Carmen Prieto: presencia y permanencia en el bolero

El nombre de Carmen Prieto hace inmediatamente pensar en dos cosas, una en el bolero, en sus distintas posibilidades e interpretaciones, y en el último tiempo en su presencia en escenarios íntimos, donde ha seguido de manera muy persistente, mostrando su trabajo y manteniéndose en acción, no sólo en Chile, sino también en el extranjero, […]

Por berenguer

01/07/2010

Publicado en

Artes / Entrevistas / Música

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El nombre de Carmen Prieto hace inmediatamente pensar en dos cosas, una en el bolero, en sus distintas posibilidades e interpretaciones, y en el último tiempo en su presencia en escenarios íntimos, donde ha seguido de manera muy persistente, mostrando su trabajo y manteniéndose en acción, no sólo en Chile, sino también en el extranjero, y ratificándose -en cada presentación- como una de las voces más destacadas del bolero chileno, y que la tiene ahora en plena actualidad y actividad.

Así lo explica, al decir que “actualmente estoy actuando en una obra de teatro, llamada ‘Descaradas’, con mucho éxito en el teatro Montecarmelo. Con este trabajo he regresado a mi profesión original luego de 21 años de canto ininterrumpido. Esto no ha significado dejar la música , por el contrario he potenciado algunos espacios y sin ir más lejos en el mismo centro Montecarmelo hago recitales los días martes con mi concierto denominado ‘El amor en tiempos de soledad’. Y en marzo comienzo a grabar mi disco número once que contendrá otros boleros que están pendientes desde mucho tiempo y pienso hacerlo en una modalidad de intimidad absoluta, guitarra y contrabajo”.

¿Crees que el trabajo con el bolero ha sido tu principal aporte a la actividad musical chilena?

Difícil contestar desde mí, pero lo intentaré. Pienso que abordar un género centenario como el bolero, no para transformarlo, ni fusionarlo, sino reinterpretarlo y revitalizarlo ha sido un mérito de mi parte para con la música en Chile. El bolero es un género latinoamericano de mucha raigambre, mantenerlo con esta salud de fierro de la que goza es mi función como intérprete y como recopiladora… a estas alturas y con mucho orgullo lo digo, como una gran militante de la canción. A lo mejor, y espero haber contestado tu pregunta… ese ha sido mi aporte.

¿Ha sido difícil llevar y mantener una carrera como solista?

Ha sido más bien complejo. En Chile se da poco el solismo en la música popular, más bien hay bandas, grupos o ensambles con su voz principal y no siempre. Somos pocas las cantantes y por ese fenómeno a veces no somos tomadas en cuenta a la hora de conformar una parrilla programática ya sea en lo cultural, televisión, o en festivales. A la hora de acompañarnos también es más difícil, hay poquísimos guitarristas o pianistas acompañantes, es por eso que durante todos estos años la mayoría de mis músicos no han sido chilenos. Sin embargo, ser cantante popular en un país donde su cultura musical es a base de agrupaciones y en donde el buen canto no es lo importante, ha sido un gran desafío para mí y una lucha constante por defender el sitial de una buena interpretación… ganaríamos todos… ganaría la música chilena si hubiera mejores cantantes.

En lo musical, ¿hay algo que sientas que tienes pendiente por realizar?

Por supuesto, tengo pendiente cantar a algunos compositores chilenos en un disco memorable, el más lindo que se pueda, el mejor de los mejores, en donde pueda interpretarlos a ellos y ser la voz de sus pensamientos.

¿Cómo percibes el trabajo musical que se realiza en Chile actualmente?

Se hace en mejores condiciones que antaño sin duda alguna, y podría confirmar que hay buenos músicos en Chile… pero podríamos hacer mejor música, más profunda, más estética y fundamental, más comprometida con nuestros pensamientos y nuestra alma. En ese sentido pienso que otros folclores y músicas vernáculas de otros países hermanos, nos superan. A mi me encantaría que hubieran en Chile más y mejores charanguistas o quenistas que bateristas o bajistas, no sé si se entiende, o que esos bajistas o bateristas fueran excelentes en música sudamericana más allá del jazz o del pop. Sueño con más Violeta Parra o Víctor Jara dando vueltas por el mundo. Aspiro también a que el concepto de fusión sea erradicado de nuestro diccionario musical, a ver si los resultados de una música chilena sean un sincretismo natural y cultural, no mental.

¿Crees que esas mejores condiciones se puedan ver afectados por el cambio de gobierno?

Espero fervientemente que no, aún cuando en estos veinte años de Concertación se han logrado avances significativos en materia de políticas culturales, mi temor es que no hayan quedado lo suficientemente amarradas, me refiero a los fondos concursables fundamentalmente.

Es probable que la actividad musical continúe a nivel de conciertos grandes y que las alcaldías sigan con sus programas y festividades… veremos si seremos convocados o no.

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