Beso de la censura: Orgullo Gay de Brasil dijo «¡Basta!» a Bolsonaro

Llamaron a defender la democracia y la libertad

Al menos 320 personas de la comunidad LGBTI murieron por discriminación en Brasil durante 2018 y hasta el primer semestre de 2019 se habían registrado 126 asesinatos de integrantes del colectivo gay


Río de Janeiro celebró este domingo su tradicional Desfile del Orgullo Gay en su edición número 24, cuya consigna fue “defender la democracia y la libertad”. Los colectivos LGBTI denunciaron la censura promovida por el alcalde de la ciudad y líder evangélico, Marcelo Crivella.

Además, expresaron su rechazo al presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, cuya retórica promueve la discriminación hacia las poblaciones sexualmente diversas.

Esta marcha recordó 40 años de lucha por los derechos de los colectivos LGBTI, con el lema: «Por la democracia, libertad y derechos: ayer, hoy y siempre», convocó a más miles personas que se concentraron en el turístico barrio de Copacabana.

La multitudinaria manifestación, que desafío la lluvia estuvo repleta de banderas arcoíris y carteles a favor derechos de estos colectivos.

«Tenemos que unirnos. Mi mensaje es que nos unamos, protejamos a los amigos y luchemos para ser felices y amar«, dijo uno de los manifestantes citados por ABC.

Manifestantes denunciaron el reciente intento del alcalde de Río de vetar un cómic en el que aparece la imagen de dos personajes homosexuales besándose. Foto: AFP.

Un beso censurado

Entre las consigas destacó una: «Porque el beso es libre, censura nunca más», a través de la cual los manifestantes denunciaron la censura promovida por el alcalde Crivella, quien en agosto pasado intento vetar el cómic “Vengadores: La cruzada de los niños”, por incluir un beso entre dos personajes, el hechicero Wiccano y el guerrero Hulkling, que en la trama son homosexuales y mantienen una relación amorosa.

Crivella, un evangelista radical y aliado del presidente Bolsonaro, ordenó a un grupo de inspectores buscar y retirar de la Bienal del Libro en Ríolos ejemplares del cómic en que se mostrara contenido, según él, “inapropiado” y que mostrara «contenido sexual para menores”.

Libros así deben estar envueltos en plástico negro, lacrado y con un aviso de contenido del lado de fuera”, expresó en un video publicado en su cuenta Twitter, en el que mostró la tapa y una de las viñetas del texto.

Los inspectores de la Alcaldía se presentaron en la feria para verificar el cumplimiento de la orden de no exhibir el libro cuestionado por el Alcalde e identificar si otras publicaciones “inapropiadas” estaban siendo exhibidas, lo que causó el rechazo de la colectividad y medios como el Folha de Sao Paulo, uno de los diarios que publicó en su portada la imagen de los dos personajes gais besándose.

La portada del Folha de Sao Paulo con el beso entre los dos personajes. Foto: Folha de Sao Paulo.

El intento de censura de Crivella desencadenó una guerra judicial, en la que el presidente del Tribunal del Río, Cláudio Tavares, avaló la petición del Alcalde de decomisar el cómic, al considerar que «no hubo impedimento o intimidación a la libertad de expresión».

Mientras que el ministro de la Corte Suprema, Celso de Mello, arremetió contra Crivella en una nota publicada por el diario Folha de São Paulo.

“Bajo el signo del retroceso, cuya inspiración resulta de las tinieblas que dominan el poder del Estado, un nuevo y sombrío tiempo se anuncia, de la intolerancia, de la represión al pensamiento, de la prohibición ostensiva al pluralismo de ideas y del rechazo al principio democrático”, escribió

Finalmente, el Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló la decisión del alcalde evangelista y el libro fue liberado de la censura.

“El régimen democrático presupone un ambiente de libre tránsito de ideas”, afirmó Días Toffoli, presidente de la Corte en su decisión.

Lo cierto, es que la amenaza del Alcalde de Río al colectivo LGBTI está en pie, ya que su misión es «exorcizar a la ciudad del pecado».

El dirigente del partido Republicanos, que se describe así mismo como un ejemplo de una derecha «radical», define a la homosexualidad como una «conducta maligna», un «mal terrible» y una «condición lamentable», razón por los que los millones de manifestantes de la marcha dijeron: «Basta a la censura y homofobia de Crivella».

Entre los discursos se colaron duras críticas al presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Foto: Reuters.

Protesta contra Bolsonaro

Entre los discursos se colaron duras críticas al presidente de Brasil, quien desde su campaña a la electoral no ha parado de mostrar sus inclinaciones racistas, misóginas y homofóbicas.  E incluso llegó a reconocer que es un «homófobo orgulloso».

En una entrevista televisa con la activista estadounidense Ellen Page, el Mandatario afirmó que existe un porcentaje mayor de población homosexual por “las libertades, las drogas, las mujeres que trabajan”.

