La denuncia de abuso sexual contra militante de la UNE que remece a la Universidad Alberto Hurtado

Una verdadera bomba explotó a fines de esta semana dentro de la Unión Nacional Estudiantil (UNE) de la Universidad Alberto Hurtado (UAH). Se trata de un abuso sexual ocurrido hace poco menos de tres meses, protagonizado por el recién renunciado vicepresidente de la federación de estudiantes, Eduardo Ramírez.

La denuncia dada a conocer señala que la mañana del lunes 20 de marzo la víctima, identificada como Pamela, se encontraba durmiendo acostada en un sillón luego de una fiesta que se había extendido desde la noche anterior hasta la madrugada de ese día, en casa de uno de los participantes del encuentro en La Granja.

En el espacio se acostaron también otros compañeros de la joven. El ambiente era de lo más seguro; eso fue lo que creyó. Hasta que abrió los ojos.

«Desperté sin entender lo que pasaba, pues Eduardo Ramírez Oyarzún tenía casi todo su cuerpo encima del mío (…) Junto con sentir su respiración excitada en mi cuello, sentía sus manos muy heladas (…) tocaban y recorrían insistentemente mi cuerpo, específicamente desde mis caderas hasta el cuello, siempre por debajo de mi ropa», se puede leer en la declaración.

Pamela quedó impactada con el panorama: «primero porque era uno de mis «amigos» más cercanos de la generación y de la carrera de Derecho quien insistía en permanecer sobre mí, pese a que trataba de sacarlo, pero mi fuerza no pudo contra la de él (…) Mientras más trataba de impedir que me siguiera tocando bajo la ropa, Eduardo Ramírez Oyarzún abusaba de mí con mayor intensidad, todo ello por un gran lapso de tiempo, reiterándole que se detuviera».

El militante

El miércoles 29 de marzo apareció una carta al director en El Mercurio firmada por Eduardo Ramírez. En el escrito, el joven militante de la UNE, acompañado de Daniel Andrade, presidente de la FECH, criticaba la estrategia asumida por el rector de la UAH y la Universidad Diego Portales en relación a la gratuidad en la educación, quienes reclamaban por las reformas impulsadas en este gobierno.

«Sus intereses no están puestos en el rol social de sus instituciones, sino en la viabilidad de sus proyectos particulares», escribieron.

El texto se publicó 9 después antes del ataque -con Ramírez todavía vigente en el cargo- y demostraba la claridad de un dirigente; el mismo que asumió su responsabilidad en el pleno de la UNE el pasado jueves 8 de junio. Fue expulsado.

A partir de lo que relata el Centro de Alumnos de Derecho, Pamela no sería la única víctima del acusado. Habrían tres personas más.

Críticas sobre la UNE

Otra organización que reaccionó ante esta denuncia –que ya pasó a un tribunal de la Justicia chilena– fue la Secretaría de Género y Disidencia Sexual de la Universidad Alberto Hurtado. Además de condenar el hecho, exigieron que la «UNE y sus miembros se retiren de cualquier espacio de organización que se genere dentro de nuestros espacios universitarios, esto incluye federación, centros de estudiantes y sobre todo del actual equipo de género perteneciente a la federación».

Acusaron también que el método para llevar este tipo de denuncias por parte de la colectividad es «poco ético y por sobre todo vergonzoso». «Es de conocimiento público -añadieron- que esta no es la primera vez en que la UNE se ve envuelta en denuncias, las cuales también incluyen y aluden a otras personas de nuestra universidad».

En ese contexto, la Unión Nacional Estudiantil publicó un comunicado en la madrugada de este viernes. En este se lee lo siguiente: «Hemos decidido poner a disposición todos los cargos de representación que hoy ocupamos en la UAH, porque entendemos la relevancia política de este hecho y su gravedad. Creemos que la comunidad debe tomar postura y, nosotros como organización, asumir los costos políticos de una acción que, si bien es individual, habla de una deuda con la lucha feminista».

La Universidad Alberto Hurtado no se ha manifestado hasta el cierre de esta nota. El Ciudadano contactó a un cercano de Eduardo Ramírez para solicitar una entrevista. Este transmitió la intención del acusado de no hacer declaraciones.