Panelista de Modo Termómetro, de CHV

Tadeo Villanueva, pequeño gran líder de opinión: “Hace falta educación sentimental”

Tiene 14 años, pero da la impresión que su experiencia duplica, triplica ese número. Rápido, agudo, culto, ateo, feminista y con un pensamiento crítico sólido, en esta entrevista nos adentra en su formación y nos entrega su posición sobre temas como el machismo, la iglesia, el fútbol y la política.

Por Daniel Labbé Yáñez

07/11/2016

Publicado en

Chile / Entrevistas / Portada

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Tadeo Villanueva es el adolescente que pasó de ser viral en YouTube por explicar la toma de su liceo arriba de un trolebús a panelista del programa Modo Termómetro de CHV, en donde simplemente ha ridiculizado con la contundencia de sus argumentos a políticos y “entendidos” en temas como sexualidad y delincuencia.

Nos reunimos con él en Valparaíso dos días antes de las elecciones municipales, marcadas por una histórica abstención. “Si pudiera votar lo haría, estoy comprometido con la campaña de Jorge Sharp, pero más que con su figura, con el proyecto que representa todo este Movimiento a la alcaldía ciudadana”, nos dijo entonces.

Foto: Daniel Labbé

Foto: Daniel Labbé

Sharp está vinculado a Gabriel Boric y estuve viendo que en The Clinic te anduvieron un poco poniendo en contra de éste último, rescatando parte de una cuña en donde decías que “al parecer tiene un gran ego”. ¿Qué piensas de él?

Más que nada que tiene discurso e intervenciones muy pulcras, informadas, bien argumentadas y que es un parlamentario que trabaja desde la transparencia y, sobre todo, desde lo que es lo social. Realmente trabaja para intentar solucionar las problemáticas que acomplejan a la mayoría de los chilenos y chilenas. No es un diputado que se deje llevar mucho por problemas como de farándula, de dinero, al igual que, por ejemplo, Giorgio Jackson, que son ambos como una nueva institucionalidad política.

Tú con 14 años eres una persona imputable, responsable ante la justicia, porque se considera que ya tienes discernimiento, sin embargo, no puedes votar. ¿Qué te parece eso?

Siento que a los 14 años todos y todas somos diferentes, tenemos complejos diferentes, etapas de maduración diferentes. Evidentemente una persona a los 14 años puede ser lo suficientemente para votar o puede que no lo sea; y puede que esté delinquiendo o puede que no. En realidad, es una buena normativa, ya que a los 14 años existen muchos tipos de pensamientos que nos afectan a cada uno de nosotros y nosotras y existen muchos tipos de cambio emocionales, sentimentales y eso nos podría hacer muy influenciables.

Entiendo entonces que no estarías a favor de que a esa edad se pudiera votar…  

No, porque hoy los y las adolescentes que tienen 14 años no todos tienen una perspectiva tan clara de lo que es la política nacional; también hay personas de 18 años que tampoco la tienen tan clara. Pero a los 14 años es mucho menos y eso podría ser una manera que tengan algunos políticos más truchos para poder acceder a tener votos más sucios, se podría decir, usando el populismo, comprando casi los votos, así es que creo que a los 14 años no es una buena edad para votar.

Una de las cosas que caracterizó tu intervención en Modo Termómetro sobre la delincuencia fue la profundidad con la que analizaste sus causas. Sin embargo, cuando uno ve la reacción de la población frente a algunos jóvenes que delinquen, por ejemplo, desnudándolos, amarrándolos a un poste, no ve esa reflexión. ¿A qué atributes que lo único que se pida sea “mano dura”, más cárcel?

Es por -creo yo- una cultura en la cual está instalada la sociedad. O sea, no podemos obviar el hecho de que hace 30 años existía una dictadura cívico-militar muy fuerte y la mayoría de los chilenos y chilenas que hoy habitan en el país se crio bajo esa “mano dura” que se vivió con el mandatario Pinochet. Tiene que ver un poco con la etapa que vivió Chile anteriormente la forma en que la gente tiende hoy a ver la solución de los problemas. Yo creo que eso cambia con educación, tanto para niños que están en condiciones de vulnerabilidad, como para los que pueden acceder a una mejor educación. Hace falta educación sentimental, en todos los ámbitos, tanto en personas que podrían estar más aconsejadas, como en las que no lo están tanto.

