Otro lamentable caso de trata de personas

Un “falso iluminado” mantenía como cautivas sexuales a mujeres en Perú

Patricia Aguilar y otras mujeres contaron su experiencia al vivir con el líder de una secta gnóstica

Por Wendy La Rosa

24/08/2018

Publicado en

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Definitivamente en el mundo siguen ocurriendo cosas insólitas, como un caso reciente de trata de personas en Perú. Se trata de un grupo de mujeres que vivió por años en cautiverio con un “falso iluminado” en la selva de San Martín de Pangoa.

El líder de la secta gnóstica, Félix Steven Manrique, de 35 años de edad, se hacía llamar “Príncipe Gurdjieff”, tenía como parejas a varias mujeres con las que mantenía “alquimias sexuales” o relaciones sexuales sin placer, a cambio de promesas de una vida mejor y la procreación de nuevos seres especiales para repoblar el planeta.

Los “sacrificios de Patricia”

El escándalo salió a la palestra pública con Patricia Aguilar, de 18 años, quien como una “iniciada más” se fue a vivir a Perú dentro de un grupo gnóstico junto al “Príncipe Gurdjieff”, en una peligrosa zona de la selva peruana frecuentada por grupos de narcotraficantes.

Gracias a las gestiones de su padre, muy angustiado, la policía encontró a una desnutrida Patricia y a un bebé, hijo de Manrique. También, fueron halladas dos mujeres y varios niños más que habían sido víctimas de los maltratos del falso líder gnóstico.

Patricia Aguilar fue encontrada junto a su bebé en una zona fronteriza frecuentada por paramilitares. Foto: AFP

Una de las mujeres rescatadas declaró: “Steven es el jefe del hogar, como nuestra pareja y padre de los niños, pone las reglas de convivencia. Trabajamos 12 horas diarias, nos hacemos cargo de la manutención de Steven, Patricia y los niños, porque el ‘Príncipe Gurdjieff’ se quedaba en casa junto a otra de nosotras”, relató.

En total, las cinco mujeres, víctimas de este presunto secuestrador, fueron adoctrinadas para “esperar el inminente fin del mundo junto a su maestro, procurarle cuidados, placer y descendencia para repoblar el planeta”.

Según comentó otra de sus mujeres, Manrique les exigía fidelidad, respeto, orden moral, no salir de noche y saber comportarse«. Ellas trabajaban duro, mientras él iba a cabinas de Internet para conectarse por horas o se echaba en el sofá».

Turnos sexuales

Según la confesión de las mujeres, las tres esposas se turnaban para dormir con Manrique. «Al inicio estábamos en un local, había una cama armada y dos colchones, uno mediano y otro chico. En la cama grande dormía Steven feliz con una pareja. Unas veces una, a veces otra y otras yo. Los otros, nos acomodábamos en el piso«, relata una de las féminas, quien dice que todas tenían «relaciones sexuales con Steven hasta el momento de la concepción. Cuando me quedé embarazada ya no tuve más y con Patricia ocurrió igual», añadió.

El sujeto también sometía a maltratos y vejaciones a sus niños, que tan sólo cuentan con edades de entre 3 y 10 años.

Parte del «harén» del falso iluminado. Foto: AP

Félix Steven Manrique entró en prisión provisional y la policía continuó con las investigaciones por el delito de trata de personas con fines de explotación.

Las hipótesis preliminares revelaron que el “falso iluminado” captaba a mujeres moralmente inestables, les iba lavando el cerebro poco a poco, para luego convencerlas de que él era un enviado de Dios con la misión de repoblar el planeta.

Pretextos perfectos

La secta de la Gnosis se ha instalado en varios países y es responsable de la desaparición de jóvenes y adolescentes. Esta modalidad o práctica, se ha convertido en un pretexto perfecto para ejercer el bien o el mal y permite rendir culto a cualquier Dios.

Gnosis, una peligrosa secta latinoamericana

Las ideas gnósticas sustituyen las palabras de Dios por las del ser humano y prefieren una redención personal antes que la Redención de Cristo. Se dice que pertenecer a esta secta exige un sacrificio personal profundo, lo que también ha ocasionado la existencia de falsos profetas que se aprovechan de la necesidad o ignorancia de las personas.

El movimiento de la Gnosis surgió en Colombia a finales de los años ’50 y su principal impulsor fue el curandero Victor Manuel Gómez, aunque prefería ser llamado Samael Aun Weor. Un escritor de este tema, relató que Samael, el “Genio de Marte”, se había encarnado en él para transmitir sus enseñanzas. En los años siguientes se dedicó a difundir su obra y extender el “conocimiento supremo”.

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