La diferencia es de 60 puntos

Aprovechamiento educativo en México tiene un retraso de 2 años en estudiantes más pobres

La brecha deviene del nivel de las escuelas al que los jóvenes tienen acceso

Por Luz Marina Delgado

28/10/2018

Publicado en

Educación / Latinoamérica

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En el país azteca la desigualdad económica también se ve reflejada en el aprovechamiento educativo. Los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), dados a conocer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), revela que los estudiantes con menores recursos económicos obtuvieron una calificación inferior con relación a los de mayores recursos.

El bajo aprovechamiento del estudiantado pobre de nivel básico equivale a un atraso académico de 2 años. Es decir, su aprendizaje no está acorde a su edad escolar.

Los resultados demuestran que el desempeño de las y los estudiantes mexicanos de educación básica se encuentra por debajo del promedio OCDE en ciencias (416 puntos), lectura (423 puntos) y matemáticas (408 puntos). “En estas tres áreas, menos del 1% de los estudiantes en México logran alcanzar niveles de competencia de excelencia”, detalla el informe.

El puntaje promedio en ciencias de los estudiantes en desventaja socioeconómica fue de 386 puntos, mientras que en los estudiantes con ventaja socioeconómica fue de 446 puntos. Esta diferencia de 60 puntos, según el programa de evaluación, es lo que equivale a dos años menos de escolaridad.

Aprovechamiento educativo en México tiene un retraso de 2 años en estudiantes más pobres

Foto: Web

La diferencia está en las escuelas

El informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes explica que la brecha de aprovechamiento deviene del nivel de las escuelas al que los alumnos tienen acceso.

En México alrededor del 60% de los estudiantes con bajos recursos estudian en centros educativos en desventaja, esto es, instituciones con niveles inferiores de aprovechamiento.

Resiliencia estudiantil

El informe resalta que el 12% de los estudiantes en desventaja son “resilientes a nivel nacional”, lo que significa que su puntaje se ubica en una buena posición del rendimiento a pesar de sus condiciones económicas.

Pasa lo mismo con el 3% de los estudiantes en desventaja en cuanto a las habilidades básicas. Su puntuación se sitúa en el nivel de desempeño 3 o superior en ciencias, lectura y matemáticas.

En tanto que, alrededor del 22 % de los estudiantes en desventaja son “social y emocionalmente resilientes”, en otras palabras, están satisfechos con su vida, se sienten integrados socialmente en la escuela y no sufren de ansiedad ante los exámenes.

El estudio concluye que México es uno de los cuatro países con las mayores proporciones de estudiantes en desventaja (80% o más) y que reportan altos niveles de satisfacción con la vida. En contraparte, la proporción de estudiantes que reportaron sentido de pertenencia a la escuela disminuyó en más de 15 puntos porcentuales entre 2003 y 2015.

Aprovechamiento educativo en México tiene un retraso de 2 años en estudiantes más pobres

Foto: Web

Proponen políticas equitativas

Ante esto, la OCDE plantea que una forma de revertir los niveles de desigualdad sería la aplicación de políticas y prácticas enfocadas en proporcionar oportunidades de educación más equitativas para los y las menores.

“Los países pueden promover un mayor acceso a la educación inicial, particularmente entre las familias más desfavorecidas, ya que estos programas proporcionan entornos de aprendizaje más equitativos y ayudan a los niños a adquirir habilidades sociales y emocionales esenciales”.

Otra medida sería el monitoreo del avance de los estudiantes en desventaja, para destinar recursos adicionales a sus escuelas y propiciar una mejora en su sistema educativo.

La OCDE menciona que también es importante el desarrollo de los docentes para que logren identificar las necesidades de los estudiantes y manejar grupos con diversidades, además de promover una mejor comunicación con los padres de familia y alentarlos a involucrarse más en la educación de sus hijos.

“Los docentes y las escuelas pueden fomentar el bienestar y generar un ambiente de aprendizaje positivo para todos los estudiantes al resaltar la importancia de la persistencia, invirtiendo esfuerzo y utilizando estrategias de aprendizaje apropiadas, e invitando a los estudiantes a apoyarse unos a otros”, finalizan.

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