En su primera Misa del Gallo como Pontífice, el Papa León 14 criticó el extremismo capitalista en el mundo, calificándolo como una «economía distorsionada que induce a tratar a los hombres como mercancía».
Según consignaron agencias internacionales, el sumo sacerdote lideró la tradicional eucaristía de Navidad en Roma ante 6.000 fieles, afirmando que «para iluminar nuestra ceguera, el Señor quiso revelarse al hombre como hombre, su verdadera imagen, según un proyecto de amor iniciado con la creación del mundo».
Posteriormente, reportó la agencia EFE, el Papa citó las palabras del anterior Pontífice, Benedicto 16, enfatizando que «mientras la noche del error oscurezca esta verdad providencial, tampoco queda espacio para los otros, para los niños, los pobres, los extranjeros».
«Las palabras del Papa Benedicto XVI, tan actuales, nos recuerdan que en la tierra no hay espacio para Dios si no hay espacio para el hombre: no acoger a uno significa rechazar al otro. En cambio, donde hay lugar para el hombre, hay lugar para Dios», dijo el líder de la Iglesia Católica.
En seguida, planteó que «Dios, ante las expectativas de los pueblos, envía un niño, para que sea palabra de esperanza; ante el dolor de los miserables (…) ¡Él envía un indefenso, para que sea fuerza para levantarse; ante la violencia y la opresión, Él enciende una suave luz que ilumina con la salvación a todos los hijos de este mundo».
«Y mientras una economía distorsionada induce a tratar a los hombres como mercancía, Dios se hace semejante a nosotros, revelando la dignidad infinita de cada persona. Mientras el hombre quiere convertirse en Dios para dominar al prójimo, Dios quiere convertirse en hombre para liberarnos de toda esclavitud», afirmó el Papa León 14.
El Ciudadano

