Mireia Boya, diputada de la CUP

Diputada independentista catalana y el momento actual del proceso: «La sociedad decidió hace mucho tiempo avanzar democráticamente»

"No consideramos que la Unión Europea sea un organismo democrático. Se ha puesto de perfil ante la violencia policial y ante un referéndum que ha hablado claramente. Está callando ante los 10 presos políticos que tiene el estado español y calla ante el gobierno en el exilio", sostiene la diputada Mireia Boya.

Por Jose Robredo

11/11/2017

Publicado en

Entrevistas / Mundo / Portada

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A pesar de que tras la aplicación del artículo 155 pareciera que bajara la intensidad de los acontecimientos por el proceso independentista catalán, al menos por lo que se percibe a este lado del Atlántico, el carrusel de acontecimientos sigue dando cuenta de lo viva que se mantiene la disputa entre Cataluña y el estado español.

Ocho consejeros del cesado gobierno catalán, incluido el vicepresidente Oriol Junqueras, distribuidos en diferentes cárceles españolas. Lo mismo para las cabezas de las organizaciones sociales que impulsan el proceso independentista, Asociación Civil Catalana (ANC) y Òmnium Cultural,  Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. A ellos se suma la decisión del presidente Carles Puigdemont y otros cuatro consejeros de su gobierno de trasladarse a Bruselas activando una estrategia de defensa del Procés y de conseguir apoyos internacionales. 

A las detenciones de los funcionarios y activistas catalanes, el ejecutivo de Rajoy ha tomado posesión de las instituciones catalanas, e incluso, por momentos, se llegó a evaluar la intervención del sistema educativo y la televisión pública: Además, se cuenta la convocatoria a elecciones autonómicas para el 21 de diciembre próximo por parte del Ejecutivo español, como una forma de «controlar» al independentismo.

Pero los catalanes siguen dando cuenta de su voluntad y aspiración de concretar la República. De hecho, hoy está convocada por ANC y Òmnium una masiva manifestación -similar a las de septiembre y octubre- para demandar la libertad de los funcionarios y dirigentes sociales presos, bajo el lema «Libertad presos políticos. Somos República». Además los convocantes buscan que e 11 de noviembre se convierta en el día nacional por la libertad de los presos.

En conversación con El Ciudadano, la diputada de la CUP Mireia Boya sostiene que en este período se ha seguido adelante con el proceso de independencia: «la República se ha proclamado, tenemos que hacerla efectiva y acabar con las imposiciones del estado español, con la represión policial y judicial que estamos sufriendo y, finalmente, conseguir que los presos políticos vuelvan a casa».

Respecto de las elecciones del 21 de diciembre, Boya explica que es un tema que aún no está decidido por la organización, pero que de presentar candidaturas, «el único objetivo de las fuerzas independentistas es ganar estas elecciones y hacer efectiva la República, iniciar el proceso constituyente para separarnos definitivamente del estado español, que es refrendar el resultado del referéndum del 1 de octubre».

Foto: Mireia Boya, diputada CUP

¿Cuáles son los aprendizajes que deja el Procés hasta ahora?

El principal aprendizaje hasta ahora es que la gente es imprescindible, porque sin la gente en la calle los políticos no acaban de avanzar. Cuando la gente se moviliza, cuando empuja, es cuando los gobiernos y el Parlament avanzan. Tras la materialización de la declaración de independencia por el pleno del Parlament el 27 de octubre y que ha sido anulada por el Tribunal Constitucional del reino de España, lo que se ha demostrado es que la gente es la que mantiene esta República en la calle. Durante la jornada de huelga nacional, donde Cataluña se desconectó de España durante 24 horas, con cortes de ruta y  la circulación de los trenes de alta velocidad que unen el estado español, lo que se demostró es que la fuerza permitirá la consolidación de la República.

¿Cuánto se ha ganado y cuanto se ha perdido en este período del Proces para la aspiración de la independencia de Cataluña?

Yo creo que se ha ganado mucho más de lo que se ha perdido. Hemos perdido diez personas, entre las que están los líderes de Asociación Civil Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y ocho consejeros del gobierno catalán que están presos en cárceles del estado español. A ellos se les suma el resto del gobierno legítimo que están exiliados en Bélgica. Aún así hemos cumplido con el mandato que la gente nos hizo el 27 de septiembre de 2015, cuando votó para construir esta República que proclamamos el pasado 27 de octubre. Una parte, que no se ha consolidado, es hacer de ésta una república efectiva, donde hay que hacer la autocrítica por no haber estado completamente encima ni ser completamente conscientes del adversario que teníamos -el estado español- que ha intervenido las instituciones de Caraluña. A pesar de esto, hemos avanzado, la República se ha proclamado, tenemos que hacerla efectiva y acabar con las imposiciones del estado español, con la represión policial y judicial que estamos sufriendo y, finalmente, conseguir que los presos políticos vuelvan a casa.

Desde la perspectiva política ¿Cuál es el margen de movimiento que tiene hoy el bloque independentista catalán frente a las acciones del gobierno de Rajoy? 

No se trata sólo de Mariano Rajoy. Creemos que se trata de todo el estado español, como no existe esa separación de poderes entre la parte legislativa, judicial y la ejecutiva, no es sólo el gobierno del partido popular, es también la monarquía. Son los poderes económicos los que al final mueven los hilos del poder Ejecutivo y Judicial que hacen querellas, que son políticas, y que están encarcelando a dirigentes sociales y miembros del gobierno catalán. Se está abriendo una causa general contra la disidencia política y, en este caso, contra el movimiento independentista catalán.