Cuando hablas de educación sentimental, ¿te refieres a educarnos también en lo afectivo, en el respeto al otro…?

Claro, desde el sentimiento, desde la empatía, desde la capacidad de ponerse en el lugar del otro, principalmente, y, sobre todo, generar pensamiento crítico y poder preguntarnos por qué tal persona hace tal cosa y por qué nosotros estamos castigándola de tal manera.

“LA REFORMA A LA EDUCACIÓN SUPERIOR ESTÁ TERRIBLE”

Una de tus primeras apariciones fue cuando te subiste a un trolebús a explicarle a la gente las razones de la toma del Eduardo de la Barra. ¿Qué piensas de la Reforma Educacional, del proyecto con el cual el gobierno intenta desmunicipalizar, y del de Reforma a la Educación Superior?

Foto: Daniel Labbé

Foto: Daniel Labbé

Creo que el proyecto de desmunicipalización o Proyecto de Nueva Educación Pública si en el Senado no lo desmenuzan, si no le cortan brazos, pies y cabeza, es una buena opción. Tiene una indicación, incluso, que podría modificar el financiamiento voucher y poner uno de tipo basal, que es lo que estamos exigiendo. Siento que el proyecto como está hoy es bastante aceptable para los secundarios, pero siempre en el Senado hacen modificaciones y le quitan algunas cosas. Y en cuanto al proyecto de Reforma a la Educación Superior, está terrible. Básicamente no termina con ninguna de las cosas que hoy damnifican y acomplejan a los estudiantes universitarios. No toca el CAE, no criminaliza el lucro en la educación, no toca para nada el Aporte Fiscal Indirecto, no asegura una verdadera educación gratuita y de calidad, simplemente impone un sistema de becas que no necesariamente se va a prolongar hasta el 100% de la población, sino que va a ser por quintiles. Realmente no modifica nada y simplemente son pequeñas alteraciones al actual sistema educacional superior y no hace los cambios estructurales que hemos estado exigiendo en las calles este año, como en 2011, 2006, 2001.

Pero según yo entiendo y de acuerdo a lo que han planteado organizaciones como la Aces, el proyecto para la educación secundaria crea estas figuras de “agentes” que se harían cargo y no necesariamente el Estado. ¿Tienes algún reparo con eso?

O sea, se crean los Servicios Locales de Educación que recibirían los fondos desde el Ministerio de Educación y ellos deberían mandarlos a los liceos directamente. Si es que el sistema funciona tan pulcro como se está especificando en el proyecto de ley no tendría que haber un problema. Lo que están exigiendo más la orgánica de la Aces es “control comunitario”, pero creo que no lo ingresan en su petitorio porque entiendo que plantean que eso se debe ir efectuando desde la práctica y desde los secundarios.

¿Tú crees en el “control comunitario”, que funciones?    

Claro que ha funcionado en algunas comunidades en Brasil, Argentina, pero depende mucho del espacio y el contexto en el cual se empiece a efectuar. Perfectamente hoy podrían existir liceos que puedan realizarlo y otros que no.

¿Cuál es tu opinión del Movimiento Estudiantil hoy? Uno lo observa ausente, evidentemente con menos apoyo de la población. ¿Qué crees que ocurrió?

Básicamente pasó de ser un movimiento estudiantil a política estudiantil de organizaciones; se ha transformado básicamente en disputas de espacios por organizaciones y partidos, y eso creo que es lo que ha ido mermando tanto la unión como el apoyo desde fuera. También ha habido muchos actos que han bajado la credibilidad que podrían tener los estudiantes ante la población, de violencia, y también han ocurrido actos que se podrían estar criminalizando por parte de la prensa, que hacen que la población se aleje del Movimiento porque no ven necesario llegar a violentar una manifestación de carácter pacífico en busca de nuevos cambios.

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REBELION.ORG, MIGUEL ENRÍQUEZ Y EL ABUELO

¿Cómo te instruyes, cómo te informas, sigues algún medio en particular?

