La biografía que desclasifica la oscura vida de Agustín Edwards

“Un día quise leer algo sobre un personaje de la historia de Chile, y pensé en Agustín Edwards, busqué una biografía suya, oficial o no autorizada

Por mauriciomorales

15/12/2014

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“Un día quise leer algo sobre un personaje de la historia de Chile, y pensé en Agustín Edwards, busqué una biografía suya, oficial o no autorizada. Para mi sorpresa no había nada. Nada. Ni un solo libro sobre su persona. Como periodista y amante de la historia contemporánea me dije, bueno; si quieres leer su biografía, tendrás que investigar y escribirla tú”. Así comenzó el viaje de Víctor Herrero que terminó con casi 600 páginas en donde está plasmada la vida de uno de los hombres mas influyentes de la historia del siglo XX de nuestro país, y que más polémica, temor, odio y diversidad de pasiones a despertado desde su imperio: El Mercurio.
La Dinastía de los Agustínes Edwards

El actual patriarca y cabeza del grupo El Mercurio, Agustín Edwards Eastman, es el quinto de la dinastía iniciada por Agustín Edwards Ossandón, Hijo de George Edwards Brown (Jorge Eduardo Pardo) Corsario ingles llegado a las costa de Coquimbo en 1804 (quien tenía como función la de barbero en la fragata BlackHouse) quien se enamoró de Isabel Ossandón, hija de un aristócrata español, Diego Ossandón, representante de la corona española en Chile saqueado por el grupo de corsarios ingleses del que provenía George. Edwards Brown se casa con Isabel en 1805 y se asienta en Chile haciéndose pasar por médico. De allí nacen 8 hijos. Es el sexto de ellos, Agustín Edwards Ossandón, quien comenzaría el imperio de los “Agustínes” en las salitreras nortinas y en la formación del monopolio del proceso productivo, la especulación y la creación de Bancos iniciando en el prestamismo usurero. Así, Edwards Ossandón se convirtió en el principal capitalista, en los orígenes de la historia de Chile, llegando a convertirse en el hombre más rico del país.

Luego lo sucedió su hijo, Agustín Edwards Ross (nacido del matrimonio de Agustín Edwards Ossandón con su sobrina Juana Ross Edwards) quien siguió los negocios de su padre, él es el gran responsable de la Guerra del Pacifico (por razones comerciales) y que durante la misma Guerra (y sus factores detonantes) entendió el poder que comenzaba a tener la prensa. Así, Edwards Ross, compra El Mercurio de Valparaíso, fundado por Pedro Felix Vicuña en 1827 y que después vendió a la familia Tornero, quienes le dieron el sello de imparcialidad y que le dio prestigio diario. Fue posterior a la Guerra del Pacifico que Agustín Edwards Ross logra apoderarse del diario de la familia Tornero luego que estos, agobiados por las deudas, tuvieran que vender (a muy bajo precio) el diario a su principal acreedor: Agustín Edwards Ross. Fue así que los Edwards se hacen de El Mercurio de Valparaíso, el que se sumaba a otro diario en Santiago de los Edwards “La Época” ya fundado en 1870.

El Mercurio de Santiago fue fundado en 1900 por Agustín Edwards Mc Clure y durante todo el siglo XX (y hasta la actualidad) a sobre escrito en la historia del país, creando un relato conveniente a sus propios intereses empresariales y propios de su “ética protestante” inglesa: Libertad individual y libre mercadista. Como dice Herrero, explicando el rol de los Agustínes Edwards en El Mercurio “La historia la escribe los vencedores, por tal, la escriben a su pinta“.

La Biografía

Como era esperable, la biografía sobre Agustín Edwards Eastman no está autorizada. Cuenta el periodista Víctor Herrero que cuando pidió una entrevista a Agustín Edwards Eastman, para su sorpresa le respondieron casi inmediatamente, pero la respuesta fue negativa… pero diplomática: “Le agradecemos que haya considerado pero el Don Agustín no da entrevistas y menos para una biografía siendo que él aún está vivo“.

Agustín Edwards Eastman ha tenido un rol activo en la política chilena, continuando la linea de intervención de sus predecesores, pero una de ellas tuvo un cariz particular. Edwards Eastman tuvo una fijación particular con Salvador Allende. Así fue como evitó a toda costa que este ganara las elecciones en 1958, 1964 y ya en 1970, cuando este (Allende) finalmente gana, reafirmó sus fuertes lazos (que ya tenía) con la CIA. Edwards Eastman se reunió con Richard Helms, en ese entonces Director de la CIA para ver la forma de evitar que Allende tomara posesión del cargo. En dicha entrevista, según consigna documentos desclasificados a principios de este año (donde se revelan los nombres, que ya no están “tachados”) Edwards no se limitó solo a hablar de Allende sino también de cual era la capacidad de las Fuerzas Armadas y de paso entregar una pormenorizada caracterización de ella, con nombres de generales y oficialidad leal a la constitución y otra dispuesta a quebrarla para “salvar al país del comunismo“. Sin embargo, según Víctor Herrero, no se le puede llamar a Edwards “un agente” de la CIA, pues esto sería impreciso, su relación, la que incluyó entrega de dinero de casi 2 millones de dólares de la época, se puede precisar en que Agustín era considerado “un amigo de la CIA” y no un simple agente.

