Exclusivo: La carta de funcionarios judiciales de Rancagua en la que piden auxilio a la Corte Suprema ante perpetuación de red de corrupción y abusos

Cansados de abusos laborales, malos tratos, represalias y toda clase de injusticias sufridas por tantos años, los funcionarios del poder judicial de Rancagua, introdujeron el pasado 22 de mayo un reclamo anónimo ante la Corte Suprema en contra del Ministro Michel González Carvajal, el administrador Rodrigo Valenzuela Correa y otros funcionarios judiciales de la misma región cercanos a éstos.

Nuevamente la actuación del poder judicial en la región de O”Higgins se ve empañada, luego de que fuera descubierta operando otra vez la red de protección de conductas impropias de miembros de la jurisdicción
de la Corte de Apelaciones de Rancagua. La misma que salió a la luz pública en agosto de 2020 a raíz de la causa por acosos sexuales del magistrado Luis Barría Alarcón.

El El 02 de febrero de 2021, esta instancia resolvió sancionar al magistrado Barría Alarcón, con la suspensión de su cargo por tres meses recibiendo la mitad de su sueldo, debido a un sumario abierto que confirmó la veracidad de las denuncias por reiterados acosos sexuales a las funcionarias del Juzgado de Garantía de la región de O’Higgins, y dicha decisión fue ratificada a finales de marzo por el pleno de la Corte Suprema.

Ahora, los ministros de de la Corte de Apelaciones de Rancagua tomaron conocimiento entre otros, de los maltratos que diversos funcionarios indican haber recibido desde el inicio del Juzgado de Garantía en el año 2003 de parte del administrador Rodrigo Valenzuela Correa.

En el curso del sumario del juez Barría varios testigos declararon que el administrador Valenzuela tenía conocimiento de la existencia de los abusos sexuales, y que optó por esconderlos y no denunciarlos ni a sus superiores jerárquicos ni al Ministerio Público para que se iniciaran las investigaciones pertinentes.

Asimismo, indicaron que destruyó pruebas y mintió en el propio sumario de su “amigo” el juez Barría denostando a las víctimas y a los testigos y negando la existencia de los abusos.

Barría Alarcón sigue sin ser trasladado y cobrando el mismo sueldo

Según pudo conocer El Ciudadano, aunque Luis Barría Alarcón fue sancionado sólo con tres meses de suspensión
de funciones y traslado a un Tribunal distinto, dicho traslado aún no ha sido materializado desde el 1º de abril pasado en que fue ordenado por la Corte Suprema.

Pese a haberse decretado en la misma resolución que se informara por las distintas Cortes de Apelaciones del país
sobre la existencia de cargos vacantes para destinar al juez a otra zona, en más de dos meses esta acción no se ha concretado. Durante todo este tiempo el juez ha estado destinado provisoriamente al Juzgado de Familia de San
Fernando, resolviendo mediante teletrabajo y en forma diaria sobre materias de género, vulneración de derechos y violencia intrafamiliar entre otros.

Sigue leyendo: Tres meses de suspensión por graves casos de Acoso Sexual, pero seguirá en el Poder Judicial: Las redes de protección del Juez de Rancagua Luis Barría

Además Barría Alarcón, ha estado recibiendo mensualmente la misma remuneración que tenía antes, puesto que formalmente sigue como Juez del Juzgado de Garantía de Rancagua y por eso no recibe el mismo sueldo que perciben los jueces de una categoría administrativa inferior, como la de los magistrados asignados a una ciudad más pequeña como San Fernando en la sexta región.

Carta de los funcionarios víctimas de abusos y malos tratos

Cansados de abusos laborales, malos tratos, represalias y toda clase de injusticias sufridas por tantos años, los funcionarios del poder judicial de Rancagua, introdujeron el pasado 22 de mayo un reclamo anónimo ante la Corte Suprema en contra del ministro de la Corte de Apelaciones, Michel González Carvajal, el administrador Rodrigo Valenzuela Correa y otros funcionarios judiciales de la misma región cercanos a éstos. El cual a la fecha la Corte Suprema no ha dado noticia de haberlo cursado.