Leo una página muy buena que se llama rebelion.org, que básicamente tiene artículos y columnas de muchos temas de América Latina y el mundo.

¿Y lees otros medios más tradicionales?

No, no leo mucho La Tercera, El Mercurio…

¿Es por una decisión política?

Claro, o sea, porque el contenido que ellos imponen no necesariamente es confiable y bueno para mí. Igual depende mucho del artículo y quien lo escriba, pero por lo general estoy acostumbrado a leer medios alternativos, columnas, algunos PDF que encuentro en Internet, alguna información que me manda mi abuelo, eso.

Tu abuelo es un pilar en tu formación política. ¿Conversas mucho con él?

Sí, estos últimos días no lo he llamado tanto, pero estoy acostumbrado a conversar bastante con él. Tengo una relación bastante afectuosa tanto con él como con mi abuela.

¿Y entre tus compañeros de colegio también se dan estas conversaciones, estas reflexiones políticas?

No tan a fondo, porque obviamente en octavo básico no todos tenemos un pensamiento crítico tan desarrollado -ni yo ni ellos-, pero sí tengo dos compañeros con los cuales puedo discutir este tipo de problemáticas a fondo.

¿Cuándo empieza este interés por lo político?

Interés como tal, siempre estuvo un poco presente, pero participación real fue a fines del año pasado.

¿Por qué, en qué contexto?

El punto de partida fue una biografía que leí de Miguel Enríquez. Ese es básicamente el punto en el que yo identifico que empiezo a interesarme más. Yo creo que fue también un poco la madurez que en ese momento estaba viviendo.

¿Tu casa es un lugar en donde se habla de política permanentemente? ¿Tú creciste escuchando, por ejemplo, en el buen sentido de la palabra, discusiones sobre política?

No podría decir que en mi casa se discuta mucho temas de contingencia política. Me refiero a mi familia directa, a mi mamá, a mi hermano. Ellos, claro, siempre estuvieron apoyándome y mi mamá siempre estuvo conversando las temáticas que en algún momento se dieron en mi hogar, pero no era algo constante.

Tú te cambiaste desde un colegio privado al Liceo Eduardo de la Barra, en una decisión política. ¿Cómo la tomaste?

Lo tenía bastante decidido y sabía que el cambio iba a ser para bien, que me iba a ayudar tanto en mi formación como en mi participación en el Movimiento Estudiantil. Y realmente me abrió puertas a las que yo nunca pensé que iba a poder acceder; conocimientos, personas que no pensé que iba a conocer. Y fue una decisión de la que no me arrepiento. Y con los amigos que tenía en el otro colegio sigo en contacto, conversando con ellos, no ha habido ningún problema.

Foto: Daniel Labbé

Foto: Daniel Labbé

“ME CONSIDERO FEMINISTA”

¿Participaste de la marcha #NiUnaMenos?

No pude ir porque tenía muchas tareas, pero quise ir. Tenía que entregar una especie de robot al otro día y tenía prueba de Historia con coeficiente dos y… (respira hondo y se sonríe moviendo la cabeza).

¿Y qué te parece el movimiento que se está generando? ¿Qué sientes cuando ves a tantas mujeres, y también hombres, peleando por esto?

Es que básicamente son las mujeres violentadas por el machismo presente en la sociedad las que siempre han estado conscientes de esto, siempre se han sentido atemorizadas de poder caminar por la calle seguras, siempre han estado normadas por ciertas condiciones que se les atribuyen a su sexo, cierto tipo de reglas que deben cumplir, cierto tipos de actos que no deben realizar. Y, al final, todo este machismo tan violento, tanta inseguridad por parte del hombre es porque, como decía Galeano, el hombre violento es básicamente el reflejo de su propio miedo hacia una mujer empoderada. Y todo esto desemboca en la multitudinaria manifestación que vimos ese día. Es muy esperanzador ver que se esté levantando un movimiento no desde la marcha, sino que de mucho tiempo atrás. Este movimiento es una consigna que existe hace mucho tiempo, claro que la marcha fue un poco más difundida, más grande. Es muy esperanzador poder pensar que algún día se va a poder terminar con la violencia en cualquier ámbito y sobre todo la que hoy están sufriendo las mujeres.

