A familia de integrante de Levantemos Chile

Condenan al Estado a pagar millonaria indemnización por accidente aéreo de Juan Fernández

Corte de Apelaciones de Santiago estableció que una maniobra de la tripulación del CASA 212, que pudo evitarse, "configuró una de las causas inmediatas" de la fatal caída.

Por Daniel Labbé Yáñez

27/09/2018

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH / Portada

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La Corte de Apelaciones de Santiago condenó este jueves al Estado de Chile a pagar una indemnización total de $750.000.000 a la cónyuge e hijos de Joaquín Arnolds Reyes, de la Fundación Levantemos Chile, quien falleció en el recordado accidente aéreo del CASA 212 registrado el 2 de septiembre de 2011 en el archipiélago Juan Fernández.

En fallo dividido, la Tercera Sala del tribunal de alzada rechazó el recurso de casación en la forma presentado en contra de la sentencia dictada por el 30° Juzgado Civil de Santiago, pero acogió parcialmente la demanda presentada, condenando al fisco a pagar $150.000.000 a la viuda y a cada uno de los tres hijos de la víctima, por concepto de daño moral.

Joaquín Arnolds Reyes

La Corte establece que «una vez que la aeronave CASA 212 sobrevoló la pista de aterrizaje, hizo un giro que la condujo hacia el canal formado entre las islas Robinson Crusoe y Santa Clara, sobrevolándolo a una baja y riesgosa altura». Expuesto esto, sostiene que «fue precisamente aquella maniobra, que pudo evitarse, la que configuró una de las causas inmediatas del accidente».

En ese sentido, la argumentación continúa señalando que las condiciones meteorológicas existentes al momento de sobrevolar el mencionado canal, «necesariamente provocaron una inestabilidad en la aeronave que no fue posible de revertir, dada justamente, la breve distancia entre el avión y el mar, lo que impidió que su tripulación pudiere efectuar maniobras eficaces tendientes a recuperar tanto altitud como estabilidad y controlar el avión».

Junto con ello el tribunal resuelve que el actuar de la tripulación a cargo de la navegación del CASA 212 significó «una falta de servicio, toda vez que, como puede claramente desprenderse, éste funcionó de manera anormal e irregular».

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