Pero a pesar del imperio heredado, y de llevar el nombre del “Mayorazgo”, Agustín Edwards Eastman cultivó una agudeza y pragmatismo que incluso debieron padecer sus hermanos. El dueño de El Mercurio mantuvo un litigio con sus hermanos y debió enfrentar varios problemas para hacerse de él.

El rol de Agustín Edwards Eastman previo y durante la dictadura cívico militar es un hecho bastante conocido, sin embargo no necesariamente tan documentado. Por ejemplo poca gente sabe que El Mercurio compró el nombre de “El Siglo” (diario del PC Chileno proscrito durante la dictadura) tras llegado los gobiernos de la Concertación el PC Chileno descubrió que el nombre del diario le pertenecía a El Mercurio. Tras algunas negociaciones y conversaciones Edwards no se hizo mayor problema y terminó devolviendo el nombre al PC. También es poco conocido el hecho de que, en plena crisis a principios de los 80′ Edwards Eastman recibió directamente plata del gobierno quien lo “apoyó” financieramente para sus gastos.

Edwards Eastman, a diferencia de su bisabuelo y el resto de sus predecesores, no aumentó la fortuna, es más, esta fue disminuyendo. Fue así como perdió su participación en la CCU (a manos de Luksic), el Banco A. Edwards y muchos negocios más. Y todo apunta a que la dinastía de los “Agustínes” terminará con él. Esto, a pesar de que existe un sexto Agustín, se trata de Agustín Edwards del río, empresario y que trabaja actualmente en Las Últimas Noticias, con ya más de 60 años y sin hijos.

 
La ayuda económica a El Mercurio y su relación con el poder

Los Edwards han recibido varias veces ayuda económica por parte del Estado chileno, ya sea por el aporte Estatal, del cual han tenido la mayor parte de la torta hasta la actualidad, ya sea por “prestamos” (nunca pagados) y financiamiento directo.

Durante la UP ese aporte Estatal estuvo a punto de peligrar, es más, el gobierno de Allende estuvo a punto de comprar la participación de Sonia Edwards Eastman, cercana al gobierno de Allende y que mantenía un litigio junto a sus hermanos en contra de Agustín por el control de El Mercurio, sin embargo, a pesar de que Sonia estaba dispuesta a vender al gobierno su participación en El Mercurio, esto no se efectuó pues Salvador Allende decidió no hacerlo, temiendo ser acusado de “afectar a la libertad de prensa”, campaña llevada a cabo por EEUU.

Durante la Dictadura Cívico – Militar encabezada por Pinochet durante la crisis económica, le fue entregado dinero directamente desde el Estado a Agustín Edwards Eastman para solventar la crisis, cuestión que duró un par de años.

Cuando llegó la Concertación al gobierno, muchos pensaron que el poder de El Mercurio disminuiría, sin embargo esto no ocurrió, por el contrario, El Mercurio fue “blindado” por las nuevas autoridades y la prensa que había combatido a la Dictadura con arriesgados reportajes fue dejada morir y bloqueado todo financiamiento (caso APSI, Análisis, Fortín Mapocho). Según Herrero, los años de oro de El Mercurio fueron del 2000 al 2005, periodo en el que El Mercurio cumplió 100 años. El que fue celebrado con todo, y al que acudieron todos los poderes del Estado y los representantes políticos de todo el espectro del poder del país.

Agustín Edwards Eastman coronaba un país escrito y relatado a su medida, al linaje de los “Agustínes”. Esto a pesar del cambio de su personalidad tras el secuestro de Cristián Edwards III (uno de sus hijos) a manos del FPMR en 1991. Tras este hecho Agustín desarrolla un nuevo personaje: “El huaso”, dando tiempo a los rituales del campo chileno y hacendado, además luego del hecho crea “Paz Ciudadana” uno de sus caballitos de batalla e instancia en donde logra cooptar a prominentes personajes de la Concertación instalando su relato de la “seguridad”, tan presente hoy en encuestas y programas de gobierno.

La historia de Agustín Edwards Eastman, que ya cumplió 87 años, llega a su fin, y, probablemente, la dinastía de los Agustínes Edwards también, sin embargo su relevancia está íntimamente ligada a la historia de Chile.

Recorrer su biografía desclasificada es adentrarse en lo que quedó bajo la alfombra y archivado en un cuarto oscuro y húmedo. No pocas veces El Mercurio ha reescrito la historia de la familia de Agustín Edwards, omitiendo y distorsionando. Así nos dice Herrero y con mucha razón: “La historia la escribe los vencedores y, aunque les duela a muchos, Agustín Edwards, a juzgar por lo que hoy existe, es un vencedor”.

La biografía desclasificada de Agustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio, es nuestra historia, en donde la leyenda y los mitos encuentran su afirmación, documentación y dejan de ser un rumor para convertirse en una verdad histórica que, en cierta medida, nos da una explicación al relato de país inventado, más que mal, un país sin memoria (verdadera) es un país sin historia.

Fuente: Radio Villa Francia.

Audio de entrevista en extenso aquí

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