Claramente este tema es profundo, cultural, no se va a resolver de un día para otro. Desde tú parecer, ¿cómo crees que se puede hacer para cambiar este machismo si, por ejemplo, chicos de tu edad están escuchando reggaetón en donde a la mujer se le cosifica y se le reduce a un objeto?

Yo no podría darte una receta para cambiar paso por paso, pero creo que hay dos pilares fundamentales para acabar con estos actos. Primero sería reestructurar la forma en que pensamos y vivimos en la sociedad, eliminar el machismo y con ello sacando al patriarcado de Chile, que está presente tanto en la publicidad sexista, en el lenguaje sexista, en la heteronorma, en la maternidad forzada, en la penalización del aborto, en los femicidios, en la violencia cotidiana, en el hogar; y eso se tiene que ir haciendo en la práctica cotidiana a través de la educación, y yo creo que la educación es un fundamento para poder ir cambiando todo tipo de problemáticas.

¿Entre compañeros se está hablando de machismo, de violencia hacia las mujeres?     

No, lamentablemente no.

¿Y desde los profesores, son temas que se traten en algunos ramos, por ejemplo?

Alguna vez alguna profesora nos habrá hecho un comentario, pero no es algo tan presente, al menos en mi curso.

¿Crees que son temas que deberían integrarse a las mallas de los colegios?

Creo que hoy debería existir una educación no sexista y yo creo que también una educación feminista. Y feminismo no es sinónimo de poner a la mujer en un lugar privilegiado, sino igualdad de género básicamente.

¿Te consideras feminista?

Sí, en estos momentos me considero alguien feminista, aunque no podría decir que sea un feminista experto o que se maneje muy bien en el área, pero sí, se puede decir que sí.

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Marcha #NiUnaMenos en Santiago

¿Cómo le explicarías a una persona que todavía no entiende el feminismo el por qué es importante que todos nos vayamos involucrando con él?   

Básicamente se tiene una errónea concepción de lo que es el feminismo. Muchas veces se cree que el feminismo busca violentar al hombre y denigrarlo y poner a la mujer en un pedestal y por encima de cualquier otro tipo de género, lo que es mentira. El feminismo no aboga solo por los derechos de las mujeres, sino que por los derechos de múltiples otros géneros que hoy se ven discriminados. Es importante comprender para el hombre que, por ejemplo, el feminismo que yo sigo -porque existen muchas corrientes del feminismo- busca que la mujer pueda ser socialmente igual en derechos y dignidad que el hombre, pero que humanamente pueda ser diferente; que humanamente pueda diferenciarse de cualquier otro tipo de género, que pueda expresar su sexualidad, su libertad, su dignidad, como ella quiera, sin sentirse violentada por cualquier tipo de prejuicio o un machismo presente. Hay una frase de Rosa Luxemburgo que dice: “Por una sociedad en donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”. Yo creo que sería la mejor frase para explicar el feminismo por el cual yo abogo.

“SOY ATEO”

¿Eres creyente?      

No, yo soy

¿Cuándo te comienzas a observar como ateo?

En verdad yo nunca he creído en Dios, ni siquiera de pequeño creí en Dios ni en nada, siendo que una gran parte de mi familia es católica, otra parte fue judía, mi mamá es agnóstica, pero yo desde pequeño que no he sido creyente.

{destacado-2}¿Qué te parece la posición que ha adoptado la iglesia frente a abusos de niños? Ezzati, Errázuriz, por ejemplo, que han tomado parte por sacerdotes como Karadima o el obispo Barros de Osorno, en oposición a los denunciantes. ¿Qué piensas de esa reacción de la iglesia?

Los casos de abusos de la iglesia me parecen terribles. Hay muchas cosas que la iglesia ha cometido y comete que me parecen muy sucias, muy oscuras, pero más que nada yo creo que al hablar de iglesia en general se intenta poner a los todos los creyentes en un mismo saco y no todos los creyentes son malos o buenos. Han existido muchos curas que han luchado por la dignidad de los hombres, de las mujeres, de los pobres, de todo tipo de personas, así como ha habido otros influenciados por la política, por la corrupción, por la colusión, que han dejado pasar los abusos, que los han escondido; depende mucho de la persona y el contexto. Pero yo nunca he defendido la institución de la iglesia en sí.

