Derechos Humanos

Argentina y un ejemplo para la región: La condena a perpetua para 29 torturadores de la última dictadura

Tras más de cinco años de audiencias, se conoció la sentencia Megacausa ESMA III, el juicio oral más grande de la historia trasandina. Iniciada en noviembre de 2012, se juzgaron los delitos de lesa humanidad cometidos por 54 genocidas contra 789 víctimas en el mayor centro clandestino de detención y tortura de la última dictadura cívico-militar en Argentina.

La Megacausa ESMA III -cuyo nombre se debe a la división en tres partes de la causa ESMA, por la cantidad de implicados en los delitos de lesa humanidad de la última dictadura trasandina- es el juicio oral más largo de la historia argentina y llegó a su fin.

Con inicio en noviembre de 2012, las audiencias cumplieron cinco años de testimonios, pruebas y palabras de sobrevivientes, familiares y testigos. En aquel momento, informa La Primera Piedra, el juicio inició con 65 acusados que por el paso del tiempo del proceso y la impunidad de tantos años, fallecieron o fueron apartados por razones de salud, quedando solamente 54 imputados con 789 víctimas.

Tal como señalamos anteriormente en El Ciudadano, dentro de esos 54 imputados se encontraban personajes tristemente célebres por su historia represiva en Argentina, como Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Ricardo Miguel Cavallo, Adolfo Donda y Carlos Guillermo Suárez Mason.

En un claro modelo a seguir para toda la región, todos los mencionados anteriormente recibieron la pena de prisión perpetua, junto a otros 24, sumando un total de 29 condenas de ese tipo. Otros 19 deberán purgar entre 8 y 25 años. Fueron absueltos 6 de los 54, a pesar de haber participado en «vuelos de la muerte» o ser responsables de la acción represiva de la dictadura cívico-militar en Argentina.

¿Qué son los «vuelos de la muerte»?

Los denominados «vuelos de la muerte» fueron una metodología de exterminio durante el mencionado régimen. Los detenidos-desaparecidos eran inyectados con «pentoval» -una droga para permanecer inconscientes- y luego eran arrojados con vida al Río de la Plata desde un avión.

Ese macabro accionar era un secreto a voces durante la época, pero silenciado por los grandes medios de comunicación en Argentina, quienes pactaron con el gobierno de facto a cambio de intereses económicos. En 1992, tras la confesión de uno de los pilotos de esos aviones, el caso tomó mayor trascendencia pública.

Anteriormente, habían tenido visibilidad por la aparición de cadáveres en las costas uruguayas, arrastrados por la corriente del Río de La Plata que separa a Uruguay de la Argentina.

El horror dentro de la ESMA

La investigación judicial sobre lo ocurrido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros clandestinos de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura militar, tomó impulso a partir de la derogación de las leyes de amnistía e impunidad bajo el gobierno de Néstor Kirchner en Argentina.

Esa misma gestión es la que convirtió al predio de la ESMA en lo que es actualmente: un Espacio para la Memoria, donde se visibiliza el accionar del terrorismo de Estado, con salas de detención ilegal y torturas, e incluso una de partos clandestinos que facilitó la apropiación de decenas de bebés.

Debido a la cantidad de implicados, víctimas y la complejidad de los delitos, se tuvo que dividir en diferentes megacausas. A pesar de que la Megacausa ESMA III es aquella de lesa humanidad con más víctimas desde que se reabrieron los juicios, se espera que la IV juzgue los delitos cometidos contra más de mil víctimas, como informa La Primera Piedra.

Un ejemplo para la región

Pese a los cambios políticos en Argentina con el ascenso de la derecha de la mano de Mauricio Macri, lo cual hizo dudar de la continuidad de los juicios por delitos de lesa humanidad, el país trasandino sigue dando un ejemplo a seguir para el mundo y la región en particular.

Con la mayoría de los torturadores y dictadores impunes, el caso argentino muestra la persistencia de la memoria, verdad y justicia para lograr tras tantos años de impunidad y silencio, sumado a las demoras de la siempre burocrática y funcional Justicia, una sentencia histórica.

Como informamos en El Ciudadano, la periodista Miriam Lewin, una de las querellantes en este caso y quien estuvo detenida en la ESMA, comentó para RT en español la sentencia final. A su juicio, el balance es “bastante satisfactorio”: “Nosotros creíamos que iba a haber más absoluciones de las que hubo y que la Justicia iba a ser mucho más laxa con las penas”, dijo.

Cabe destacar, en esa dirección, que las absoluciones y las penas bajas serán apeladas. Haber logrado el veredicto de una causa tan emblemática sobre un espacio clave que representó el terror en el país, es una clara señal de que Argentina sigue gritando bien fuerte ¡Nunca Más!.

Por Gustavo Yuste, desde Argentina
@gusyuste

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones