Esposa de AMLO se niega a ser llamada Primera Dama

La esposa del recién electo mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), indicó a los medios que se rehúsa  a ser llamada primera dama, tras el triunfo de su compañero de vida.

“He venido a proponerles que pongamos fin a la idea de la primera dama (…) en México no queremos que haya mujeres ni de primera ni de segunda», explicó Beatriz Gutiérrez Müller en un mitin, celebrado en Minatitlán, Veracruz.

Gutiérrez Müller está casada con el Presidente electo, quien se impuso claramente en las elecciones celebradas el domingo 1 de julio con 53% de los votos.

Beatriz -como prefiere ser llamada- quiere romper con la tradición, «con todo respeto a las mujeres que han actuado antes con este papel, pero decir Primera Sama es algo clasista. Todas somos mujeres, todas hacemos algo importante», subrayó.

Por otra parte, manifestó su desinterés en los cargos políticos, pero no se negó a acompañar a su esposo para todas partes. «La compañera de un Presidente debe participar en todo lo que pueda, hasta un límite», agregó.

Doctora en teoría literaria

Gutiérrez nació en 1969, se graduó en Comunicación y tiene una maestría en Literatura Iberoamericana por la Universidad Iberoamericana de Puebla. Además, es doctora en Teoría Literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana.

Se trata de la primera esposa de un presidente de México con un doctorado. Además, ha sido periodista, ha dictado clases en distintas universidades y ha publicado seis libros, entre ellos novelas y poesía. Su última novela, Viejo Siglo Nuevo, habla de la Revolución Mexicana y el asesinato de Francisco I. Madero.

Según fuentes cercanas a Beatriz, ella quiere que le llamen solo por su nombre de pila, además la califican de «inteligente, prudente, tranquila y serena”, señaló a una agencia internacional Luis Fernando Soto, quien trabajó con ella en un programa de radio en Puebla.

“Beatriz siempre ha escrito muy bien (…) era la líder de la fuente que cubría los partidos políticos. Recuerdo que era muy apasionada en todo lo que hacía», contó Soto.