Proyecto de matrimonio igualitario contempla posibilidad de adopción

Fundación Todo Mejora: “El derecho al amor y bienestar de los niños puede pasar con una familia homoparental, lesbomaternal o heterosexual”

El director ejecutivo de la organización, Diego Poblete, explica que “los roles están en un cambio de paradigma respecto de cómo entendemos el género y el rol social que corresponde tanto al padre, la madre y a los adultos responsables en el cuidado de los niños”.

Una modificación al Código Civil y otra a la ley de adopción son algunas de las formulas contempladas en el proyecto de ley de matrimonio igualitario presentado por el Gobierno y que entrará el Congreso Nacional en los próximos días.

El tiempo ha pasado y se nota. Si hace un par de años el conservadurismo nacional negaba cualquier posibilidad de casarse a las personas LGBTIQ, hoy debe luchar para que estén impedidas de adoptar niños y niñas.

Que los hijos criados por parejas homoparentales o lesbomaternales tienen más riesgo de presentar daño emocional, mental y físico; que aquellos menores sufren más episodios de depresión; que tienen derecho a una familia… son algunos de los “argumentos” utilizados por los detractores de la adopción homoparental/lesbomaternal para hacer frente a esta iniciativa contenida en el proyecto de ley.

Para analizar esta realidad, El Ciudadano conversó con Diego Poblete, director ejecutivo de la fundación Todo Mejora, entidad dedicada a prevenir el suicidio de adolescentes que sufren bullying homofóbico, rechazo familiar y la discriminación por su orientación sexual, identidad o expresión de género, real o percibida.

Diego Poblete

El cientista político descarta de plano que exista una diferencia entre los niños/as criados por parejas homoparentales o lesbomaternales respecto de aquellos que crecieron bajo la tutela de una pareja heterosexual. “Es más, la Asociación de Psicología Americana, tiene estudios donde dice que no hay diferencia alguna entre la orientación sexual de los padres y la construcción de identidad o los procesos del niño”, apunta.

Para el especialista, “el problema no es necesariamente la orientación sexual de sus padres, sino más bien tiene relación con el entorno protector y el amor que se entregue bajo esa consideración. Es decir, en ambientes con violencia es donde hoy se generan problemas en términos de salud mental de niños, niñas y adolescentes”.

Derecho a…

Quienes manifiestan oposición a la adopción homoparental insisten en hablar de los derechos del niño/a, en detrimento de las posibilidades para las parejas del mismo sexo que aspiren a transformarse en adultos responsables del cuidado de un/a menor.

Representante insigne de estos planteamiento es el diputado José Antonio Kast, para quien “el único derecho en el tema de la adopción es el del niño a tener una familia, no de los adultos a tener un niño”, según expresó en el programa “En Buen Chileno» de Canal 13.

Diego Poblete está de acuerdo en poner al centro del debate a niños y niñas, quienes -dice- «necesitan un entorno protector, que en este caso llamamos familia». Sin embargo, sus diferencias radican al constatar la realidad concreta de las familias chilenas.

“Recordemos que en Chile más del 70% de los niños no necesariamente tienen una familia como tradicionalmente se había establecido, es decir, con una madre y un padre. Más bien tenemos muchos hijos de madres/padres solteras/os y que no por eso hoy van a tener una necesidad o una precariedad desde la perspectiva de sus derechos”, explica.

Y agrega: “Más bien debemos resguardar el derecho al amor, al bienestar psicológico, emocional y físico de los niños y eso puede pasar con una familia homoparental, lesbomaternal o heterosexual”.

Madre, padre y familia

La adopción homoparental pone en tensión una serie de conceptos y roles que parecieran insuficientes para denominar el actual panorama de relaciones humanas. La compresión sobre los roles de madres, padres y familias ameritan una discusión que se haga cargo de prácticas y realidades concretas en la crianza de los hijos/as.

“Durante los años 2000 se hablaba mucho sobre el tema de las madres solteras y el rol de mamá y papá que jugaban. Hoy nadie podría decir que una mamá jugaba este doble papel, sino más bien jugaba el rol que le correspondía, que era el de ser el adulto protector del niño y que es garante de sus derechos”, explica el director de Todo Mejora.

En este sentido, Diego Poblete sostiene que “hoy los roles de padre y madre están transfigurados producto de la propia experiencia social. Los roles están en un cambio de paradigma respecto de cómo entendemos el género y el rol social que corresponde tanto al padre, la madre y a los adultos responsables en el cuidado de los niños”.

“Lo que hace el proyecto de ley de matrimonio igualitario es concebir también que el concepto de familia ya no habla de madres y padres, sino más bien de los cónyuges y que estarían en calidad de adopción en función de que forman un núcleo familiar”, complementa.

El tratamiento de la adopción es urgente, no solo por aquellas parejas que están en condiciones de asumir la crianza de un menor, sino que también por aquellos que necesitan un reconocimiento legal ante una cotidianidad bajo la tutela de parejas del mismo sexo.

Así lo entiende Diego Poblete: “Me gustaría que aquellos detractores respecto de la adopción me dijeran qué va a pasar con aquellos niños/as que se les quita el derecho de tener madres o padres, porque tienen una familia lesbomaternal u homoparental. Es complejo que como sociedad discriminemos a algunos niños por el tipo de familia que tienen. Así como en los ’90 fue discriminada la madre soltera y su hijo, hoy el tema tiene que ver con aquellos niños/as que viven en matrimonios o parejas lesbomaternales u homoparentales”, plantea.

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