ONG pide al CNTV que no se transmita esta competencia

Niños en el rodeo: otro lado oscuro en la medialuna

"Para mí era normal el sacrificio de animales, era normal correr y golpearlos. Y normalizar el maltrato es fatal, porque empieza desde la cuna", señala la ex corralera Victoria Carvajal, quien junto a la psicóloga Cassandra Rivas analizan la participación de menores de edad en esta cuestionada actividad.

Por Daniel Labbé Yáñez

14/09/2017

Publicado en

Animales / Chile / Justicia y DD.HH / Portada

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Foto: Animal Libre

Como en años anteriores, el pasado martes 12 de septiembre la ONG Animal Libre llegó hasta el frontis del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) para realizar un banderazo contra la transmisión de la cuestionada práctica del rodeo y entregar una carta dirigida a Óscar Reyes, presidente de la entidad. «¡La tortura no puede verse en televisión!», fue la consigna de la manifestación.

En la misiva -firmada además por distintos actores del mundo político, animalista y de las comunicaciones, entre ellos la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares- la organización pide formalmente al CNTV que «prevenga a los canales de la televisión abierta de la inconveniencia de transmitir el rodeo o escenas de éste en horarios en los que pueden ser expuestos menores a escenas de violencia y crueldad, expresamente prohibidos por las normativas generales sobre contenidos de las emisiones de televisión».

Animal Libre profundiza en su argumento señalando que los niños y niñas podrían eventualmente estar expuestos a «observar escenas de abierta crueldad para con los animales, con golpes que los lesionan quebrándoles costillas, heridas sangrantes en sus rostros y con personas retorciendo las colas, golpeando con pies y manos y aplicando descargas eléctricas a los novillos para obligarlos a levantarse y seguir participando del espectáculo». Conductas -agregan- «que en cualquier otro ámbito serían claramente identificables como tortura».

La organización cita la propia normativa del Consejo Nacional de Televisión, específicamente sus artículos 1 y 2. En el primero de ellos se señala que «se prohíbe a los servicios de televisión las transmisiones de cualquiera naturaleza que contengan violencia excesiva, truculencia, pornografía o participación de niños o adolescentes en actos reñidos con la moral o las buenas costumbres». En el segundo, en tanto, se establece que «para los efectos de estas normas generales se entenderá como violencia excesiva: El ejercicio de la fuerza o coacción en forma desmesurada, especialmente cuando es realizado con ensañamiento sobre seres vivos, y de comportamientos que exalten la violencia o inciten a conductas agresivas».

«Para mí era normal correr y golpearlos»

Sin embargo, junto con la preocupación por la exposición de menores de edad a lo que significa la práctica del rodeo, las organizaciones animalistas han alertado de lo aún más riesgoso que resulta el que niños y niñas participen directamente de esta actividad. Por ejemplo -con menos difusión que el adulto- en nuestro país se realiza también un Campeonato Nacional Escolar, instancia que este año tuvo lugar el 2 y 3 de septiembre en la medialuna de la ciudad de Curicó. La competencia -como se plantea en sus bases- convoca solo a menores de 19 años, que estén cursado enseñanza básica o media, y se somete a todas las normas reglamentarias de la Federación del Rodeo Chileno.

“Es una alteración a la educación básica de cómo deberíamos relacionarnos con ellos. Encuentro negativo que de chicos se les eduque a tener una dominancia sobre los animales. El rodeo es eso, explotar a los animales con empujones y azotes, práctica arcaica y que en muchos países está prohibida hace rato”, señaló consultado por La Tercera Angelo Soto, presidente de la Sociedad Chilena de Protección Animal.

Victoria Carvajal entrevistada por Canal 13

Victoria Carvajal es veterinaria, ex corralera y desde esa condición hoy participa activamente -y en conjunto con agrupaciones animalistas- en la concientización de lo que representa en términos de maltrato animal el rodeo. En conversación con El Ciudadano, plantea de forma categórica su posición al respecto: «No estoy de acuerdo con que corran menores de edad».

Carvajal habla desde su experiencia. Desde niña estuvo vinculada al rodeo. «Como yo fui criada en ese ambiente, para mí era normal el sacrificio de animales, era normal correr y golpearlos. Y normalizar el maltrato es fatal, porque empieza desde la cuna, especialmente en lugares donde se corre el rodeo», sostiene la ex corralera, quien postula que «debiera quizás legislarse para que corran a partir de los 18 años, cuando ya tienes un criterio formado».

Cassandra Rivas es psicóloga y miembro de la Corporación Servicio Paz y Justicia -Serpaj-, organización que se dedica a promover una educación para la paz entre las personas, que beneficie principalmente a los niños en su formación. Al analizar lo que ocurre con la participación de menores de edad en el rodeo, la profesional plantea la necesidad de realizar un cambio en términos de paradigma. “Cuando se generan estos patrones de naturalización (del rodeo) es porque también están arraigados a una creencia, a un paradigma. Y cuando estás arraigado a una creencia no la cuestionas, entonces yo comienzo a mirar el objeto con el cual me relaciono de la forma en que se me ha transmitido en mi crianza, en un contexto cultural». En ese escenario -agrega- «el valor que le pongo al otro tiene que ver con que su dignidad es inferior a la mía y, por lo tanto, que yo maltrate a un animal, que lo violente, está naturalizado porque es parte de una cultura que valida este tipo de vinculación”.

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Victoria profundiza en esta idea, ejemplificando que «la gente te enseña desde que eres chiquitito que los animales de campo son para eso, para trabajar, para faenarse, para correr en rodeo, que no son mascotas, y esa mentalidad debería ser cambiada. Hay muy poca gente que correo el rodeo que ha cambiado esa mentalidad».

De ahí la necesidad, plantea Rivas, de ser conscientes “de la dignidad del otro” y entender que esta «no es solo un derecho de las personas, sino que también de la naturaleza». «Nosotros como personas tenemos que también dignificar nuestra relación de cuidado con el ecosistema y eso incluye nuestros paisajes, nuestra naturaleza y también los vínculos que tenemos con los animales”, postula la psicóloga de Serpaj.

Las palabras de Victoria Carvajal dan, en ese sentido, luces respecto de lo que ocurre cuando se naturaliza una forma violenta de relacionarse con los animales. «Es terrible ver la cantidad de cabros chicos de campo que maltratan a los animales, y no solo al ganado, sino que también a las aves de corral, a los perros, a los gatos; es un ambiente en donde eso es habitual», relata.

Por último, Cassandra Rivas pone también el énfasis en «la importancia de entender que el rodeo genera relaciones y vínculos de competencia, y en esta competencia se instala la violencia como una forma de relacionarnos». Frente a esto -concluye- se hace necesario promover en ellos «una cultura que busque también una renovación en términos de colaboración y respeto, de empatía y buen trato».

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