La división de la sociedad catalana es uno de los ejes de la información que presentan los medios tradicionales. ¿Qué tan dividida está y qué tan complejo es el debate entra las catalanas y catalanes? 

La sociedad catalana siempre ha sido pacífica, inclusiva y abierta a todo el mundo que quiere conocernos y que quiere venir a vernos o a vivir a Cataluña. La supuesta división o supuesta violencia que se viviría en las calles, que exponen los medios españoles e internacionales y que usan como bandera los partidos constitucionalistas para crear crispación en las calles, no es del todo real. Lo que si es real, es que ellos salen a las calles de la mano de la extrema derecha en manifestaciones más seguidas y que terminan en actos cada vez más violentos, con agresiones a la población. La policía les deja actuar y pasearse con partidos de extrema derecha como la Falange o el Hogar Social, que son fascistas, son nazis que están campando por las calles de Cataluña con total impunidad, que van con signos pre-constitucionales y que tienen comportamientos propios del franquismo antes que de la democracia.

Desde el 1 de octubre -o quizás desde mediados de septiembre-, ¿hubo una evolución de la aspiración del pueblo catalán a ejercer su derecho a decidir a suscribir la independencia directamente? 

En el voto de confianza que planteó el presidente Puigdemont, él dijo «referéndum o referéndum», una propuesta no solo de la CUP sino a la que se sumaron muchos partidos y movimientos sociales. Los catalanes siempre se han manifestado a favor de ese derecho a decidir, lo que se plasmó en las votaciones del 1 de octubre, que se hizo ante la oposición del estado español y con uso de la violencia policial que se ejerció contra los ciudadanos y ciudadanas que se encontraban en los colegios electorales. La sociedad catalana ha decidido hace mucho tiempo avanzar democráticamente y, para nosotros, la mejor arma son las urnas y la razón, no la violencia.

El desafío electoral impuesto por Rajoy: «Si se decide ir, el único objetivo es ganar»

Ahora, con miras al proceso electoral del 21 de diciembre, ¿se puede decir que es una “nueva oportunidad” para medir fuerzas entre el independentismo catalán y los sectores a favor de mantenerse en España? 

No son una nueva oportunidad para medir nada, porque son unas elecciones impuestas por el estado español. Recordemos que en Cataluña quien convoca elecciones es el presidente de la Generalitat, que ahora está en el exilio. Son unas elecciones ilegales, ilegitimas y que, además, se nos imponen en un contexto de imposición judicial y policial por lo que no pueden ser consideradas como normales. No tenemos un contexto de normalidad democrática y nos imposibilita pensar de que podemos realizar estas elecciones con mínimas garantías legales, así no actúa el estado español. Aquellos partidos que las avalan y que pretenden presentarse en un contexto de toda normalidad se equivocan, porque lo que están haciendo es avalar este artículo 155 que ha aniquilado el gobierno legítimo de la Generalitat, que ha disuelto el parlamento y que está posibilitando la intervención de todo el gobierno catalán. No podemos permitirlo, lo que estamos haciendo es remarcar que estas elecciones no son ni legitimas ni legales y debemos confrontarlas.

¿Es posible generar un pacto político-programático-electoral entre el independentismo, considerando las diferencias de los grupos que lo componen? 

Ya veremos, recordemos que nosotros somos un partido asambleario, que nuestras decisiones las tomamos colectivamente y que la asamblea donde decidamos si nos presentamos o la forma en la que nos podamos presentar  a estas elecciones será este domingo 12 de noviembre. Por ello no se puede hablar de ningún posible acuerdo programático. Si al final se decide ir a estas elecciones, el único objetivo de las fuerzas independentistas es ganarlas y hacer efectiva la República, iniciar el proceso constituyente para separarnos definitivamente del estado español, que es refrendar el resultado del referéndum del 1 de octubre.

Ante un escenario interno complejo y una alineada UE con el ejecutivo de Rajoy, ¿cuál es la propuesta de la CUP para concretar exitosamente el Procés? 

Llevamos mucho tiempo explicando que no consideramos que la Unión Europea sea un organismo democrático. Se ha puesto de perfil con la violencia policial, ante un referéndum que ha hablado claramente y que ha dicho que los ciudadanos catalanes quieren la independencia. Está callando ante los 10 presos políticos que tiene el estado español, calla ante gobierno en el exilio, que está en Bruselas y que no le ha recibido para interesarse sobre lo que pasa en Cataluña. Una UE que está cerrando todas las fronteras y que está imponiendo unas políticas económicas que afectan a las clases populares de Europa. Nosotros no apostamos por este modelo y hablamos de Europa, de los pueblos hermanos, de las distintas expresiones que surgen de un internacionalismo solidario y mucha gente de la sociedad catalana que creía en esta UE está abriendo los ojos respecto de la naturaleza de los poderes económicos que están detrás de las instituciones de Bruselas.

¿Cuáles sería los escenarios más favorables post elecciones del 21/12?

Solo nos imaginamos un escenario: hacer efectiva la República Catalana, empezar a construirla desde abajo, participativamente, colectivamente, en un proceso constituyente donde las clases populares opinen sobre los derechos, los deberes y los valores que deben estar presentes. Cualquier cosa que no sea eso, nos parecerá apostar por un status quo o un volver atrás, renunciar al 1 de octubre y a todas las movilizaciones que ha habido en Cataluña en los últimos años. Sería renunciar a las fuerzas que se unieron en las jornadas de huelga general del 3 de octubre y 8 de noviembre y que de alguna manera deben cristalizar a partir del 21 de diciembre.

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