Rosario Mena o el nuevo canto de la música chilena


Autor: Director

Periodista, poeta y músico, Rosario dio un paso firme a los 30, se dispuso tomar sus melodías en serio y agrupar en su primer disco, un trabajo de años.


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Rosario Mena es mucho más que un nombre. Encierra la figura de una mujer llena de talentos y sensibilidad; una artista que ha desarrollado su vocación en distintas áreas, incluso ocupando su profesión de periodista al servicio del arte. De una manera u otra, Rosario está constantemente relacionada al desarrollo cultural y, porqué no decirlo, a la mantención del misticismo que rodea el arte y folclor nacional.
Recién en 1998 y a los 33 años tomo su guitarra, juntó las canciones que llevaba años componiendo y se atrevió a grabar su primer disco. A pesar de ser una novata bastante atípica, el proceso de grabación le fue bastante natural; siempre vinculada al mundo de la música tuvo colaboraciones de excelentes músicos, logrando un sonido que mezcla el folclor, la voz acompañada de la guitarra, con bases trip hop y electrónica. El disco se llamó “Fé Ciega” y marcó el inicio de la asociación musical entre Rosario y Jaime Garrido quien ha sido su productor desde entonces.

-¿Por qué recién a los 33 años decidiste grabar un disco?
-Yo estuve vinculada a la música desde siempre. En el colegio era de las que participaba en los actos escolares, en los festivales y eso. El trabajo del primer disco fue en realidad la recopilación de todo lo compuesto en esos años. Y antes ya había publicado un libro de poesía. Creo que el disco marca una época donde me dije que ya bastaba, que había llegado el momento de hacer las cosas que realmente me gustaban y no seguir esperando que pasaran por sí solas.

-¿Cuáles fueron las emociones que sentiste una vez terminado el disco?
-Varias, pero principalmente que estaba en el lugar donde quería estar. Como te dije antes, me tocó trabajar con un grupo muy bueno, y eso se ha convertido en una constante. Estaba muy satisfecha con el resultado del disco y creo que eso también se debe a que fue hecho a conciencia. Prefiero tomarme más tiempo, sobre todo en la postproducción, pero dar con el sonido preciso que ando buscando. Lo mismo pasó con “Serial”, mi segundo disco, y finalmente ahora con “Perpetua”.

-A pesar que no estás todo el tiempo tocando, el nombre de Rosario Mena siempre suena con fuerza en la música independiente chilena. ¿Crees que el mantenerte un poco alejada de las tocatas se ha transformado en parte de tu sello personal?
-No lo había pensado, pero es posible. Llevo dos discos y 8 años de trayectoria, además de otros tantos vinculada a la música y la poesía. Supongo que mi nombre suena bastante más de lo que actúo y eso puede transformarme un poco en una figura especial. También puede ser que al buscar siempre sonar y dar una actuación de buena calidad el público reaccione a eso. Igual es increíble como las tecnologías, sobre todo el internet y los blogs, hacen que las distancias se acorten de tal manera que te mantiene vigente con tu música y también con quienes la escuchan.

-Se dice que tú eres parte de un grupo, donde también están Carlos Cabezas y Mauricio Redolés, que mantiene vivo el misticismo del cantautor chileno. ¿Cómo te queda esa definición?
-Me parece que cualquiera que esté tocando su música, componiendo de una manera un tanto intimista, es parte de la canción chilena. Yo cuento mis vivencias personales, pero trato de hacerlo desde el mundo de la poesía; si voy a cantar sobre el amor o la familia o las penas, trato de hacerlo de una manera más metafórica y jugar con la belleza de las palabras. De cierta manera es lo mismo que hacen los cantores populares, lo que hicieron Violeta Parra y Víctor Jara.