EL FÚTBOL

Supe que te gusta jugar fútbol…

Sí, de repente.

¿Y también te gusta ver, sigues a algún equipo, ves los partidos de la Selección?

Sí, sí, también veo fútbol.

¿No te genera contradicción el tener una posición crítica frente a los temas que hemos hablado y seguir al fútbol que es una instancia donde se ve homofobia, xenofobia, el negocio corrupto que hay detrás, etcétera?

Claro, hoy el fútbol está lleno de suciedad, como lo está la sociedad; la corrupción, la violencia, la xenofobia, el machismo están impregnados en casi todas las actividades, pero siento que el fútbol siempre ha tenido la belleza de ser un deporte muy mágico. Han existido diversos futbolistas, escritores, que han dedicado su vida a narrar la belleza del fútbol…

Galeano, por ejemplo…

Claro, Galeano, Juan Villoro. Y hay un escritor argentino, Dante Panzeri, que en los años ‘60 escribió un libro que se llama “Fútbol, dinámica de lo impensado”, en donde explica -mucho antes de que el fútbol se volviera algo tan comercial- que iba a terminar como está hoy, lleno de publicidad, de una globalización que lo vuelve algo completamente comercial y capitalista, y que los jugadores iban a empezar a ser vistos como productos. Hace una crítica no solo al fútbol, sino que al capitalismo dentro del fútbol. Él fue director de la revista El Gráfico; de hecho, lo echaron por sus comentarios que eran muy críticos.

“ME VIOLENTA MUCHO LA INTOLERANCIA DEL CONSERVADURISMO”

Para terminar Tadeo, ¿cuáles son las dos o tres cosas que más te violentan de la sociedad chilena?

Me violenta mucho la intolerancia que existe por parte del conservadurismo, y dentro de eso los bloqueos y los obstáculos que pone la Derecha hacia todo cambio estructural de su sistema, e incluso la Concertación. Y bueno, básicamente todas las problemáticas sociales que afectan a los chilenos y chilenas en general, como el machismo, la xenofobia también en Chile es muy importante, está muy presente, y salud y educación.

¿Crees que somos un país racista?

Más que racista, xenófobo… Pero, bueno, sí, sí.

Claro, es que digo racista porque yo al menos siento que no se trata de igual manera a los extranjeros -de hecho se les llama así, extranjeros-, a los que vienen de países como Argentina, Estados Unidos, versus los que vienen de otros como Perú, Bolivia…

Sí, totalmente de acuerdo. Yo una vez escuché a un jardinero que iba saliendo de su casa y los saludamos y dijo “voy a ir a matar unos bolivianos” y era justo el día del fallo de La Haya o algo así, no recuerdo muy bien. Evidentemente Chile es un país que discrimina mucho a los bolivianos, a los peruanos, a los colombianos, a los haitianos, a diferencia de cómo se trata a un francés, a un norteamericano, a un belga, a un holandés.

Foto: Daniel Labbé

Foto: Daniel Labbé

¿Y qué crees que nos falta para cambiar eso? Hay un dicho que apuesta porque el racismo se cura viajando…

Creo que el pilar fundamental es la educación, tanto en casa como en la escuela. Ir educando desde todos los ámbitos y contextos posibles. Desde el fútbol también. El fútbol sería una excelente herramienta para ir eliminando todo eso.

¿Te refieres a la práctica del fútbol o al fútbol profesional?

Tanto la práctica como la observación del futbolista. Hoy los niños y las niñas están muy influenciados por actos que tienen algunos jugadores e hinchas del fútbol. Si una niña está acostumbrada a ir al estadio y se empiezan a corear cánticos xenófobos es evidente que en algún futuro podría adoptar esas posturas; pero si, en cambio, ella observa lo contrario va a tener el reflejo puesto ahí.

¿Y crees que eso se puede transformar?

Sí, creo que hay muchas cosas que son solucionables, pero estas son problemáticas más a largo plazo, más densas, que no se solucionan con un proyecto de ley o algo así, es algo mucho más a fondo.

Por Daniel Labbé Yáñez

*Entrevista publicada en la edición 197 de El Ciudadano

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