como contraposición tenemos colegios que pueden llegar a costar mensualmente $ 100 mil pesos.

Por lo tanto la segregación y desigualdad social sigue siendo estimulada principalmente por las posibilidades de acceso de las personas a bienes materiales o servicios, lo que delimita esto que se llama libertad de elegir ya que los sujetos sólo pueden acceder o “elegir” dentro de las opciones que le permita su limitante estructural que es lo económico.

En Chile según los datos aportados por la Fundación Sol aproximadamente el 70% de los chilenos gana menos de $ 400 mil pesos mensuales. Pensemos sólo en los costos de vida en un mes, entre ellos el pago de los servicios básicos como: luz, agua, gas, comida y el pago de una vivienda propia o arrendada dejando en claro que los recursos no alcanzan y son limitados para el día a día, dejando de esta manera el nivel de ingreso de la población como un factor altamente limitante y determinante de su capacidad de “elegir” realmente.

Esto finalmente desentraña en un discurso sobre el concepto de la “libertad de elegir” y la igualdad de condiciones frente al mercado por parte de las personas, no es más que de un discurso de carácter ideológico el cual se a imbricado en el Habitus de los sujetos, que según Bourdieu, (2000) consiste una serie de prácticas y representaciones sociales que estructuran a los sujetos, que hace finalmente que estos repitan y naturalicen un discurso de manera inconscientemente.

Un ejemplo claro de lo anterior se puede ver al momento de comprar un vehículo, pues existen muchas variedades y en teoría cualquiera podría comprarse un Mercedes Benz del año, pero realmente esto no es tan cierto ya que los sujetos están limitado por la capacidad de acceso y endeudamiento de las personas, por lo cual sólo un pequeño grupo de la población puede acceder a estos.

Al transpolar a los colegios esta realidad nos encontramos con que el colegio privado es el mercedes, irónicamente son los que tiene acceso a estos vehículos muchas veces, por otro lado el particular subvencionado nos encontramos con una realidad fragmentada, es decir, una persona de estrato económico medio a priori se le permite acceder a una mayor variedad de colegios, los cuales varían mucho uno del otro, donde dependen del costo que tengan estos, ya que si lo asociamos nuevamente al ejemplo de la compra de vehículos, nos daremos cuenta que al igual que en un auto en el rango medio del costo hay una alta variación en precios y calidad, pero los sujetos siguen siendo limitados a la condiciones estructurales de la segregación y desigualdad social, no es necesario ponernos a explicar qué es lo que pasa en un Municipal, ya que en estos es donde más se nota la segregación social y la violencia simbólica e ideológica del modelo imperante.

El último punto es muy relevante, ya que en la actualidad el discurso expreso por los padres sobre la “libertad de elegir” y su repudio contra la reforma educacional, pero la realidad del problema contra la reforma es otro, ya que en el discurso de los apoderados se encuentra fuertemente arraigado el componente clasista y aspiracional, porque el problema no está vinculado a la “libertad de elegir” un colegio u otro, sino con quien se mezclaran sus hijos, en otras palabras, una clase media con aspiraciones y discriminadora frente a los demás, que pretende mantener un status quo y aparentar una realidad que no es como bien lo ha demostrados en sus estudios de movilidad social en Chile la socióloga Florencia Torche, quien dice que el estrato o clase media es la más inestable socioeconómicamente impulsando movilidad positiva o negativa económicamente hablando, pues es posible que en momentos se encuentren económicamente favorecido pero no tienen un capacidad real de ahorro de un capital económico que les permita sustentar a las próximas generaciones en caso de en emergencias, es decir, enfermarse grave, sufrir accidentes u otro tipo complicaciones que no les permita seguir trabajando y generar recursos, por lo cual este estrato social medio o como les gusta autodenominarse clase media, está compuesto generalmente por profesionales que provienen de estratos socioeconómicos bajos que han logrado superar el umbral de la pobreza por las posibilidades de estudiar que tuvieron ellos, sus padres o abuelos que les permitió generar una mejor calidad de vida y capacidad de accesos a los bienes y servicios, dentro de los cuales encontramos los colegios, esperando de esta manera que sus hijos sigan sus pasos; pero como pretenden mantener el status obtenido consideran que vincular a sus hijos con los hijos de las personas de los sectores más vulnerables, pobres y segregados de la sociedad, siguen reproduciendo las condiciones de desigualdad social presentes en el país.

Por Ricardo Afredo Contreras Vergara 

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