Aunque pequeños, los volcanes monogenéticos son capaces de generar erupciones potentes que causarían graves afectaciones en los asentamientos humanos

En México más de 3 mil volcanes con potencial eruptivo

La investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, Marie Noëlle Guilbaud, señaló que en México existen una gran cantidad de volcanes monogenéticos susceptibles de registrar una gran erupción, y detalló que tan solo en la Franja Volcánica Transmexicana hay más de tres mil.

Por El Ciudadano México

13/04/2016

Publicado en

Latinoamérica / México

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Paricutin

La investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, Marie Noëlle Guilbaud, señaló que en México existen una gran cantidad de volcanes monogenéticos susceptibles de registrar una gran erupción, y detalló que tan solo en la Franja Volcánica Transmexicana hay más de tres mil.

La académica detalló que “Tan sólo en la sierra Chichinautzin existen unos 220. Si alguno entrara en actividad sería peligroso para la Ciudad de México y Cuernavaca, como lo fue el Xitle para los antiguos habitantes del Valle de Anáhuac”.

A diferencia de los poligenéticos —con varias erupciones, una vida larga y grandes edificios—, los monogenéticos tienen una sola expulsión, una existencia corta y suelen ser pequeños, como el volcán  Paricutín, en el estado de Michoacán, con nueve años de actividad: de 1943 a 1952.

Las zonas mexicanas más peligrosas son dos: el campo Michoacán-Guanajuato, con mil 100 de estos volcanes —entre los que destacan el Jorullo y el Paricutín— y 400 medianos. La otra zona se ubica en la sierra Chichinautzin.

Noëlle Guilbaud investiga porqué hay tantos volcanes monogenéticos en México. Asimismo, como parte de su investigación, la investigadora y sus colaboradores tratan de determinar cuántos hay en territorio nacional, qué productos emiten, su edad y cada cuanto hay una erupción monogenética en nuestro país.

Entre sus hallazgos sobresale una zona cercana a Tacámbaro, al sur de Morelia, con muchos monogenéticos de creación reciente. En otra área, próxima a Uruapan, está El Metate, de apenas 700 años de edad y uno de los más grandes en esta categoría.

“Su erupción ocurrió antes de la llegada de los españoles a México-Tenochtitlan. Los indígenas debieron haberla presenciado, pero no hay documentos de ella”, señaló.

Aunque pequeños, los monogenéticos son capaces de generar erupciones potentes que causarían graves afectaciones en los asentamientos humanos.

“El Xitle generó mucha lava; si esto se repitiera, la incandescencia expulsada no causaría muertes, pues la población sería desalojada oportunamente, pero sí enterraría lo que encontrara a su paso. Por otro lado, las cenizas también son peligrosas, pues según la dirección del viento cubrirían diferentes zonas y afectarían el tránsito aéreo, colapsarían techos y taparían drenajes”, aseveró.

Vía: Dirección General de Comunicación Social de la UNAM

El Ciudadano

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