Represión con factura pendiente: Estado obligado a indemnizar a psicólogo detenido en 1973

“Me hicieron cosas terribles que ningún ser humano merece vivir, como simulacros de fusilamiento, golpizas con extrema violencia, el callejón oscuro”, relató la víctima de la dictadura.

Represión con factura pendiente: Estado obligado a indemnizar a psicólogo detenido en 1973

Autor: Leonardo Buitrago

La Justicia obligó al Estado de Chile a indemnizar a un psicólogo que fue detenido durante la dictadura de Augusto Pinochet hace más de 50 años.

El Decimocuarto Juzgado Civil de Santiago condenó al fisco a pagar una indemnización de $40.000.000 por concepto de daño moral a V.M.M.R., quien detenido en su lugar de trabajo, la Universidad de Chile, sede Antofagasta, en octubre de 1973, por efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) y sometido a torturas en cuartel de la policía civil y cárcel pública.

En el fallo (causa rol 7.873-2023), el juez Osvaldo Correa Rojas rechazó las excepciones de reparación integral y prescripción extintiva impetradas por el fisco, tras establecer que el psicólogo fue víctima de un crimen de lesa humanidad, imprescriptible tanto en sede penal como civil.

De acuerdo con la sentencia, tras el golpe de Estado en contra del presidente Salvador Allende, V.M.M.R. fue arrestado el 1 de octubre de 11973 y llevado primero al cuartel de investigaciones de Antofagasta y luego a la cárcel de esa misma ciudad, donde lo mantuvieron casi un mes y lo sometieron a interrogatorios y torturas físicas y psicológicas.

«Antes de ser detenido, yo llevaba una vida tranquila y feliz. Tenía 27 años y me desempeñaba felizmente como psicólogo en la Universidad de Chile de Antofagasta. Estaba lleno de sueños y planes, pero todo se echó a perder el 1 de octubre de 1973, cuando un grupo de miembros de investigaciones ingresó violentamente a mi lugar de trabajo para tomarme detenido. Me golpearon y maltrataron, humillándome delante de todos mis colegas, para luego subirme a un vehículo que me llevó al cuartel de investigaciones de Antofagasta, lugar en el que me mantuvieron retenido durante un día, completamente incomunicado y siendo sometido a horrendas y brutales torturas. Fui interrogado y apremiado durante toda la noche, sin tener un segundo de paz. Me golpearon de todas las formas posibles, sin
darle respiro a mi cuerpo», relató la víctima.

Indicó que posterior a aquel horrible día en el cuartel de investigaciones, fue trasladado a la cárcel de Antofagasta, lugar en el que permaneció «29 días viviendo en las más horrendas e inhumanas condiciones».

«Estaba completamente hacinado, en un espacio pequeño junto a muchos otros detenidos. No había acceso al baño, el lugar era una inmundicia y vivíamos en medio de mugre y ratones. Continuamente era sometido a apremios e insultos por parte de los agentes del estado. Me despertaban en mitad de la noche con gritos y amenazas, haciéndome creer que me sacarían para ser fusilado», narró.

De acuerdo con el testimonio de V.M.M.R., con regularidad pasaba la caravana de la muerte para llevarse a los detenidos.

«No puedo expresar el miedo que sentía en esos momentos, realmente se me detenía el corazón. También continuamente me sometían a sádicos interrogatorios en los que me torturaban física y psicológicamente de una forma brutal. Me hicieron cosas terribles que ni un ser humano merece
vivir, como simulacros de fusilamiento, golpizas con extrema violencia, el callejón oscuro, entre otras cosas. Finalmente, luego de un mes privado de libertad y viviendo un terrible infierno, me dieron la libertad el 31 de octubre de 1973″ señaló.

Después de salir de la cárcel de Antofagasta no le volvieron a dar trabajo .

«Luego de esto mi vida quedó completamente destrozada. Intenté volver a la universidad, pero se me cerraron todas las puertas. Quedé hundido en la miseria, ya que se me hizo imposible volver a encontrar trabajo debido a la inmensa discriminación social a la que me enfrentaba. Además, comencé a sufrir una persistente persecución que no me dejaba vivir en paz», explicó V.M.M.R., quien se encuentra calificado como víctima en el listado de prisioneros políticos y torturados, elaborado por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.

Ante este escenario, el psicólogo debió viajar al exilio, primero con destino a Argentina, y posteriormente, en enero de 1974 rumbo a Rumania y luego a Francia.

Tras evaluar los antecedentes del caso, el tribunal determinó que «la experiencia de prisión política y tortura lo afectó a corto y largo plazo, provocando una afectación psicológica intensa por el hecho de vivir una experiencia límite que expertos en la temática han denominado como traumatización extrema».

En su resolución, planteó que se espera que el proceso de demanda civil, con el carácter de reconocimiento de la violencia vivida por parte del Estado y sus efectos, otorgue a V.M.M.R. «una reparación digna y acorde a las secuelas aquí expuestas».

El Decimocuarto Juzgado Civil de Santiago concluyó «que se encuentra acreditado en autos la existencia del daño moral ocasionado al demandante don V.M.M.R., por su detención forzada y apremios ilegítimos, ocurridos desde el día 1 de octubre de 1973, cometido por agentes del Estado en tiempos de dictadura militar”, por lo que recibirá una indemnización por parte del Fisco por concepto de daño moral de $40.000.000.


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