En su mayoría son inmigrantes:

2.800 presos organizan un motín en una prisión de Texas

Alrededor de 2.800 reos participaron de un motín en la prisión de la ciudad estadounidense de Raymondville, estado de Texas, incendiando construcciones residenciales en el patio de la cárcel. Demandan atención médica que no es dada por la empresa contratista que administra el penal.

Por Mauricio Becerra

22/02/2015

Publicado en

Justicia y DD.HH / Mundo / Pueblos

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riot texas

Hasta 2 mil 800 internos federales serán trasladados a otras instituciones a raíz de que los presos se apoderaran del control de parte de un penal localizado en el sur de Texas, provocando daños que vuelven “inhabitable” el lugar, informó ayer un funcionario.

Management & Training Corp. (MTC), el contratista particular que maneja el centro del Buró Federal de Cárceles, dijo que el viernes alrededor de dos mil reos causaron trastornos debido a que se hallaban molestos por los servicios médicos y se negaron a hacer sus deberes laborales.

Ed Ross, vocero del Buró de Cárceles Federales, señaló que los internos que tomaron el control ya “están obedeciendo”, pero que ayer las negociaciones seguían en curso en un intento por que el personal “recuperara el control completo” del Centro Correccional del Condado Willacy.

“La situación no se ha resuelto, pero estamos avanzando hacia una resolución pacífica”, dijo anoche el vocero del FBI, Erik Vasys.

Por el momento no quedó claro el progreso logrado a través de las negociaciones, pero el sheriff Larry Spence dijo que durante al parapeto no se tomaron rehenes y que sólo se reportaron lesiones menores. Spence agregó que los internos “tienen tubos que usan como armas”.

INMIGRANTES SIN ATENCIÓN MÉDICA

Issa Arnita, portavoz de MTC, manifestó mediante un comunicado que personal administrativo del penal se reunió el viernes con reos a fin de abordar las inquietudes de éstos, pero que en el centro penitenciario se ordenó un confinamiento.

Arnita dijo que los internos “violaron” sus unidades de vivienda y que llegaron hasta el patio. El Valley Morning Star reportó llamas en el interior de tres de las 10 unidades de vivienda del penal.

Las autoridades señalaron que no están participando en los disturbios entre 800 y 900 presos más. Los reos a quienes se mantiene en el edificio, el cual se localiza a más de 200 millas (322 kilómetros) de San Antonio en el extremo sur de Texas son descritos como ofensores “de bajo nivel” que en su mayoría son inmigrantes que se encuentran ilegalmente en el país.

“Los custodios recurrieron a fuerza no letal y a gas lacrimógeno en su intento por controlar a los ofensores rebeldes”, dijo Arnita en el comunicado.

Ninguno de los internos cruzó alguna de las dos barras de seguridad que había en el perímetro, sin haber peligro para el público, agregó.

Aunque no estaba claro cuáles servicios médicos habían molestado a los presos, en un reporte que la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles emitió en el 2007 se determinó que el acceso inadecuado a la atención médica representaba una de las quejas más comunes entre los inmigrantes detenidos.

En el informe se establecía que los detenidos reportaron no haber recibido servicios de emergencia ni medicamentos necesarios.

El Diario MX

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