«El que investiga soy yo»: La contundente respuesta del juez Carroza ante dichos de candidata UDI por Caso Quemados

La candidata de la UDI a la Cámara de Diputados, Loreto Letelier, está en campaña, y para visibilizarse no ha encontrado nada mejor que cuestionar lo que la Justicia ha logrado establecer en uno de los casos de violaciones a los derechos humanos más repudiados ocurridos durante la dictadura, el ataque con fuego a Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas de Negri.

El crimen, conocido hoy como Caso Quemados, ocurrió el 2 de julio de 1986 en Estación Central, terminó con la vida del fotógrafo y marcó física y emocionalmente para siempre a Quintana.

Respecto de esto, la candidata gremialista aseguró a través de redes sociales que «está sumamente acreditado que los quemados llevaban bombas molotov dentro de sus casacas y explotaron, antes de lanzarlas, en sus cuerpos”.

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Quien lleva la investigación por este caso es el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza. El pasado viernes, el juez dictó acusación en contra de 13 miembros del Ejército en retiro por su responsabilidad en los delitos de homicidio calificado de Rojas de Negri y homicidio calificado, en grado de frustrado, de Carmen Gloria Quintana.

Es por ello que este miércoles fue consultado por la prensa respecto a las declaraciones de Loreto Letelier, quien ha dicho públicamente tener información directa del expediente, sosteniendo con ello su tesis de que ambos jóvenes se habrían quemado a sí mismos, rebatiendo entonces la propia teoría del juez. Carroza respondió de forma irónica y contundente: «Lo extraño es que el expediente lo tengo yo y soy yo el que investigo».

Mario Carroza

Ante la insistencia de los periodistas para que profundizara en su respuesta a los dichos de la candidata UDI, el ministro en visita insistió: «El que investiga soy yo… no sé si eso aclara algo».

«Mediante el empleo de un elemento adicional, se les prende fuego”

Durante su investigación, Carroza ha logrado establecer que tras ser interceptados por las patrullas militares -y mientras Rojas de Negri se encontraba tendido en el suelo boca abajo y con las manos sobre la nuca, y Quintana de pie con las manos en alto apoyadas contra la pared-, “son rociados sus cuerpos con combustible y mediante el empleo de un elemento adicional, se les prende fuego”.

A consecuencia de esa acción, añade el juez en el expediente, “se incendian sus ropas y resultan ambos con sus cuerpos quemados en una importante proporción, recibiendo la ayuda y el auxilio de algunos conscriptos que lograron apagar el fuego empleando para ello frazadas y sus parkas”.

Luego de esto, los jóvenes son trasladados hasta un sector interior de Lo Boza en la comuna de Quilicura. “En una zanja finalmente los abandonan heridos, a su suerte, de manera de favorecer la impunidad de sus actos y sin haberles prestado ninguna ayuda médica dada la gravedad de sus heridas, no obstante las víctimas haberse quejado de su condición y por lo demás, ésta era evidente”, concluye el magistrado en su investigación.