El presidente del Sindicato de Starbucks, Antonio Páez, se refirió este viernes al acuerdo alcanzado entre los trabajadores y la empresa transnacional luego de más de tres semanas de movilización.
En conversación con El Ciudadano, Páez hizo un balance positivo de la huelga que mantuvo paralizada a la cadena durante 25 días, con más de 1.200 trabajadores movilizados y 37 locales cerrados a nivel nacional. Sin embargo, también denunció una serie de prácticas antisindicales ejercidas por la empresa, las cuales impidieron que se lograra el aumento salarial que buscaban los trabajadores.
«Hay mucha gente que va a Starbucks y compra un café por sobre los $3.400 y creen que existe una correlación entre el valor del café y lo que se le paga al trabajador, y esto no es así. La hora de trabajo de un trabajador son $2.800, que es la hora del salario mínimo. Entonces ¿cuántos café tengo que hacer en un día para pagarme la jornada completa? Son básicamente cinco o seis cafés, ¿y todo el resto a dónde se va? Ese es el cuestionamiento que nosotros tratamos de de poner sobre la mesa», afirmó Páez.
«Nosotros llevamos una lucha bastante larga contra la empresa. Han sido 15 años poniendo sobre la mesa un debate sobre el tipo de trabajo que hay hoy día en Chile, sobre todo para la juventud, para las mujeres y para los trabajadores migrantes. En general son trabajos muy precarizados, con malos contratos, sin posibilidad de organizarse, sin posibilidad de negociar colectivamente», agregó.
Respecto al actuar del Gobierno en esta manifestación, Páez aseguró que el Ejecutivo está más preocupado de las necesidades del gran empresariado que de las urgencias de los trabajadores:
«Corren a satisfacer sus necesidades, votan leyes cortas que salvan a las ISAPRE, salvan a las AFP con la reforma de pensiones. Cuando las empresas pusieron el grito en el cielo con la reducción de la jornada laboral a 40 horas les dieron todo un panorama para hacerlo adaptable. Pero cuando los trabajadores tenemos demandas urgentes, porque estamos hablando de salarios que no nos permiten llegar a fin de mes, salarios de hambre, ahí parece que no hay urgencia», sostuvo.