Sin embargo, ante la posibilidad de que el reclamo pudiera ser desestimado o no tomado en cuenta por las máximas autoridades del poder judicial, remitieron la denuncia a los correos institucionales de todos los
Ministros y al Secretario de dicha Corte y a la Secretaría de Género y No Discriminación del Poder Judicial.

En la denuncia, los trabajadores señalan que dan fe de haber sufrido directamente o haber presenciado que otros funcionarios eran víctimas de gritos, insultos, amenazas verbales, descrédito, castigos con pérdida de sus
cargos o tareas, de mentiras, de ocultación o de destrucción de evidencia material de los abusos del magistrado Barría y de la existencia de tráfico de influencias, cometidos por el administrador del Tribunal de Garantía de
Rancagua Rodrigo Valenzuela Correa y el ministro de Corte de Apelaciones de la misma ciudad Michel González
Carvajal.

Hasta el momento, tanto Valenzuela Correa como González Carvajal y otros funcionarios judiciales que también fueron mencionados en la carta, continúan ejerciendo sus cargos en completa impunidad, exponiendo
con ello en forma diaria y permanente a sus víctimas a más represalias, amenazas y descrédito.

Pese a las denuncias y testimonios de los trabajadores sobre las conductas impropias del ministro González y el administrador Valenzuela, la Corte Suprema ni quisiera ha ordenado investigar la efectividad de las irregularidades de sus subalternos en la Sexta Región.

Ante los oídos sordos de la Corte Suprema, los funcionarios optaron por reenviar su reclamo el pasado 10 de junio de 2021 a los mismos destinatarios, adjuntando ciertos correos electrónicos que consideran pueden dar fe de los hechos que denuncian; ya que para las autoridades máximas del poder judicial evidentemente no han sido suficientes los llamados de auxilio que por más de un año les han efectuado sus subalternos ante la opresión y los delitos de que han sido víctima o que han presenciado desde mediados de 2020 a la fecha en la región de O”Higgins.

A continuación la carta enviada por los funcionarios:

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Carta enviada por los funcionarios judiciales de Rancagua a la Corte Suprema a la que tuvo acceso El Ciudadano.

Justicia ciega ante los abusos

Las fuentes consultadas que se definen como víctimas de los maltratos de los autodenominados “hermanos” Rodrigo Valenzuela y Michel González, señalan que los exabruptos y descontrol de impulsos por parte del administrador, no sólo han sido padecidos por sus subalternos y en especial por las mujeres, sino también por algunos de sus
superiores jerárquicos.

Según estas fuentes, tanto jueces como ministros de Corte han sufrido por sus arrebatos de furia y agresividad, que son conocidos en el ámbito judicial.

Recuerdan que en 2015, mientras se desempeñaba comoadministrador de Corte de Apelaciones, Valenzuela amenazó con agredir o coloquialmente le “ofreció combos” a un actual ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaiso, Raúl Mera Muñoz. Razón por la cual debió cesar en el cargo que transitoriamente servía y regresar a sus funciones en el
Juzgado de Garantía de Rancagua.


Sobre Michel González Carvajal, las propias víctimas del magistrado Barría denunciaron en el año 2020 ante él, como su ministro visitador, las conductas impropias del Administrador, ya que a pesar de ser conocida su amistad con este último, nuevamente para ese año fue sorteado para supervisar el Juzgado de Garantía de Rancagua de entre los otros 6 Ministros de la Corte de Apelaciones de la misma ciudad.

De este modo, fue designado nuevamente como visitador tal como ocurrió en el año 2018, sin que ninguno de sus
colegas ministros o la propia Corte Suprema advirtiera el evidente conflicto de intereses, por ser amigo íntimo de
Valenzuela, al nivel de llamarse hermano y a haber trabajado en ese Tribunal por más de 12 años, lo que éticamente le impedía supervisar el tribunal.

