Exministro chileno Carlos Ominani: «Hay que hacer una discusión precisa de cómo nos recomponemos en América del Sur ante una situación muy difícil»

El político chileno señala que la región atraviesa un periodo de convulsión el cual debe ser bien traducido por las fuerzas progresistas. Considera que el Grupo de Lima esta acabado y por el contrario el Grupo de Puebla cobra fuerza

Por Sofia Belandria

11/11/2019

Publicado en

Entrevistas

0 0


El Grupo de Puebla que se reúne en la ciudad de Buenos Aires buscará el modo de aportar ideas que contribuyan a consolidar las fuerzas progresistas de América Latina, indicó en una entrevista exclusiva con Sputnik el exministro de Economía de Chile, Carlos Ominami.

«El principal aporte del grupo es pensar y ayudar a articular a las fuerzas progresistas que durante el último tiempo han sufrido derrotas importantes y que a su vez comienzan a remontar con triunfos como el de Alberto Fernández en Argentina», señaló Ominami, doctor en Economía por la Universidad de París y senador durante 16 años.

Quien fuera una figura clave en la creación de la Concertación de Partidos por la Democracia que derrotó al dictador Augusto Pinochet (1973-1990) en el plebiscito de 1988 aclaró que el Grupo de Puebla representa a un grupo de personas que «se definen de izquierda, progresistas, nacional populares y proponen una manera imaginativa e innovadora de pensar para renovar la práctica y las ideas de las agrupaciones progresistas que han estado dispersas», describió.

Este colectivo, por lo tanto, no quiere erigirse como antagonista del Grupo de Lima, del que forman parte los Gobiernos de doce países de América Latina además de Canadá, y por ende, no busca la confrontación, sino contribuir al proceso de recomposición de las fuerzas progresistas, aclaró Ominami.

«Pero el Grupo de Lima está francamente en bancarrota, porque está por salir [el presidente argentino Mauricio] Macri, [su par de Chile, Sebastián] Piñera está en el suelo, en Perú tienen una situación precaria, y en Colombia también la situación de su presidente es complicada», repasó.

Además de embanderarse en defensa de la igualdad y de la justicia social, el Grupo de Puebla asume otros desafíos propios de estas épocas, como la igualdad de género, la profundización democrática y la sustentabilidad ambiental.

En el proceso de integración que intentan impulsar puede ser muy relevante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), «la institución de mayor amplitud que existe en América Latina y cuya presidencia a partir de enero será asumida por México», observó Ominami.

Para aprovechar ese espacio, «hay que hacer una discusión precisa de cómo nos recomponemos en América del Sur ante una situación muy difícil, porque el principal país tiene la presidencia que tiene», deslizó el exsenador en alusión al mandatario brasileño Jair Bolsonaro.

Dado el fracaso que constituyó también el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), creado a instancias del presidente chileno Sebastián Piñera y de su par colombiano, Iván Duque, Ominami también propuso reflexionar sobre la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que pese a ser «una gran idea, terminó en un proceso de desmantelación donde buena parte de los países se han retirado y han cancelado su participación».

A su juicio, el sistema de unanimidad que se estableció en la Unasur fue su perdición, ya que durante la secretaría general del expresidente colombiano Ernesto Samper, entre 2014 y 2017, «no tuvo capacidad de poner de acuerdo a sus integrantes sobre el uso de los vetos, en lo que fue una postura excesivamente ideológica».

Ominami publicó en 2017 Claroscuros de los Gobiernos progresistas, América del Sur: ¿Fin de un ciclo histórico o proceso abierto?, cuyas tesis vistas en retrospectiva se han revelado como un acierto, de acuerdo a su autor.

«Lo dijimos en el momento de mayor euforia de Ejecutivos conservadores, cuando nos decían que los Gobiernos progresistas, motejados de populistas, habían fracasado y venía una nueva era de economía promercado con buena relación con EE. UU.», comentó.

Pero ese escenario ya ha sido descartado por los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos meses.

En primer lugar, porque «la idea de ciclo tiene fundamento en la economía, no tanto en la política, que es más líquida y volátil», reveló Ominami.

En América Latina ya no ganan las elecciones sectores ideológicos asociados con la derecha o la izquierda, «sino que triunfan las oposiciones y pierden los Gobiernos», añadió el exministro al citar como ejemplo las ascendencias de Piñera y Bolsonaro.

La tendencia predominante que consiste en poner en dificultades a los oficialismos puede detectarse en las convulsiones que han sufrido en las últimas semanas PerúEcuador, y ahora Chile.

También el caso de Bolivia puede incluirse en este análisis, dado que su presidente Evo Morales, realizó una gran gestión y «reivindica con buenos argumentos su triunfo en primera vuelta, pero con el 47% de los votos, cuando en anteriores convocatorias tenía más de 60%», convino Ominami.

El Grupo de Puebla ha convocado a 30 líderes internacionales de doce países que se reunirán entre los días 8 y 10 de noviembre en la ciudad de Buenos Aires.

Cortesía de Sputnik

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones