Navarro calificó de mentirosa la tesis de los niños usados como escudos humanos

Su estupefacción por la “cara de palo del Subsecretario Patricio Rosende para mentir descaradamente respecto de la presencia de niños en el denominado conflicto mapuche” manifestó el senador Alejandro Navarro quien dijo que “mientras por un lado niega las heridas con perdigones y balines que muchos niños han recibido a manos de las fuerzas policiales, […]

Por Director

02/11/2009

Publicado en

Justicia y DD.HH

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Su estupefacción por la “cara de palo del Subsecretario Patricio Rosende para mentir descaradamente respecto de la presencia de niños en el denominado conflicto mapuche” manifestó el senador Alejandro Navarro quien dijo que “mientras por un lado niega las heridas con perdigones y balines que muchos niños han recibido a manos de las fuerzas policiales, de lo cual he sido testigo, porque he visitado a los menores; por otro, ahora inventa la tesis de los niños usados como escudos humanos, pretendiendo crear la sensación de una guerra convencional como en Irak”.

Navarro, quien viajó a Buenos Aires a pedirle a la Cruz Roja Internacional ayuda médica para los niños afectados, por lo que dicha entidad llegará a Chile la segunda semana de noviembre, dijo respecto a las reiteradas faltas a la verdad de Rosende, que “a estas alturas sólo está faltando ver cuánto se demora Rosende en entregar los resultados electorales desfavorables a la Concertación en diciembre para ver cuánto más se parece a Alberto Cardemil, ya que a estas alturas nada tiene que envidiarle. Y es que desde que asumió reemplazando a su antecesor, que ahora sí compite por el cargo que recibió por secretaría, curiosamente en el mismo distrito que el subsecretario de Pinochet, ha hecho todos los anti-méritos para quedarse con el título del más duro y represivo en el cargo”.

El parlamentario señaló que “como al parecer no ha sido suficiente la represión contra estudiantes, profesores, deudores habitacionales, la CUT, la Anef o los trabajadores de la salud municipalizada, Rosende encontró en La Araucanía el espacio donde dar rienda suelta a sus innatas condiciones autoritarias. Y no se trata sólo de las recientes denuncias realizadas por comuneros, comunidades y organizaciones de la sociedad civil y que el Subsecretario ha negado con un cutis de madera que hace tiempo no se veía. Se trata del uso excesivo de la fuerza y el atropello de que son víctimas los mapuche en aras de ‘hacer respetar el Estado de Derecho’”.

“Lamentablemente -agregó- parece que Rosende sólo entiende por Estado de Derecho la protección de la propiedad privada, las tierras y camiones de particulares y de grandes consorcios forestales, así como la mantención del “orden público” que regido aún por el criterio de la dictadura abomina de las reuniones y manifestaciones públicas y que pese al recurrente discurso pro-libertad de expresión busca limitar o inhibir cualquier crítica, por legítima que esta sea, en contra de las políticas implementadas por el gobierno o el Parlamento”.

Navarro fue enfático en indicar que “al parecer, algunos como Rosende creían que cuando tras más de una década y varios intentos de colusión política para distorsionar el sentido del Convenio 169 de la OIT, éste terminó ratificándose, se produciría de manera automática la versión 2.0 de la pacificación de la Araucanía.  Es decir, que esta vez la fuerza de las leyes haría innecesario el uso de la fuerza de la versión original”.

“Sin embargo -prosiguió- como era evidente, se equivocó. Porque el Convenio 169 no es el final de un camino, es el inicio, que en Chile pese a los compromisos, comisiones y acciones realizadas por cada presidente, se ha tardado demasiado. Parece que los adoradores de la OCDE no han reparado en que los países que la integran y que conviven con pueblos indígenas, hace rato que vienen construyendo caminos de acuerdo, respeto e integración, que en nada se parecen a la mano dura ejercida contra ancianos, mujeres y niños indígenas en nuestro país”.

“Y es en este último aspecto -añadió- donde Rosende demuestra sus mayores dotes histriónicas, rechazando y negando hechos evidentes. Las recientes denuncias sobre violencia contra niños, que recibieron balines y perdigones, certificadas por el hospital que los atendió son el más reciente ejemplo. Además, sus justificaciones de la aplicación de la ley antiterrorista, que significa el cuestionamiento de los organismos internacionales de DDHH a Chile, por la discriminación y racismo que se ejerce contra el pueblo mapuche, son cada vez menos creíbles”.

Navarro dijo que “la detención de la documentalista Elena Varela, los juicios con testigos enmascarados y repetidos hasta lograr la culpabilidad, los interrogatorios a niños mapuche, la expulsión de ciudadanos extranjeros interesados en conocer y trabajar con las comunidades, las huelgas de hambre de los comuneros detenidos por largo tiempo y los vertederos instalados en las comunidades, son sólo muestras de los miles de apremios que vive nuestro principal pueblo originario a manos de un Estado más preocupado de celebrar el bicentenario que de reconocer los derechos de aquellos que ya vivían en este suelo antes de la llegada de los españoles”.

“Hemos llegado a un punto preocupante -prosiguió- pues los mapuche ya no están yendo a los hospitales porque aunque la lesión se haya producido por accidente, de inmediato es acosado policial y judicialmente.  Se habla de comuneros gravemente heridos e incluso de muertos que no han sido denunciados por esa razón.  Los muertos y los que terminan tras las rejas siempre son del mismo lado.  Por eso le hemos pedido a la Cruz Roja Internacional preste ayuda humanitaria en la zona de conflicto”.

Finalmente, el parlamentario sostuvo que “Rosende será responsable de lo que pase en La Araucanía, por su visión unilateral y maniquea. Ensañarse con los mapuche mientras se hace la vista gorda con las bandas paramilitares civiles fascistas que operan en la zona no es la mejor fórmula para avanzar en ninguna dirección”.

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