«Creo que es un asunto de comportamiento. Cuando era joven, hablando en términos porcentuales, había pocos gays. Con el tiempo, debido a las libertades, a las drogas, a las mujeres trabajando, aumentó bastante el número de homosexuales”, dijo.

Asimismo, ha comentado que «preferiría tener un hijo muerto que un hijo homosexual» y también ha llegado a decir que su país «no debe convertirse en un «paraíso para el turismo gay».

Entre otras frases contra la comunidad LGBTI figuran: «No voy a combatir ni discriminar, pero si veo a dos hombres besándose en la calle los voy a golpear” y «el 90% de los hijos adoptados por parejas homosexuales van a ser homosexuales y se van a prostituir, con seguridad”.

Sin embargo, el ultraderechista no se queda en palabras, ya que desde que llegó a la presidencia de Brasil no ha dudado en agredir con sus políticas y acciones a la comunidad homosexual.

En abril, ordenó despedir al director de un banco público por aprobar una campaña publicitaria amigable con la comunidad gay y la diversidad racial, ya que participan actores jóvenes, negros, tatuados y una transexual.

Bolsonaro llamó al titular del Banco do Brasil, Rubem Novaes, para solicitarle la retirada de la campaña y la destitución del director de marketing de la entidad, Delano Valentín, tal y como informó Folha de Sao Paulo.

En mayo, eliminó las responsabilidades relacionadas con la comunidad LGTBI del Ministerio de Derechos Humanos.

En agosto, su gobierno decidió suspender una licitación para financiar producciones audiovisuales para canales públicos de televisión que aborden temas relacionados con la población LGBTI.

La decisión de frenar por seis meses una primera licitación por 70 millones de reales (unos 17,5 millones de dólares) fue anunciada por el Ministerio de la Ciudadanía, que absorbió a la antigua cartera de Cultura.

“Quedan suspendidos por 180 días, prorrogables por igual período, los términos del pliego de llamado para TVs públicas, con recursos públicos del Fondo Sectorial Audiovisual”, indicó una resolución firmada por el ministro Osmar Terra.

¿Conquistas y reivindicaciones en peligro?

Bajo los gobiernos progresistas de Luiz Ignacio Lula Da Silva y Dilma Roussef los derechos de la comunidad sexo diversa florecieron. En Brasil, el Tribunal Supremo legalizó el matrimonio entre parejas del mismo sexo en 2013.

Asimismo, en junio pasado el máximo tribunal del país decidió que los actos de homofobia y transfobia serían considerados delitos y tendrían el mismo trato penal que el racismo -con penas de hasta cinco años de prisión- hasta que el Congreso legisle sobre ese asunto.

No obstante, Bolsonaro dijo que la decisión del Supremo perjudica a la propia comunidad LGBTI y genera un conflicto en la esfera penal.

«La decisión del Supremo fue equivocada», afirmó el presidente, argumentando que ahora una persona LGBTI puede tener más dificultad en encontrar trabajo, pues el jefe se asustará con la posibilidad de ser falsamente acusado de discriminación si el futuro empleado es despedido un día.

El ultraderechista llegó a decir que el tribunal había creado «una escisión de lucha de clases».

“Defender la democracia y la libertad” fue la consigna de la marcha de Río de Janeiro. Foto: EFE.

Bajo este gobierno conservador, el panorama para la comunidad sexo diversa es sombrío, al punto que actualmente, en promedio, una persona muere cada día por la homofobia en Brasil, según las estadísticas.

Al menos 320 personas LGBTI murieron por homofobia en 2018 y hasta el primer semestre de 2019 se habían registrado 126 asesinatos de integrantes de este colectivo, de acuerdo con el Grupo Gay de Bahía (GGB), pionero en la defensa de los derechos humanos de esta comunidad.

De acuerdo con el fundador de esa organización, Luiz Mott, las muertes de personas LGTBI por intolerancia continúan en los mismos niveles de los años anteriores, lo que significa que no se ha presentado una «mejoría» en los índices registrados para este tipo de casos.

Según explicó a la agencia EFE, el número de muertes violentas se disminuyó un 20 % este año en Brasil, pero en los casos que tuvieron como víctimas a la población LGTBI «hubo un aumento».

El discurso homofóbico de Bolsonaro ha intensificado la tensión en la comunidad LGBTI. Foto: EFE.

Para Mott, el discurso discriminatorio que se intensificó con el ultraderechista Bolsonaro, quien ha incentivado la «cautela» de la población LGTBI.

«Mi hipótesis es que tal vez por cuenta del discurso homofóbico y de las medidas de represión que este Gobierno ha tenido contra los órganos y la población LGBT se generó un ambiente de mayor cautela y por eso «se ha registrado un aumento del 75 % en los casos de violencia verbal y física«.

A pesar de este panorama, el pueblo brasileño sigue en pie de lucha y salió a las calles de Río de Janeiro para decirle a Bolsonaro que continuarán firmes para “defender la democracia y la libertad”

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