La inmigración ilegal desborda a Italia

Italia alerta del acelerado aumento de las cifras de inmigrantes que llegan a sus costas tras cruzar el Mediterráneo en barcazas, y exige a la Unión Europea que se responsabilice del problema para buscar una solución. A las miles de personas que consiguen llegar a las costas europeas hay que sumar las otras miles que no lo consiguen y perecen, tristemente, en las aguas del Mediterráneo.

Por Marta Ubeda

17/04/2015

Publicado en

Justicia y DD.HH / Mundo

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Inmigración ilegal

La Guardia Costera italiana ha rescatado en menos de una semana a casi 10 mil mujeres, hombres y niños que huyeron de sus países en barcazas con el objetivo de llegar, arriesgando sus vidas, hasta territorio europeo. Italia, abrumada ante la llegada masiva de inmigrantes, pide a Bruselas que se haga cargo de la situación, pues la inmigración ilegal es un problema europeo, y no sólo debe responsabilizarse Italia de ello.

Europa se enfrenta a un gran problema, pues la llegada de inmigrantes a sus costas va en aumento y, a las miles de personas que consiguen llegar a tierra, hay que sumar las otras miles que pierden la vida en el trayecto. El pasado lunes, los 150 inmigrantes que fueron rescatados en el Mediterráneo por las fuerzas italianas contaron que 400 compañeros habían perdido la vida a las 24 horas de salir de Libia al volcar su embarcación. Cuatrocientos seres humanos muertos en el Mediterráneo que parecen, tristemente, no importar a nadie.

Otro de los grandes problemas de la inmigración ilegal en el Mediterráneo es que la presencia de menores en las barcazas es demasiado frecuente. La organización Save the Children informó que entre el 11 y el 13 de abril llegaron a Italia más de 5.100 inmigrantes, de los cuales 450 eran menores y 317 de ellos viajaban solos, sin familiares ni amigos.

Pero si la pesadilla de tener que cruzar el Mediterráneo en barcazas abarrotadas de personas arriesgando sus vidas no fuera suficiente, Italia advierte también de otro gran problema al que se enfrentan los inmigrantes que tratan de llegar hasta Europa: la falta de escrúpulos de los traficantes. La mayoría de ellos son de origen libio y a menudo pegan y usan la violencia contra los indefensos indocumentados.

Los traficantes son libios, son todos malos, no hay ninguno bueno”, cuenta uno de los inmigrantes rescatados por la Guardia Costera italiana. “Nunca se suben al bote. Solo te meten en él y te dejan ahí. A partir de entonces todo depende de ti. Y de Alá. Los tipos libios no son buenos. Te pegan, te matan, gracias a Alá, he sobrevivido”.

Italia pide a la Unión Europea que abandone su pasividad ante la inmigración ilegal masiva que llega a las costas italianas, pues es un problema del que no debe responsabilizarse sólo Italia, si no que Bruselas debe ayudar a buscar una solución. Tanta Unión Europea para algunas cosas, y tan poca para otras.

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