Viceministro de Defensa Civil Juan Carlos Calvimontes: Bolivia se prepara para enfrentar más desastres climáticos gracias a La Niña

La temporada de lluvias empezó con fuerza y más de 10.000 familias fueron afectadas por las inundaciones en casi todo el territorio

Por Pedro Guzmán

14/01/2022

Publicado en

Entrevistas

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El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, contó a Sputnik que las grandes lluvias de diciembre, que ocasionaron 20 fallecimientos, se reanudarán a mediados de enero. Advirtió que se están preparando para atender a la población afectada hasta marzo próximo.

La temporada de lluvias empezó con fuerza en Bolivia, donde más de 10.000 familias fueron afectadas por las inundaciones en casi todo el territorio. Se calcula que hasta el momento 20 personas fallecieron por este motivo. Mientras, el Viceministerio de Defensa Civil cuantifica los daños y coordina las reparaciones necesarias en carreteras y bordes de ríos.

Tienen que apurarse, dijo a Sputnik el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes. Porque a mediados de enero comenzará otra vez a llover abundantemente en todo el país, por lo cual los equipos de rescate se están preparando.

Y no será todo. Según Calvimontes, en marzo habrá un nuevo caudal de precipitaciones similar al visto en diciembre pasado. Para la autoridad, el cambio climático y el fenómeno de La Niña se ensañan especialmente este año sobre el suelo boliviano.

«La época de lluvias en Bolivia suele iniciarse en noviembre y normalmente se extiende hasta marzo, con mayor intensidad en enero y febrero. Pero, este año, los temporales fuertes se adelantaron a diciembre. No lo esperábamos», contó el viceministro.

Las desmedidas precipitaciones de diciembre afectaron a 20.000 familias. Resultaron damnificadas —es decir, directamente afectadas— 5.500 familias. Fueron dañadas por lluvias y granizadas 21.000 hectáreas de cultivos. También se perdieron 6.000 cabezas de ganado, 400 casas quedaron inundadas y 88 resultaron totalmente destruidas.

Comentó que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) pronosticó para estos días en algunos departamentos «temperaturas elevadísimas. Por esa razón se ha declarado alerta naranja».

No obstante, los equipos de rescate y las Fuerzas Armadas agradecen estos días de tregua en las tormentas, que destinaron a reorganizarse y prepararse para lo que viene: «Desde enero hasta marzo tendremos la presencia de La Niña. Eso nos va a ocasionar muchísimas más inundaciones que las ya ocasionadas», indicó Calvimontes.

Alertó: «Nos estamos preparando para el segundo periodo de lluvias, que puede ser más intenso que el primero. Y vamos a tener un tercer periodo en marzo. Nunca se había visto este ritmo contínuo».
Entre rescates y pérdida de vidas

Durante diciembre y los primeros días de enero, se hicieron virales las imágenes de gente afectada por las vastas precipitaciones. En el norte de La Paz, un grupo de mineros trabajaba en la extracción de oro junto al río Mapiri. De improviso, llegó una enorme riada que arrastró a trabajadores y maquinaria, incluso enormes excavadoras. Siete personas fallecieron allí.

También las Fuerzas Armadas difundieron imágenes de espectaculares rescates de familias atrapadas por el desborde de los ríos, fundamentalmente en el oriente de Bolivia. Si bien las zonas más afectadas son Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, todos los departamentos sufrieron por las inundaciones, a excepción de Pando.

Los registros de fallecidos contemplan a las personas ahogadas o arrastradas por los ríos descontrolados. Pero hay una cifra importante de muertes no incluidas, son las que ocurren en las peligrosas carreteras, fundamentalmente de las áreas montañosas.

En la región de Yungas, en La Paz, donde se halla el famoso y turístico «Camino de la Muerte», los embarrancamientos de vehículos de todo tamaño ocurren a diario. Las delgadas carreteras junto a las montañas se humedecen y ceden por el peso de los rodados que pasan febrilmente, sobre todo en las fechas de las fiestas de fin de año.

«Estos fenómenos nos han sorprendido a todos por la intensidad que hemos tenido en regiones donde tradicionalmente no ocurren este tipo de inundaciones», dijo Calvimontes.

Destacó que los equipos de rescate salvaron la vida de 107 personas: «La Armada boliviana, en pequeños barcos con motores fuera de borda, ha rescatado a familias y también a su ganado».

El viceministro explicó que al momento de acudir al rescate, en ocasiones se encontraban con nuevos desafíos: «Las familias que viven en sitios alejados, que se dedican a la cría de animales en pequeña escala, no quieren abandonar su lugar por temor a que pase algo a su ganado. Entonces había que evacuar a las familias juntamente con sus ganados. Trabajamos de esa forma con la finalidad de precautelar la vida de la población».

En este sentido, Calvimontes advirtió que en la nueva etapa de trabajo que se avecina «estamos seguros de que las Fuerzas Armadas serán el pilar fundamental del trabajo de atención de desastres».

El presupuesto para el Plan Nacional de Emergencias de la gestión 2021 era de 9,4 millones de dólares, de los cuales aún queda un «saldo considerable» que destinarán a financiar las labores de rescate del inicio del año.

«Vamos a salir adelante. Lo importante es que contamos con la decisión del presidente Luis Arce de disponer de todo el respaldo económico necesario para hacer el trabajo», dijo Calvimontes.

Poca coordinación con Camacho

El viceministro resaltó que el Gobierno nacional pudo trabajar en coordinación con todos los departamentos afectados por las inundaciones, salvo con Santa Cruz de la Sierra, donde justamente más familias necesitan apoyo.

Este departamento es gobernado por Luis Fernando Camacho, un rabioso opositor al Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS). Se hizo conocido durante los días del golpe de Estado de 2019, cuando como presidente del Comité Pro Santa Cruz constituyó el brazo civil que apoyó al derrocamiento de Evo Morales (2006-2019).

Calvimontes lamentó que por causas políticas no se privilegie la adecuada atención de la población afectada.

Las zonas inundadas de Santa Cruz coinciden en varios casos con bosques que tradicionalmente se incendian en la época seca, que llega a su esplendor en agosto-septiembre de cada año.

En este aspecto, Calvimontes anunció que próximamente presentarán un informe que no hará quedar bien parados a los agroindustriales que sostienen políticamente a la Gobernación de Camacho.

«Realizamos una evaluación de lo ocurrido en las épocas de incendios y los datos son reveladores: los incendios fueron provocados por intereses del poder agroindustrial», interesado en que desaparezcan los bosques, así tendrían más espacio para tender sus cultivos, fundamentalmente de soja.

Durante los tiempos de incendios, los grupos económicos de Santa Cruz sostienen que son causados por campesinos migrantes de la región andina —a quienes despectivamente llaman collas—, que no sabrían lidiar con la abundante vegetación cruceña.

«La primera teoría que ellos han intentado posicionar, era que los originarios, campesinos, colonizadores causaban los incendios. Pero está totalmente descartada esa teoría. Ahora sabemos que son provocados por gente ligada al poder económico y político cruceño», aseguró el viceministro.

Fuente Sputnik

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