Advierten que con Almagro al frente de la OEA continuará el injerencismo y las agresiones

El diplomático uruguayo fue reelecto este viernes para el periodo 2020 – 2025, en una sesión de votación celebrada en la sede de Washington, (EE.UU), a pesar de la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus que en la nación norteamericana supera los 20.000 contagiados y los 260 muerto

Por Leonardo Buitrago

21/03/2020

Publicado en

Latinoamérica

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La reelección de Luis Almagro como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), supone la continuidad del injerencismo y las agresiones de la Casa Blanca y la reducción del diálogo para solucionar los conflictos que se presentan en la región.

El diplomático uruguayo fue reelecto este viernes para el periodo 2020 – 2025, en una sesión de votación celebrada en la sede de Washington, (EE.UU), a pesar de la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus que en la nación norteamericana supera los 20.000 contagiados y los 260 muertos.

Almagro obtuvo 23 votos de respaldo para continuar al frente de la institución, superando a la diplomática ecuatoriana María Fernanda Espinosa. 

La votación de la OEA en plena pandemia del coronavirus causó rechazó, y fue catalogada por el gobierno argentino como un acto vergonzoso, tal y como reseñó El Clarín.

En declaraciones a Sputnik, la politóloga, doctora en Relaciones Internacionales e investigadora del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) Arantxa Tirado, indicó que la negativa de la OEA a suspender la elección a pesar de la crisis global por el brote del COVID-19 «habla de la urgencia que tenían de dejarlo todo bien atado, no vaya a ser que se viniera un escenario que dificultara la reelección».

«Les ha entrado la angustia a Almagro y a sus amigos, que obviamente son EEUU«, dijo al tiempo que señaló que la premura causada por el coronavirus quizás haya incrementado las «presiones» por asegurar la continuidad del uruguayo.

La reelección de Almagro deja un panorama claro: menos diálogo, más retórica y la OEA como una «caja de resonancia» de las políticas internas de cada país y en la que Washington espera seguir «dirigiendo la orquesta», tal y como valoraron en declaraciones a Efe varios analistas.

«Todo está polarizado, la OEA también. El centro se colapsó y estamos viendo que no hay espacio para una postura más centrista», opinó el director del centro de análisis Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

En opinión de Shifter, Almagro «está decidido a seguir y ampliar lo que ha estado haciendo con Venezuela desde que fue elegido en 2015, pero no está claro que haya tanto entusiasmo por su estilo», es decir, «la retórica agresiva» y los ataques en Twitter contra el presidente de la nación caribeña Nicolás Maduro.

Rechazo de Venezuela

Venezuela denunció a través de un comunicado que la «apresurada e inoportuna» reelección de Almagro es el resultado de «una grotesca operación de chantaje y extorsión», dirigida por el gobierno de EE.UU. «al mejor estilo de las mafias del crimen organizado transnacional».

De acuerdo con la misiva de Caracas, esta decisión busca mantener a la OEA como una «herramienta de unilateralismo colectivo destinada a hacer cumplir la voluntad imperialista de la Casa Blanca», en contra de la soberanía de los países del continente. 

No obstante, el gobierno venezolano aseguró que se mantendrá atenta «ante cualquier nueva agresión que provenga del seno de esta obsoleta Organización».

No a la intervención

Luego de la votación en Washington, la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños, tomó la palabra para expresar su rechazo a la reelección de Almagro, candidato a quien su país no había apoyado.

La diplomática reclamó que la OEA «vele por la igualdad jurídica de los estados y respete la no intervención en los asuntos internos».

Además, pidió que en el futuro la organización se maneje «con la transparencia que hoy no hubo» y sostuvo que la OEA necesita «un secretario general que entienda que su papel debe ser imparcial, objetivo y facilitar en todo momento el diálogo efectivo entre la membresía y la búsqueda de soluciones pacíficas».

Baños acusó a Almagro de, desde su asunción en 2015, haber tenido una «conducción parcial» y haber ejercido su función «como otro estado miembro y no como un facilitador».

«Su elección es una patética expresión de lo que cualquier MOE (Misión de Observación Electoral) observaría como ‘malas prácticas‘», sintetizó la diplomática, anunciándole a Almagro que comienza su segundo período «con el rechazo de un grupo importante de estados».

«Es muy lamentable su reelección, señor secretario general. Hoy la OEA no celebra nada excepto el triunfo de las malas prácticas democráticas y de la confrontación entre los estados», afirmó.

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