Durante la noche del sábado y madrugada del domingo 4 de julio, se realizaba en el Galpón Cascianni, de Valparaíso (A pasos del Congreso y la Municipalidad) la primera fecha de las Fiestas Populares, actividad que contaba con la participación de varias bandas locales como Sonora de Llegar, Ska Prensao, Grito Sudaka, Nervios Calavera y Resistir. Testigos denuncian que carabineros interrumpió violentamente el espectáculo; a continuación entregamos el relato de un asistente que presenció la represión policial.
«Pasada la medianoche la actividad se realizaba con total normalidad, salvo pequeños forcejeos en las puertas, situación normal en estos eventos. Ya encontrándose una gran cantidad de gente en el local (300 personas aproximadamente) y otra buena cantidad en el exterior, a la espera de ingresar, llegó sin razón a las afueras del recinto un bus de fuerzas especiales, bajándose una decena de efectivos con escudos, situación que provocó inmediatamente un ambiente de tensión.
Cerca de la una de la mañana, la actividad se seguía realizando en completa calma, hasta que se presentó en el lugar el carro lanza agua («guanaco») y el que arroja gases («zorrillo»). Sin mayor provocación ni desordenes previos, carabineros empezó la represión, primero contra la gente que se encontraba fuera del recinto, lanzándoles agua, gases lacrimógenos y golpeándolos con bastones de metal de cerca de un metro.
Luego de esta acción y con la excusa de que la actividad no tenía permiso y sin ningún aviso o advertencia previa las emprendieron contra el local, lanzando gases lacrimógenos y agua al interior. Seguidamente ingresaron al local un gran número de efectivos reventando las puertas, golpeando de manera brutal a todas las personas que se les cruzaron por su camino; varios intentaron defenderse de esta agresión, pero al estar encerrados la situación se volvió caótica. Producto de los gases y el encierro muchas personas entraron en pánico y desesperación.
La gente empezó a escapar por las dos puertas del local, en donde se debía pasar por un verdadero callejón de palos, en donde los supuestos encargados de protegernos nos golpeaban a mujeres y hombres en todos lados del cuerpo, en la cabeza, en las costillas, brazos y espalda, sin medir consecuencias, totalmente descontrolados no escuchando razones ni peticiones de no agresión.
Una vez afuera la gente debía enfrentar al guanaco, al zorrillo y a otro grupo de descontrolados efectivos de la ley, quienes seguían repartiendo palos, tratándonos como ganado, haciéndonos correr, para sacarnos rápidamente del sector. En los alrededores se veían varios jóvenes heridos, quejándose de los golpes recibidos por la policía y ahogados por los gases. Debido a esta represión se produjeron algunos desordenes, producto de la rabia generada por este brutal accionar de carabineros. Se desconoce el número de detenidos.
Se llama a todos y todas los afectados a denunciar estas agresiones, para parar con esta escalada de represión, que con la excusa del control social, nos ve a todos como delincuentes. Queda claro con estas acciones por parte de la autoridad, que son ellos los que generan la violencia.»
El Ciudadano