Jugando a la pelota tras los asesinatos: La limpieza de imagen iniciada por los uniformados

Al menos cinco personas -según lo que ha constatado el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)- son las que han sido asesinadas «presuntamente» por agentes del Estado en el marco de las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera.

Entre esos casos se encuentra el del joven de 25 años, José Miguel Uribe Antipani, quien fue baleado fatalmente mientras se manifestaba junto a otras personas pacíficamente en la Ruta 5 Sur en la Región del Maule. Por ese hecho fue detenido, formalizado y enviado a prisión preventiva el cabo segundo del Ejército Juan Carlos Reyes.

Además de eso, la entidad ha establecido vejaciones a menores de edad -por ejemplo, un niño que fue desnudado y obligado a observar el maltrato a su tío, también desnudo, al interior de una comisaría-, y violencia sexual contra mujeres en esos mismos recintos.

Respecto de esto último, destaca una denuncia de una manifestante que acusa haber sido puesta de boca sobre basura y luego amenazada con ser «penetrada» con un arma por parte de uniformados.

Todos hechos que, junto con agudizar el malestar social en contra de la administración Piñera, ha generado un rechazo a los miembros de Carabineros, la PDI y las Fuerzas Armadas, por evidenciar un comportamiento muy similar al exhibido durante la dictadura cívico-militar, protagonizando sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos.

Es en este contexto que desde la tarde de este martes, justo cuando ya se hizo imposible ocultar esas vulneraciones a los derechos básicos debido a la amplia difusión a través de redes sociales y medios independientes, las instituciones uniformadas comenzaron una campaña de limpieza de imagen, mostrándose ahora cercana y hasta amistosa con la ciudadanía que protesta, y en donde la victimización fue la tónica.

Un tarea en la que -como ocurre permanentemente- los medios de comunicación tradicionales se convirtieron en diligentes amplificadores, sin cuestionamiento alguno, difundiendo profusamente diversas escenas de supuesta amistad cívica entre estas instituciones y la población a la que están violentando.

La tarde del martes, por ejemplo, a través de los canales de televisión se difundió una escena en donde en medio de una marcha en Providencia con Miguel Claro, un grupo de carabineros en motos son «consolados» por los manifestantes, sin explicarse bien la razón de su supuesta afectación.

Otra de las imágenes que ha sido mostrada masivamente es la de uniformados jugando una suerte de partido de volley en pleno centro de Viña del Mar, ocurrida este miércoles.

Otra escena similar a la que se difundió este miércoles, cuando en Copiapó miembros de las Fuerzas Armadas jugaron a la pelota con manifestantes en avenida Copayapu con calle Chacabuco.

«Estoy lejos de mi familia, me pueden sacar la chucha ahora si quieren», les grita a los pobladores en Osorno en otro registro difundido este miércoles por TVN un militar acompañado de un fusil y rodeado por sus compañeros de armas.