ONU califica de «alarmante» el asesinato de 2 líderes campesinos en Guatemala

El Comité Campesino del Altiplano de Guatemala lamentó este jueves el asesinato de su líder José Can Xol, asesinado este jueves con «arma de fuego» en Choctún Basilá, una aldea del departamento de Alta Verapaz.

Este es el segundo homicidio de un líder indígena campesino esta semana, después de que ayer, miércoles, fuera asesinado uno de los líderes del Comité de Desarrollo Campesino, Luis Arturo Marroquín. Marroquín, de 47 años, defensor de derechos humanos y miembro del núcleo central de la dirigencia del Comité, fue «cobardemente» asesinado este miércoles sobre las 9.00 hora local (15.00 GMT), tras recibir «varios impactos de bala por la espalda».

Supuestamente, un vehículo negro lo siguió desde que salió de Jalapa en un autobús público y al llegar a San Luis Jilotepeque descendió del transporte para sacar copias de un documento en una librería por el parque central, donde 6+9lo asesinaron «dos hombres» con el rostro cubierto.

«Es alarmante (…) el asesinato ayer de un líder del Comité de Desarrollo Campesino y hoy de otro defensor», aseguró Tauli en una comparecencia a los medios donde hizo unas primeras evaluaciones tras una visita de diez días a Guatemala. La experta se mostró muy «consternada» por estos crímenes e instó a las autoridades a investigarlos y poner a los responsables al frente de la Justicia.

Marroquín, que deja cinco hijos huérfanos, era el coordinador organizativo y político de la región oriente del país en el Comité y sus principales luchas fueron la defensa de los derechos humanos, el acceso a la tierra, los derechos laborales, la defensa del territorio y la exigencia por la nacionalización de los servicios y bienes privatizados.

La relatora especial de la ONU, aseguró sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, aseguró que en Guatemala continúa la discriminación, el racismo y la exclusión contra los pueblos indígenas, que no tienen garantizados sus derechos.

La experta, que presentará su informe final en septiembre en Ginebra, destacó también los elevados índices de desnutrición crónica infantil, más elevados en la población indígena, y recordó que las heridas del conflicto armado interno (1960-1996) «no han sanado», por lo que pidió cumplir con el resarcimiento de las víctimas.