Israel mantiene el bloqueo a la ayuda humanitaria destinada a la Franja de Gaza

El gobierno de Israel ha desatado una ola de condenas internacionales al bloquear la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, una medida que ha sido calificada como «crimen contra la humanidad» y «guerra de hambre» por organizaciones y líderes mundiales. Esta decisión, tomada como presión política contra Hamas, agrava la ya crítica crisis humanitaria en la Franja de Gaza, donde más de 2 millones de personas enfrentan escasez de alimentos, medicinas y suministros básicos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó la medida como una forma de presionar a Hamas para aceptar una propuesta de extensión del alto al fuego y la liberación de rehenes, presentada por el enviado estadounidense Steve Witkoff. «Si Hamas no acepta la propuesta, enfrentará consecuencias adicionales», advirtió Netanyahu durante una reunión de gabinete. Sin embargo, esta estrategia ha sido ampliamente rechazada por su impacto desproporcionado sobre la población civil.

Hamas calificó el bloqueo como «un chantaje barato y un crimen de guerra», exigiendo a la comunidad internacional que presione a Israel para revertir la decisión. Mahmoud Meedawi, alto funcionario de Hamas, subrayó que «es necesario implementar todas las fases del acuerdo tal como fue firmado», rechazando cualquier modificación unilateral.

Organizaciones palestinas como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) también condenaron la medida, señalando que «Israel busca evadir la segunda fase del acuerdo y profundizar el sufrimiento del pueblo gazatí». Por su parte, Yihad Islámica acusó a Estados Unidos de «proteger a Israel mientras este comete crímenes contra la humanidad».

Faisal Aranki, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), advirtió que «el bloqueo empeorará la escasez de bienes esenciales y suministros médicos», responsabilizando al gobierno israelí por el deterioro de las condiciones humanitarias. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina también alertó sobre las «consecuencias catastróficas» de esta decisión, especialmente durante el mes sagrado de Ramadán.

Egipto, Jordania y la ONU se sumaron a las críticas. El canciller egipcio, Badr Abdelatty, denunció que «usar la ayuda como arma de castigo colectivo es inaceptable y viola el derecho internacional humanitario». Jordania, por su parte, instó a la comunidad internacional a «obligar a Israel a cumplir con el alto al fuego y reabrir los cruces para permitir la entrada de ayuda».

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, hizo un llamado urgente para que «la ayuda humanitaria fluya de inmediato a Gaza» y advirtió sobre el riesgo de un «retorno a las hostilidades». Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, destacó que el alto al fuego ha «salvado innumerables vidas y ofrecido un rayo de esperanza», instando a mantenerlo para evitar una nueva escalada de violencia.

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El bloqueo israelí a Gaza no solo representa una violación grave del derecho internacional, sino que también expone a millones de personas a condiciones inhumanas. La comunidad global debe actuar con firmeza para garantizar el flujo de ayuda y evitar una catástrofe humanitaria irreversible.

Fotografía: Redes

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