Conversamos con Miguel Soto, secretario general de Constramet

Movimiento Litio Para Chile apuesta por nacionalizar SQM y «recuperar las otras riquezas naturales del país»

La agrupación se encuentra realizando una campaña de recolección de firmas a favor de la creación de una empresa estatal del litio. La meta son 100 mil firmas para que el Ejecutivo reciba una señal clara e impulse la iniciativa en el Congreso.

Por Felipe Menares

20/06/2017

Publicado en

Chile / Entrevistas / Portada

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En enero de este año, la ciudad de Antofagasta vio nacer al Movimiento Litio Para Chile, agrupación que reúne a dirigentes sociales y políticos alrededor de dos ejes: que el mineral sea explotado por una empresa perteneciente al Estado y que Chile nacionalice la controvertida Soquimich (SQM), fuertemente cuestionada luego de los episodios de financiamiento irregular de la política conocidos por la opinión pública.

Miguel Soto, secretario general de la Confederación de Trabajadores Metalúrgicos, de la Industria y Servicios (Constramet), es uno de los miembros del movimiento. En diálogo con El Ciudadano, explica que buscan reunir 100 mil firmas para que el Ejecutivo se vea forzado a impulsar el proyecto de ley presentado por la bancada comunista, el cual apunta a crear una empresa estatal que explote y desarrolle la industria del litio.

En este sentido, el dirigente apuesta por la articulación de un acuerdo político amplio y para eso, el movimiento elabora una presentación destinada a los candidatos presidenciales, de modo «que hagan suya la industrialización de esta riqueza que consideramos de valor incalculable, donde no solo está la potenciación de la energía limpia, sino que además esto está siendo utilizado en la medicina y en el tratamiento de la depresión, que a Chile le hace bastante falta».

¿En qué consiste la propuesta que realizan como Movimiento Litio Para Chile?

Lo que hoy se hizo fue el lanzamiento de la recolección de 100 mil firmas para presentarlas al Ejecutivo, con el fin de que apoye el proyecto que crea la Empresa Nacional del Litio.

Creemos que es una riqueza muy importante y potencialmente puede constituirse en una palanca del motor de desarrollo de la industria, principalmente, en su potenciación de una explotación con mayor valor agregado.

Además está la solicitud de nacionalización de SQM, por todas las irregularidades que ha cometido y porque fue apropiada indebidamente por (Julio) Ponce Lerou durante el proceso de la dictadura, en su calidad de yerno del dictador.

¿Qué oportunidades ven en el litio para el desarrollo del país?

Hoy no son despreciables las utilidades que se obtienen con la explotación del litio, partiendo del hecho que SQM tiene el Salar de Atacama, que representa el 40% potencial a nivel mundial y obtiene una ganancia bastante importante, cuando el costo de producción es de US$ 2 mil y el precio del litio, que es el único commodity que no ha bajado, sino que más bien aumenta y la tendencia es que siga aumentando el precio, está por sobre los US$ 20 mil.

Eso es lo que le ha permitido a SQM desarrollar toda esta situación, conocida por la sociedad chilena, de coimas o de comprar conciencias.

Si bien es cierto, se plantea del punto de vista solo como de la situación de las baterías o de la iniciación de automóviles eléctricos, la verdad es que su potencial está más bien en la situación de las centrales atómicas o nucleares, donde se reemplazaría el uranio por una composición, en base a fisión, que permitiría una energía absolutamente limpia y sin los riesgos que tienen las actuales termoeléctricas mundiales.

¿Por qué apuestan por la explotación del litio a través de una empresa estatal?

Cualquier forma de explotación no nos da lo mismo. Creemos que debe ser una explotación racional, que cuide en primer lugar la situación del medio ambiente, que no implique la destrucción de los salares y que además proteja los derechos de los trabajadores.

Miguel Soto. Foto: El Siglo

Estas empresas se han caracterizado en convertirse en las principales promotoras de la transgresión de los derechos laborales. En todos estos años, SQM no baja de ser campeón, en términos de la propia Dirección del Trabajo, de violar los derechos de los trabajadores.

Además, SQM ha violado el contrato de Corfo reiteradamente, en término de la reincorporación de salmueras que deben ser reintegradas a los salares, la que no se procesa. Además, en 2015 denunciamos que ha exportado salmuera que no era parte de los contratos.

¿Cómo ve el panorama a nivel parlamentario respecto del avance del proyecto de ley?

Nuestra idea es incidir en el Parlamento, seguir conversando con todos los parlamentarios, del punto de vista de, ojalá, lograr el sueño que se consiguió en los años setenta, cuando todo el parlamento, de forma unánime, votó a favor de la nacionalización del cobre.

Si lográramos eso con la situación del litio, sería el inicio también para recuperar las otras riquezas naturales del país.

¿Cómo evalúa los acuerdos suscritos por Corfo con empresas privadas, como Rockwood?

Nos preocupa, principalmente porque Rockwood no es ninguna imagen positiva, desde el punto de vista del cuidado del medio ambiente y de los derechos de los trabajadores. Siempre se caracterizó también por firmar solo convenios colectivos con los trabajadores y no permitir los sindicatos y hacer solo grupos negociadores.

Hoy hay sindicato, en el Salar de Atacama donde está Rockwood está conformado un sindicato, que está afiliado con nosotros y es parte también del Movimiento Litio Para Chile.

Rockwood no es más que la cara visible de Albemarle, la principal química mundial. Pero además tiene un oligopolio muy fuerte, no solo en Chile, sino que también a nivel mundial, ya que controlan el 3% –que es el caso de EEUU– y también controlan gran parte de lo que se produce en Australia.

¿Qué aprendizajes han integrado a partir de la experiencia con la explotación de otros minerales en Chile y de lo que ha sido el trabajo de Codelco con el cobre?

El principal aprendizaje está en las cifras astronómicas que se han llevado las transnacionales a través del cobre. Si se hubiese mantenido la nacionalización del cobre y la explotación de esa riqueza por parte del Estado, hoy no estaríamos discutiendo no tener más AFP, porque tendríamos solucionados esos problemas, así como los de la salud y educación.

Al ver las cifras, son escalofriantes, desde el punto de vista de los problemas que enfrenta Chile y de cómo estas transnacionales se han apoderado de la riqueza de este país.

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