El ministro tampoco se ha excusado, declarando su inhabilidad, para calificar año tras año el desempeño funcionario de su amigo Valenzuela, ni se ha inhibido de supervisar su gestión como Jefe de la Comisión de Reforma Procesal Penal de la jurisdicción de la Corte de Rancagua que incide mensualmente en el desempeño de todos los Juzgados
de Garantía de la misma jurisdicción, inclusive el de Rancagua dirigido por Rodrigo Valenzuela.

Esta conducta no sólo se corresponde con un actuar ilegal, ya que declararse inhabilitado es un deber legal de los jueces que como González Carvajal deben resolver en sus funciones sobre actuaciones de
amigos, sino que es una omisión imputable también para su colegas ministros de la Corte de Rancagua, que toleran conductas tan reprochables en uno de sus miembros, lo que es predicable también para los Ministros en Visita de la
Corte Suprema que anualmente concurren a la Corte de Apelaciones de Rancagua, también en visita inspectiva y que habiendo tomado conocimiento al menos desde el año 2018 del actuar delictivo del Ministro González, no han iniciado causa administrativa alguna.

El Ministerio Público tampoco ha tomado cartas sobre el eventual delito de prevaricación que
habría cometido el ministro con todas las actuaciones de encubrimiento y corrupción que se le imputa.

El ministro Michel González, es conocido por proteger a sus allegados, cabe recordar, que declaró como testigo a favor del Juez Barría en el sumario e insistió en que sí se tomaron medidas de protección en el Juzgado de Garantía.

Una fuente señaló a El Ciudadano que esto no era cierto, ya que el tribunal no había sido intervenido con medidas de protección como apoyo psicológico para las funcionarias después del sumario administrativo hasta el día de hoy, ni a petición del ministro visitador, ni de la Corte de Apelaciones. 

Asimismo, en exclusiva, nuestro medio tuvo acceso a fotografías donde se aprecia las conductas impropias o al menos cuestionables realizadas dentro del Tribunal de Garantía de la capital de O”Higgins por las autoridades judiciales. EN concreto, se puede apreciar al a ministro Michel González Carvajal, vestido de huaso y con su boca abierta hace el ademán de morder la cara de una funcionaria, en un ámbito de estrecha confianza y cotidianidad con una subalterna.

En otra fotografía, se puede apreciar de izquierda a derecha  acostados, al juez Luis Barría con camisa clara  y jeans claros, y a la derecha también en la misma posición al actual Ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua, en la época Juez de Garantía de Rancagua, Michel González Carvajal y luego de ellos, el Administrador del mismo tribunal Rodrigo Valenzuela, donde se evidencia el grado de amistad o al menos la confianza que mantienen  los tres, de modo que resulta al menos cuestionable que el actual ministro, no se inhabilite en las causa seguidas en contra de sus amigos.

Según señalan los funcionarios afectados por las conductas impropias de González, existe un estrecho nexo de
amistad entre éste y las máximas autoridades de la Fiscalía Regional de O”higgins, especialmente con el fiscal regional Javier Von Bischoffshausen, lo que pudiere justificar que siga permaneciendo ileso de las diversas infracciones que se le han imputado durante años.

Revisión de las causas criminales

Las víctimas plantean que si se efectúa una revisión general de los distintas causas criminales y
administrativas vigentes y del contenido de las denuncias efectuadas anónimamente por funcionarios judiciales de la Sexta Región durante los años 2020 y 2021, se puede observar a simple vista la intervención como implicados de los
“hermanos” Rodrigo Valenzuela Correa y Michel González Carvajal, lo que necesariamente hace preguntarse una vez más, qué otra cosa debe ocurrir en la jurisdicción de la Corte de Rancagua para que se tome realmente medidas al
respecto y sean investigadas con imparcialidad todas las irregularidades que han sido denunciadas por los propios funcionarios del poder judicial, para que de una vez por todas termine el origen de los casos de corrupción y los delitos que cada cierto tiempo llenan los titulares de prensa y que parecen tener como comunes denominadores principales, tanto al administrador, como al ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua.

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