Un thriller real: el caso Nisman

El caso Nisman ha dejado al mundo estupefacto por las teorías de conspiración y el grado de negocios ocultos que contiene el escándalo que surgió tras la muerte del Fiscal y que no se ha aclarado todavía. Hay una gran diversidad de perspectivas a la enredada historia, donde el poder se mezcla con intereses geopolíticos, desinformación, actos de terrorismo y una sospechosa muerte.

nisman

De repente surgen eventos en las noticias que pueden hacerte sentir como si vivieras en otro universo, y que al otro lado hay un mundo paralelo lleno de mentiras,  negocios sucios y juegos de poder insaciables y ocultos. El caso de Alberto Nisman es uno de esos. Tal vez es culpa de las películas de espionaje y acción, donde todo parece posible y a la vez, imposible.  La historia parece sacada de un largometraje de los años 90, un guión sobre las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, el balance de poder entre Irán y EEUU, y una bomba terrorista supuestamente plantada por el grupo libanés Hezbollah, como un brazo extendido de los líderes iraníes. Un guión de cine, donde el punto de no retorno es cuando se asesina al investigador del caso bomba. No obstante, la muerte del Fiscal muy bien podría ser el comienzo de la historia.

En 2004, al Fiscal Alberto Nisman le fue asignado el caso del ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que sufrió una explosión masiva en 1994, la cual dejó 85 muertos. Desde su designación al caso, muchos consideraron que la investigación y el enjuiciamiento de los culpables, se había vuelto la misión de su vida.

Las teorías de conspiración que rodean el caso del Fiscal Nisman son numerosas, ya que hay muchos fragmentos misteriosos que fueron liberados como una inundación tras su muerte hace casi dos semanas, el pasado 18 de enero. El Fiscal falleció un día antes de que ampliara su denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner en el Congreso argentino. Nisman ya había presentado alegatos contra ella por “encubrir a Irán”, según Infobae. El diario citó que Nisman culpaba a Kirchner y miembros de su administración por “decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán”.

Su ampliación de la denuncia contenía acusaciones contra políticos de alto nivel, entre otros el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, y el diputado Andrés Larroque. En la denuncia Nisman señaló que los miembros del Gobierno estaban involucrados en un plan para desvincular de forma definitiva a Irán del caso terrorista a la AMIA en 1994, y que incluso habían tenido contactos con Mohsen Rabbani, uno de los principales sospechosos del ataque buscado por la justicia. La conclusión hecha por el Fiscal, era que los miembros de la élite política tenían un acuerdo comercial rentable, donde la ganancia principal para Argentina sería el petróleo de Irán, y se desvinculara a los iraníes acusados. Según la denuncia, se buscaba culpar a antisemitas locales por los atentados a la comunidad judía en 1994 y a la embajada de Israel en Argentina en el año 1992.

Télam, el medio de comunicación estatal argentino, junto con publicar la amplia denuncia de Nisman, rechazó muchos de los alegatos expresados en la declaración, destacando que la comunicación es “un documento plagado de falsedades, oscuridades y contradicciones.” Además, Télam reclamó que los dos países no pueden tener un comercio rentable en términos de petróleo porque: “Los dos [Argentina e Irán] son exportadores de crudo y compradores de productos refinados como por ejemplo, combustibles. Esta situación similar entre los dos países vuelve imposible la idea de un intento de negocio energético con Irán en la medida en que el país vende lo mismo que Argentina exporta. Es decir, lo que Argentina necesita importar en el mercado mundial Irán no lo produce.”

No sólo la política que rodea el fallecimiento del persecutor llama la atención, la muerte de Nisman en sí misma también es sospechosa. Cuando se dio a conocer la noticia, Kirchner insinuó que se había suicidado. Sin embargo, el departamento del Fiscal se volvió en una escena del crimen y la declaración de la presidenta cambió, señalando que ella estaba segura de que Nisman no se había suicidado. Lo que se cree sobre su muerte es que una bala disparada a poca distancia de su sien lo mató, y que el baño donde se encontraba el Fiscal había sido cerrado desde dentro. La puerta principal del departamento estaba cerrada con un sistema sin llave y un cerrajero tuvo que abrir la puerta de servicio, donde según él, la llave estaba puesta en la chapa por el lado interno.