-¿Qué te parece el desarrollo musical que hay en Chile?
Uff, hay músicos de una calidad increíble, que están haciendo cosas súper buenas. Pero el tema es que la industria no está ganando lo que debería con la música chilena. Las grandes compañías prefieren potenciar bandas como Kudai, o el regaetón, porque son productos que se pueden comercializar en cualquier parte del mundo, no tienen una identidad marcada. Igual el circuito independiente está agarrando mucha fuerza, acaparando espacios importantes en la prensa, y creo que no falta mucho para que se transformen en un negocio viable. Eso, sin tener que transar en la forma y contenido de la música que hacen.

-¿Es posible que las bases electrónicas sean la evolución natural del canto chileno?
-No se si sea tan así, pero se ha dado que muchos músicos están mezclando la guitarra acústica, la lírica, con bases electrónicas y ritmos más duros. Creo que eso también pasa por las herramientas que tenemos a mano. Antes ocupar un sintetizador era súper experimental, rock progresivo. Ahora es un soporte que está al alcance de todos. A veces ni siquiera es muy intencional, sino que al usar bases electrónicas puedes grabar desde tu casa y no necesitar músicos que acompañen tus composiciones. Creo que es la época que nos tocó vivir y si eso significa la evolución de la música popular, bueno, supongo que así es.

-¿Cómo se viene éste tercer disco, en lo musical y también en la temática?
-Es un disco mucho más personal, maduro. La verdad es que voy dejando un poco de lado las bases electrónicas y el Trip hop, para buscar un sonido más acústico. Estoy privilegiando la voz y la guitarra como acompañamiento melódico. Igual hay un poco de todo, colaboraciones con Doctor Q (Francisco Fábrega) y Nicole. Incluso el single “Perpetua”, que le da el nombre al disco, es la que hice junto a Doctor Q, es la más electrónica y escapa por completo con la tónica de la placa. Esa es una libertad que sólo la da el trabajo independiente y por eso creo que no me voy a mover de aquí.

-Pero por muy independiente, ¿No es un poco arriesgado mezclar tantas cosas en un disco?
-Tal vez, pero no vivo de la música, no es lo que me da de comer. En ese sentido yo me aseguré un poco, porque trabajo mucho y gano lo suficiente para mantener mi casa y mis dos hijas, tener una relación de pareja y poder darme el lujo de hacer la música que quiero y los discos que quiero.

-Tú eres periodista, ¿no?
-Si, y trabajo en cosas relacionadas con la cultura, que de cierta manera me mantienen constantemente en una línea. Uno es en el Centro Cultural Palacio La Moneda y otro es la mantención del portal patrimonial www.nuestro.cl . Se que tengo mucha suerte porque el trabajo como periodista tampoco es fácil. Creo que estoy haciendo todas las cosas que tenía que hacer y por eso la vida parece fluir más, sin tener que hacer un esfuerzo tremendo. Eso no significa que trabaje poco, porque me saco la mugre, pero las recompensas también son grandes.

-¿Cuándo sale el nuevo disco?
-En principio, abril. Pero va a depender de los arreglos, porque prefiero demorarme un poco más pero sacar un producto que me satisfaga completamente. Aún faltan algunos tracks, porque sigo buscando el sonido ideal y conseguir algunas colaboraciones que me interesa tener en el disco. De todas maneras ya estoy tremendamente agradecida de la gente que a colaborado, y por sobre todo feliz de trabajar con Jaime Garrido, mi productor.

-¿Qué se puede esperar de Rosario Mena para el futuro?
-Ni yo sé eso, pero obviamente quiero seguir en la música, explorando nuevas melodías y líricas. Trabajar en colaboración tal como lo hice hasta ahora, en proyectos músicales y también audiovisuales. Por ejemplo, en “Perpetua” se incluyó el single “Coloane”, una especie de homenaje a Francisco Coloane que lo escribí para musicalizar un cortometraje basado en uno de sus cuentos. Quiero seguir haciendo todo lo que me llena, y si eso además le gusta al público, y se logra masificar un poco más, me doy por satisfecha.

Valeria Segovia


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