Condenado por violencia letal en la revuelta: Suprema ratifica pena a capitán del Ejército por muerte de Romario Veloz

El máximo tribunal rechazó el recurso de queja interpuesto por la defensa del uniformado, cerrando así toda vía de apelación, por lo que deberá cumplir 15 años de presidio efectivo.

Condenado por violencia letal en la revuelta: Suprema ratifica pena a capitán del Ejército por muerte de Romario Veloz

Autor: Leonardo Buitrago

En un fallo definitivo la Corte Suprema ratificó la condena a 15 años de prisión para el capitán del Ejército José Faúndez, responsable del homicidio de Romario Veloz, registrado en La Serena, Región de Coquimbo, durante el estallido social de octubre de 2019.

El máximo tribunal del país rechazó el recurso de queja interpuesto por la defensa del uniformado, cerrando así toda vía de apelación.

El capitán Faúndez fue sentenciado por los hechos represivos que ocasionaron la muerte del joven ecuatoriano de 26 años y estudiante de construcción civil, Romario Wladimir Veloz Cortés, además de dos delitos consumados de violencia innecesaria causando lesiones graves a Rolando Alberto Robledo Vergara y César Antonio Véliz Cortés, ilícitos cometidos el 20 de octubre de 2019, en La Serena.

En fallo unánime, la Segunda Sala de la Suprema –integrada por los ministros y ministras Manuel Antonio Valderrama, Leopoldo Llanos, María Teresa Letelier, María Soledad Melo y el abogado (i) Eduardo Gandulfo– descartó falta o abuso grave en la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de La Serena, que rechazó el recurso de nulidad deducido por la recurrente.

El 9 de enero de 2024, el tribunal de alzada confirmó la sentencia del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, que condenó al capitán Faúndez Sepúlveda a la pena única de 15 años de presidio efectivo, y a los soldados conscriptos Carlos Javier Robledo Olguín y José Andrés Arenas Mancilla a 10 años y 5 años de presidio, como autores de los delitos de violencia innecesaria causando muerte y violencia innecesaria causando lesiones graves.

Asesinato de Romario Veloz

El fallo de primera instancia dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que mientras estaba vigente el estado de excepción constitucional de emergencia declarado por el estallido social, el capitán de Ejército, José Santiago Faúndez Sepúlveda, asumió como comandante de la Unidad Fundamental de Emergencia (UFE N°1) a fin de materializar la presencia militar en el área para velar por el orden público y precaver daño o peligro para la seguridad.

En dicho contexto, a las 18:08 horas del 20 de octubre de 2019 aproximadamente, desplegadas las secciones de la UFE 1, mientras se desarrollaba una manifestación que se desplazaba por la Ruta 5 Norte, algunas tiendas del mall Plaza La Serena comenzaron a ser saqueadas, razón por la cual el capitán Faúndez Sepúlveda ordenó la conformación en cadena de tiradores de las escuadras militares, situación que disuadió a quienes se encontraban sustrayendo especies.

Sin embargo, a pesar de haber conseguido el objetivo del despliegue militar, el capitán ordenó sucesivamente el avance de las líneas en cadenas, incorporándose otras escuadras.

Fue así como a las 18:13 horas aproximadamente, José Santiago Faúndez Sepúlveda instruyó a los soldados a su mando abrir fuego con los fusiles que portaban: SIG calibre 7.62 y Galil calibre 5.56, los que se encontraban, principalmente, con munición de guerra y, en menor proporción, munición de fogueo, apuntando en dirección a los civiles que se mantenían en el lugar.

En la sucesión de disparos, aproximadamente a las 18:15 horas, el conscripto Rojas Barrera disparó una munición real con su fusil SIG, que impactó a Rolando Alberto Robledo Vergara, provocándole lesiones de carácter grave y necesariamente mortales, sin socorro oportuno y eficaz, quedando con una deformidad física permanente y discapacidad funcional que lo incapacita para el trabajo.

Cuando la víctima era asistida por un grupo de civiles, el capitán Faúndez Sepúlveda en conocimiento que se encontraba una persona herida, omitió brindarle primeros auxilios, ordenando el repliegue de las escuadras.

Posteriormente, alrededor de las 18:22 horas, en conocimiento que sus subalternos habían disparado con munición real y mantenían las armas apuntando en dirección a los civiles, dio una segunda orden de fuego.

A consecuencia de lo cual el soldado conscripto Robledo Olguín disparó el fusil Galil cargado con munición de guerra, impactando a la víctima Romario Wladimir Veloz Cortés, ciudadano ecuatoriano que se encontraba de pie en las inmediaciones, provocándole la muerte.

En la última secuencia de disparos, el cabo Arenas Mancilla disparó el fusil Galil cargado con munición de guerra, impactando en la pierna izquierda a César Antonio Véliz Cortés, originándole lesiones de carácter grave que, sin atención oportuna y eficaz, le habrían provocado la muerte.

Tras evaluar los antecedentes, la Corte Suprema decidió rechazar sin costas, el recurso de queja interpuesto por los abogados del capitán Faúndez-

A partir de este dictamen, el uniformado deberá cumplir su pena en una cárcel común, específicamente en el penal Colina 1, dejando atrás la libertad que mantenía al interior de un recinto militar.

Justicia inapelable

La resolución judicial marca un hito en la lucha contra la impunidad en casos de violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado durante la revuelta.

Desde que Romario Veloz, fue asesinado en La Serena el 20 de octubre del 2019, su madre Mery Cortez, se ha mantenido en pie de lucha para exigir justicia para su hijo.

Por casi 6 añoshttps://www.elciudadano.com/justicia/ya-van-casi-6-anos-y-no-hay-justicia-corte-suprema-vuelve-a-postergar-fallo-por-asesinato-de-romario-veloz-durante-el-estallido/04/03/, la activista por los derechos humanos ha tenido que enfrentar trabas y la lentitud de los procesos judiciale

Tras conocer el dictamen de la Corte Suprema, expresó sentimientos encontrados

“Es un bálsamo de tranquilidad que ahora le hayan ordenado ingresar a cárcel común. Pero no puedo decir que estoy alegre, porque nada ni nadie me devolverá la vida de mi hijo”, afirmó.

Cortez también también extendió un llamado a los familiares de otras víctimas de violencia policial y estatal a no rendirse.

“La lucha continúa hasta que la dignidad se haga costumbre y se rompan todos los pactos de silencio”, enfatizó.


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