Sin embargo, las declaraciones hechas por el secretario de seguridad, Sergio Berni, tras el hallazgo del cuerpo, han sido disputadas. Berni señaló en una entrevista con el canal argentino TN, que no entró en el baño, ni dejó a ninguna otra persona entrar, porque de acuerdo a su testimonio, estaba esperando a la Fiscal quien llegó una hora después. Según Berni, “el juez no podía actuar” sin la Fiscal. Hubo una demora larga en entrar al baño, donde el cuerpo del Fiscal estaba bloqueando la puerta, y como no se sabía si Nisman estaba muerto o no, parece muy peculiar este tiempo de espera.

El arma, que se encontró al lado de Nisman, pertenecía a uno de sus empleados, Diego Lagomarsino, quien trabajaba para el Fiscal como técnico informático desde el año 2007 y que ha señalado que le prestó la pistola porque el Fiscal sentía la necesidad de protegerse. Según Lagomarsino, Nisman había recibido información de Antonio “Jaime” Stiusso, ex director de Contrainteligencia de la ex Secretaría de Inteligencia (SIDE), que el Fiscal tenía que tener cuidado con sus guardias pertenecientes a la Policía Federal.

“Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado Stiuso y le dijo que se cuidara de la custodia y que además tuviera precaución con la seguridad de sus hijas,” señaló Lagomarsino sobre el arma y la preocupación de Nisman al diario Página 12.

Otra persona que luego sentiría la misma inquietud por su seguridad fue Damián Pachter, el primer periodista que dio a conocer la noticia sobre la muerte del fiscal Nisman y que luego huyó a Israel porque temía que su vida estuviera en riesgo. El periodista de ciudadanía argentino-israelí que trabajaba para el diario Buenos Aires Herald, una fuente de noticias argentina en inglés, se vio obligado a dejar el país por temor de que su vida estuviera en peligro. Según un correo electrónico publicado por Buenos Aires Herald tras su salida de Argentina, el periodista señaló que fue perseguido “físicamente y virtualmente” y temía “que algo le podría pasar a cualquier persona que hablara conmigo”. Luego, la agencia de noticias estatal argentina, Télam, publicó los detalles de su vuelo, información proveniente de la empresa nacional, Aerolíneas Argentinas. Según el Buenos Aires Herald, un colega de Pachter del medio de comunicación Infobae, lo acompañó al aeropuerto.

Luego se ha dado a conocer que el ex-agente de inteligencia, Antonio Stiusso, probablemente fue la fuente principal de la denuncia preparada por Nisman. Según el diario online Te Interesa, la mayoría de las grabaciones de llamadas telefónicas, evidencia que respalda la denuncia, fue proporcionada por Stiusso. De acuerdo a un artículo publicado por el diario El País, el ex Ministro de Justicia argentino, Gustavo Béliz, definió a Stiusso como un hombre extremadamente peligroso y tras su declaración pública fue despedido por el entonces presidente Néstor Kirchner.

“La SIDE [Secretaría de Inteligencia de Estado Argentina] la maneja un señor al que todo el mundo le tiene miedo porque dicen que es peligroso y te puede mandar a matar. Ese hombre participó de todos los Gobiernos y se llama Jaime Stiusso,” señaló Béliz en el año 2004, según el periódico español.

Tras la muerte del Fiscal y el escándalo que le sigue, Cristina Kirchner ha señalado la disolución de la Secretaría de Inteligencia, en lugar de ella se creará una Agencia Federal, la cual tiene que ser aprobada por el Senado.

Wikileaks ha revelado información, la cual señala que Alberto Nisman tenía contacto directo con la embajada de EEUU en Buenos Aires. Según los documentos filtrados al periodista argentino, Santiago O’Donnell, había unos 167 cables en relación al caso AMIA. Los documentos revelan cómo el Fiscal pidió disculpas a sus contactos estadounidenses, a modo de ejemplo, por no entregarles directamente información sobre medidas tomadas en el proceso de enjuiciamiento.

“Los cables reflejan una y otra vez la falta de independencia del fiscal,” destaca Santiago O’Donnell en su artículo sobre el caso. “Dicha conducta incluye el adelantarle a la embajada medidas judiciales tanto de la fiscalía como del juzgado que entiende la causa AMIA, llevar borradores de resoluciones a la embajada para ser corregidos hasta conseguir la aprobación de la sede diplomática.”

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Artículo escrito por Santiago O’Donnell:
Detrás de Nisman

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