Violencia de género

Conoce la historia de «Higui», la mujer que estuvo 9 meses presa por defenderse de un grupo de violadores en Argentina

Eva Analía “Higui” De Jesús es una mujer lesbiana y argentina de 42 años que estuvo detenida desde el pasado mes de octubre por matar a un hombre al defenderse de un intento de violación grupal. La organización de la lucha feminista y la indignación que levantó el tratamiento de este caso en la justicia, con claros tintes patriarcales y misóginos, generó que Higui pudiera salir en libertad.

Eva Analía De Jesús, conocida por todos en Argentina como “Higui” por su parecido y fanatismo con el arquero colombiano René Higuita, había sido procesada por homicidio simple por el Juzgado de Garantías N°6 de San Martín (Provincia de Buenos Aires) tras una breve instrucción de la Unidad Fiscal N° 25. Desde entonces estuvo presa en el Destacamento Femenino de esa localidad, ante el repudio del movimiento feminista en su conjunto, además de la adhesión de diferentes organismos sociales y partidos políticos.

El episodio por el que “Higui” estuvo detenida ocurrió el 16 de octubre de 2016, cuando fue a visitar a familiares y amigos al barrio Mariló de Bella Vista, en el partido de San Miguel, también ubicado en la Provincia de Buenos Aires. Al salir de la casa de una amiga fue atacada por una patota que la hostigaba reiteradas veces por su orientación sexual (lesbiana).

Tal como relata la revista digital argentina La Primera Piedra, Higui no fue revisada por los médicos antes de que se la llevaran presa. Tampoco dudaron en hablar de homicidio culposo y de omitir el hecho de que eran diez hombres rodeando a una mujer, lesbiana, pobre y no hegemónica dentro de los estándares de belleza que reinan sobre los cuerpos femeninos. El grupo de agresores amenazaban con empalarla. “Vas a conocer lo que es bueno”, contó Higui que le decían mientras la golpeaban.

“Sos una tortillera. Sos una puta. Te voy a hacer sentir mujer. Te vamos a empalar, tortillera”, le gritó el agresor que intentó violarla, la tiró al piso y le rompió los pantalones y el bóxer.  La promesa efectiva de una violación correctiva, de otro femicidio en Argentina, donde una mujer muere cada 33 horas según un informe de la Corte Suprema de Justica. En ese momento, Hugui sacó el cuchillo que llevaba escondido y se defendió.

El puntazo en el tórax fue mortal, pero Higui no alcanzó a verlo porque siguieron golpeándola y perdió la conciencia en el suelo. No era la primera vez que en el barrio la agredían por ser lesbiana, por eso llevaba consigo un cuchillo casero. Lo único que esta vez la salvó de la muerte fue un vecino que se acercó a disipar los ataques cuando vio que le estaban por romper un adoquín en la cabeza. Una vez en la comisaría, le informaron que su agresor había muerto.

La causa se mantuvo casi cinco meses en un cajón, hasta que se dio a conocer por organizaciones feministas y pasó a manos de una abogada con una larga trayectoria en violencia de género, Raquel Hermida. La letrada denuncia que descubrió una larga lista de irregularidades, entre ellas la ausencia de un informe con los golpes que presentaba Higui en el momento de su detención, los insultos que recibió de los agentes de policía y la falta de una pericia psicológica. Cuando se la realizaron, arrojó como resultado que no mentía.

La tan ansiada liberación de Higui fue posible gracias a la movilización popular que siguió el caso desde el primer momento. La noticia fue dada a conocer durante el día de ayer por la periodista Marcela Ojeda, quien, en sus redes sociales, publicó la copia del fallo de la jueza Patricia Cecilia Toscano. Ahora Higui aguardará el juicio oral desde su domicilio.

«Tenemos todas una felicidad inmensa. La familia, las amigas, la abogada, todas las organizaciones…», dice por teléfono Susana, la mamá de Higui, de camino a los tribunales de San Martín donde espera reunirse en breve con su hija, según relata El País de España. «Quiero abrazarla, estar, charlar, cocinarle todo lo que quiera».

«Creo que la han liberado por toda la presión popular. Lamentablemente estamos viendo que es así, que la Justicia funciona así», dice Azucena, una de las hermanas de Higui. La familia asegura que la excarcelación ha sido una sorpresa que ni ellas ni Higui esperaban. Así entonces, la organización social y feminista ha demostrado que la lucha y la presión popular logran sus resultados concretos, a pesar que desde los grandes medios y centros de poder quieran hacer creer todo lo contrario.

Por Gustavo Yuste, desde Argentina
@gusyuste

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